El confuso suicida, un seudocientífico charlatán sin métodos para sus afirmaciones .

El confuso  suicida, un  seudocientífico charlatán sin métodos para sus afirmaciones .

[bctt tweet=»Recuerda confuso suicida, recuerda: quizás la muerte no termina con todo, quizás; la nada necesita también de fe, y es un misterio del cual nunca podremos tener certeza, quizás el presente resulte circular» username=»crisolhoy»]

 

Ellos,  los que afirman están más cerca de la verdad que los poetas y los ilusos soñadores. Esos disciplinados y metódicos positivistas que odian las cuestiones metafísicas ,  esos que creen que : -de la muerte nada se puede saber.- 

Los representantes ilustres de la  amargada, metódica, y fría razón; rían de este disparate que se les presenta con humildad bufonesca:

Se equivocan, puesto que todo aquello que es presente y se convierte en pasado; es algo semejante a la muerte, una analogía, un signo. El pasado habita en un vago impulso neuronal, en neurotransmisores, ¿la substancia de nuestra alma son nuestras neuronas? ¿Cuál es la substancia del pensamiento? La mente es otro nombre de Dios. 

Como si la melancolía y  la tristeza desaparecieran del pensamiento con pastillas, como si la desesperación no abundara en los bares y las iglesias, como si la calle no fuera salvaje como la selva, como si la falta de dinero, no te llevará al borde de la muerte, a valer tanto como un perro callejero. 

Los recuerdos se desvanecen con el paso del tiempo, se desvanece todo el  desgaste que implica existir, tener consciencia, suspiros, deseos, ambiciones, planes. Los viejos dice Sábato:  -sólo se dedican a recordar.-

Imágenes que se van borrando de mi pensamiento, cápsulas del tiempo en mi mirada ausente  inundada de recuerdos, formas en el humo del cigarrillo, el paso lento del tiempo, nadie soportaría la existencia si fuera eterno, por esto el placer ahumado que me  brinda el olor de mi trago; y me hace disfrutar de la impermanencia que nos rodea, los vicios adormecen los tormentos, encierran en una caja de Pandora a los demonios del suicidio.  

 ¿En qué  neurotransmisores se concentran mis recuerdos? ¿Es lo mismo decir neurona que alma? ¿En qué extrañas células se almacena mi memoria? ¿Existirá una forma distinta a la resignación indiferente, para aliviar la tragedia humana? ¿O el sufrimiento es la profundidad del alma y se encuentra en el mundo; ajeno a cualquier substancia, el sufrimiento es la experiencia de la consciencia? Lo externo que la hace evolucionar y va de la mano con el lenguaje y el sentido. 

La muerte bien podría ser así: dormirse y despertar en otro infierno; bien dijo Huxley: -este mundo es el infierno de otro mundo.-

Creo junto a Shakespeare y Calderón De La Barca: que la vida es  sueño; pero un mal sueño de alguien imperfecto y poco antropomorfo, pronto despertaremos en otro espacio, en otro tiempo, en otras circunstancias, en un mejor sueño. ! Esta vida es un mal sueño! 

¿Cuántos quieren dormir y despertar lejos de aquí cada año? En otro mundo, ¿cuántos mueren repletos  de angustia y miedo? Lo peor de una época sin guerras, es saber la estadística de suicidios, la vida normal también es insoportable para muchos.

Está vulgar sala de espera que son todas las ciudades del mundo, antesalas de la muerte. 

Este infierno es pasajero, mero devenir, lo malo también se hunde en el pasado;  es un ensayo, la muerte no es un abismo obscuro, podría ser una puerta hacia otro lado. Si yo fuera tú suicida; si yo fuera el suicida, tendría cuidado  cuando toque abrir la puerta, recuerda suicida: ¡recuerda! Hamlet no se mató en aquella historia más conocida que la vida de muchos hombres, porque tenia mucho miedo que se despertará en otro infierno, algo en sus intuiciones le susurraba que  la vida: -bien podría ser eterna-, recuerda lector; – la vida esta hecha de la madera de los sueños,- decía el creador de Hamlet. La vida es una historia repleta de ruido y furia, estamos hechos de historias y lenguaje. 

Recuerda suicida, recuerda: quizás la muerte no termina con todo, quizás; la nada necesita también de fe,  y es un misterio del cual nunca podremos tener certeza, quizás el presente resulte circular. Las certezas nos son imposibles para el pensamiento en estos temas desde Kant, nadie nos puede afirmar que tiene certeza de la nada, ni de Dios. 

¡Espera, suicida, espera! El reloj aprieta, sus manecillas avanzan, la muerte de todos modos llega: escucha a Brahms y a Beethoven, mira los campos de girasoles de Van Gogh, voltea al sol y piensa en las estrellas, piensa en el sabio que dijo:   el presente puede ser lo eterno, los instantes son circulares porque el presente vuelve después de una eternidad. 

No sabemos nada, nuestra razón es un destello, una  luz muy tenue, la iluminación del Buda es desconsoladora,  el amor del Cristo de la playa utópico, ¡estamos tan solos y ausentes, después del siglo XX! Ser  humano y un sujeto que piensa, es desesperación perpetua. 

Alejandro Marengo

Mendigo de sueños, distópico, surrealista.   La enajeción desiderativa a la mercancía dinero, se paga siempre con libertad.

Alejandro Marengo

Mendigo de sueños, distópico, surrealista.   La enajeción desiderativa a la mercancía dinero, se paga siempre con libertad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!