El poder del coeficiente financiero
El poder del coeficiente financiero
En el mundo de los negocios siempre hay que entrar con todos los sentidos avispados para la inversión en cualquier instrumento financiero, emprendimiento, o negocio puesto en marcha. Es cierto, que la rentabilidad, el apetito de riesgo, las condiciones económicas y la capacidad de puesta en marcha son elementos a considerar para la inversión en un negocio. La finalidad de obtener una ganancia, en un tiempo cierto con respaldo jurídico dejará en claro a los jugadores el resultado esperado.
De los anterior surgen algunas preguntas como, ¿Cuánto debo invertir? ¿Qué riego puedo correr en época de incertidumbre? ¿Es mejor tener un ahorro para imprevistos? ¿Qué sucede si me despiden de mi trabajo? ¿Qué consecuencias tengo al no poder sostener mi negocio? ¿La incertidumbre política me puede afectar? En la contestación de todas estas preguntas tiene que ver con el contexto financiero de cada persona.
[bctt tweet=»El Coeficiente financiero será proporcional a la forma en la que se desenvuelve la persona y la manera de generar prosperidad en su entorno.» username=»crisolhoy»]
Ahora bien, la capacidad de invertir no es solo está medida en el riesgo, sino también en el coeficiente financiero individual. El significado del IQ financiero es la capacidad de generar dinero en función a las decisiones, información y capacidad de multiplicarlo. La medición de este instrumento se obtiene con:
- Capacidad de producir. En negocios, inversiones en activos que generen más valor y sin inversión de tiempo.
- Protege sus inversiones. A través de seguros, fianzas y sobre todo instrumentación legal para tomar acción en caso de amenaza.
- Apalancamiento. El uso de instrumentos financieros como deuda, inversión, arrendamientos financieros y/o plataformas de fondeo colectivo.
- Información. Estar al día de todos los movimientos de las industrias donde se ha invertido y como fluctúa la moneda, inflación y tasas de referencias.
Ahora bien, el poder de querer más y poder está ligado a la inteligencia de entregar beneficios a las personas de su alrededor, a su astucia para navegar con el riesgo y la sagacidad de salir librado en caso de fracaso financiero.
El IQ financiero será proporcional a la forma en la que se desenvuelve la persona y la manera de generar prosperidad en su entorno.