El miedo

El capitalismo es el capitalismo aunque contraten poetas para embellecerlo
Adolfo Sánchez Vázquez
Al miedo se le siente instantáneamente cuando el papel moneda se agota. Comienzan las culpas, las confesiones sobre los vicios, se siente el peor castigo del Dios terrenal.
Al miedo se le puede observar en el perro pateado incesantemente por los miserables bípedos que simplemente lo odian por existir, al miedo se le encuentra en la orina que emite el cuadrúpedo cuando percibe a cierto tipo de bípedo cerca.
[bctt tweet=»El miedo es el abismo llamándome, la nada devorándome, la rutina absorbiéndome. » username=»crisolhoy»]
Al miedo se le puede mirar en cualquier esquina esperando a su eterna compañera la verdad, el sufrimiento es aquello a lo que más se le teme en este ensueño llamado vida , sufrir es la causa principal del miedo.
Al miedo se le puede intuir en el silbido de los vientos que parece adquieren la fuerza natural de algún poder monstruoso de la naturaleza, el miedo puede esconderse detrás de cada pensamiento por medio del cual intentamos interpretar la realidad.
Al miedo se le descubre en la mirada, en el asco, en las excesivas precauciones sobre la limpieza , en la incesante sospecha de que un simple virus en cualquier momento nos puede exterminar de un modo atroz y breve.
Al miedo le gusta refugiarse en cada fracaso, en cada aspiración a tener éxito.
El miedo se esconde en la rutina del hombre trabajador, en nuestra puntualidad, en la abrumadora sensación de sabernos desechables, necesitados; el miedo a ser improductivo es tan grande como el terror al infierno.
A el miedo le encuentras en mi mirada y mis palabras que no pueden expresarte el temor que siento al imaginar perderte, el miedo es vivir despidiéndose porque sabes que en cualquier momento puedes hacer un viaje sin retorno.
El miedo es el abismo llamándome, la nada devorándome, la rutina absorbiéndome.
El miedo es estar demasiado ocupado para disfrutar de la vida y confesártelo cada noche: ¡estamos devorados por la incertidumbre y el miedo! Por esto imaginar a Alejandro Magno gritándo a sus soldados en Gaugamela: conquisten sus miedos y conquistarán la vida; esto es recordar historia pero también poesía. Pareciera en la antigüedad los milagros eran posibles y en la tardo modernidad sólo nos quedaron desconsuelos y dudas.