El silencio y el misterio

El silencio de mis muertos día con día se me hace más profundo, más lejano, más sordo.
Mis muertos están en fotografías pero casi no escribieron sobre sí mismos, olvidaron que sin palabras no existen los recuerdos ni el tiempo presente, se olvidaron del ser mientras jugaban baraja para matar el acontecer de su doloroso siglo.
Los muertos crearon sin pudor este inmenso desamparo semejante a sus melancólicas estaciones olvidadas del tren, semejante a sus ciudades que desaparecieron de un bombazo y emergieron más productivas que nunca, semejante a está sociedad con sus represiones y secretos, con sus dispositivos de entretenimiento, crearon este siglo que resultó un hijo esquizofrénico y problemático de su padre el abominable, autoritario y delirante, el siglo XX.
El pasar del tiempo acontece durante los breves recuerdos que tienen los vivos de sus inmóviles muertos, pero los muertos no están, son una imagen evanescente, son ausencias que se aparecen a través de lejanos sentimientos y un dolor hueco.
Los muertos son fantasmas del pensamiento, viven en la memoria de los otros y han perdido su libertad, saben que dependen de la memoria de los animados, del capricho de sus sentimientos, de la vaguedad de los recuerdos de los vivos.
Hasta que el olvido reciba el polvo de todos nuestros huesos, hasta que la nada borre los nombres de los que tuvieron el privilegio de una lápida, el silencio de los muertos día con día se refugiará en los libros como en su última fortaleza que queda ante la decadencia absoluta de la humanidad.
Y los libros se llenarán de polvo, y las bibliotecas se convertirán en centros comerciales, y los hombres se entretendrán para no saber de sí mismos.
El silencio de los muertos se escucha en el llanto sin palabras de los desesperados.
Más allá del silencio de los muertos está el secreto de la vida, lo que existe pero es innombrable, el abismo infinito de la desaparición y la transformación, la asombrosa semejanza entre antes de nacer y dejar de existir.
Los muertos que existen son los que escribieron algo sobre su fugaz vida, salen del olvido mientras alguien más muerto que ellos en el pensamiento pero con vida orgánica les lee, el resto de la humanidad pertenecemos al silencio y al misterio.