¿GOLPE DE ESTADO DEL PRESIDENTE AMLO?

¿GOLPE DE ESTADO DEL PRESIDENTE AMLO?

Un golpe de Estado es la toma y destitución del gobierno y los poderes de un Estado. Normalmente, se trata de una toma ilegal del poder por parte de una facción política, un partido político…

Powell, Jonathan M.; Thyne, Clayton L. (2011-03).«Global instances of coups from 1950 to 2010: A new dataset»

En el aniversario 107 de la promulgación de la Constitución de 1917 el presidente Andrés Manuel López Obrador, presidente constitucional legítimamente electo, perpetró el más taimado, vil y artero ataque a la propia Constitución, a las decisiones políticas fundamentales en ella consagradas, al Poder Judicial de la Federación, cuya desaparición trama oculta en los artículos transitorios de una propuesta inexplicable desde el punto de vista de la oportunidad política y condenable desde estructura, redacción y contenidos. Una propuesta extensa y trascendental negativamente, quizá la más amplia desde el presidente Miguel de la Madrid, similar en este aspecto a la del Presidente Zedillo quien también perpetró un golpe de estado y que ahora, en el más puro estilo autoritario y neoliberal (AMLO dixit) repite en la intención, con el agravante de que ahora no se trata de la sola desaparición de la Corte, sino también de la desaparición del Consejo de la Judicatura, de los magistrados de los diversos órganos jurisdiccionales, de la desaparición de los órganos de control y vigilancia del poder ejecutivo fundamentalmente, y de la sustitución de un sistema de designación que más o menos ofrecía la perspectiva de una elección de indivduos capaces por una forma demagógica, populachera y desde luego totalmente inadecuada para garantizar las personas idóneas a los cargos de la judicatura.

Lamentablemente, un pueblo en que en números redondos la mitad de la población vive en pobreza extrema, en que muchas familias viven atenidas a la “limosna” que su “viejito santo” les reparte “generosamente”, en que el máximo esfuerzo que se pide a los jóvenes es estirar la mano para recibir su “pitanza”, en que conciezudamente se ha ido creando una comunidad de atenidos, dependientes del “maná” que reparte el “mesías tropical”, Es un pueblo que es un campo propicio para la demagogia. Un pueblo en que los que saben leer no leen, los que saben escribir no escriben, los que deberían saber pensar no piensan, los que podrían formar una masa crítica, se desbordan para recibir al chicharito o al prietito, sin interesarse en los acontecimientos. Los periódicos han dejado de venderse, las páginas editoriales que pretenden coadyuvar para formar opiniones, persisten más por costumbre que por demanda, medios en que la imágen sustituye a los conceptos, apoyados en aquel aforismo de que una imágen dice más que mil palabras, lo que sí es cierto es que ver representa menos esfuerzo que leer y mucho menos comprender.

Con un pueblo enajenado, embrutecido y empobrecido, la figura del presidente rodeado de una aura cuasidivina, providencial y cuasiomnipotente, les seduce. Las mentiras que el presidente repite machaconamente terminar por dejar su marca en una sensibilidad proclive y en un cerebro casi virgen. El presidente se queja del neoliberalismo y lo representa como si fuera la pandemia que sucede al COVID 19, causante de todas las desgracias y autor de todos los males. Sin embargo, cualquier persona que haya leído el Zamora o el Samuelson, que tenga una formación mínima de economía podrá decir que las medidas económicas de López Obrador son neoliberales de librito. Que no se ha apartado como en su tiempo lo hicieron Pani y Ortiz Mena, de las recetas neoliberales para el equilibrio de la economía.

Cualquiera con una mínima vocación democrática y libertaria tendría que gritar contra las medidas de endurecimiento de la represión y la violencia, realizada ya no de manera directa por el gobierno sino por sus socios de la delincuencia organizada. La militarización del país, la misma que en un principio negó, que luego disfrazó al aceptar la ciudadanización de la guardia nacional, de la que renegó para volverla militar, y que finalmente la Corte declaró que debería ser ciudadadanizada y que anexarse al ejército era una medida inconstitucional, sigue siendo impulsada. En éstas reformas Amlo insiste en proponer que la Guardia pase a formar parte del Ejército. Éste, ha permanecido más de 15 años en las calles y lejos de disminuir la presencia de la delincuencia organizada se ha acentuada, ahora más organizada controlando la producción y distribución no sólo de la droga, sino de productos básicos y perecederos, estableciendo cuotas y participaciones en todo tipo de negocios lícitos e ilícitos, poliferando antros y casinos a ciencia y paciencia de la autoridad.

Entre las reformas propone dar personalidad a los pueblos originarios, lo que ya tienen. Propone la obligación de proporcionar los medios para una salud universal, lo que ya existía. El establecimiento de salarios mínimos que no son una novedad. Muchos buenos deseos que no ha logrado concretar en su administración y tras 5 años plantea como si fuera un programa de gobierno que, en el mejor de los casos debió haber iniciado en su toma de posesión.

La desesperación, la frustración y la venganza parecen haber hecho presa del presidente. Ante su patente incapacidad de lograr lo que el había soñado, convertirse en el mejor presidente del Mundo, ocupar las páginas de la historia y sustituir a los héroes en sus pedetales. Transformar al país en la Arcadia Feliz y convertirse en la versión moderna de Juan Diego, Benito Juárez y Lázaro Cárdenas. Frustrado, fracasado, enloquecido arremete contra los que cree responsables de no haberle permitido construir sus castillos en el aire, se vuelve contra los lobos feroces que soplaron a sus chozas que veía como mansiones, pretende desquitarse de los que no creyeron en su grandioso proyecto de nación, fallidas sus obras insignias, pérdido el rumbo y la guía, con un país en crisis económica, endeudado, con un país en crísis política, con un sistema de salud destruido y con un sistema educativo de los peor en el mundo de la OCDE y con una corrupción de lo más alto en el mundo y con una violencia e inseguridad incontrolable, el aprendiz de dictador intenta sus últimos zarpazos.

En nosotros, en los ciudadanos está el detenerlo, presionando a nuestros representantes, manifestándonos y manteniéndos unidos frente a este posible golpe de estado, anuncio de una dictadura.

jemartinj@aim.com facebook jemartinj X @jemartinj

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

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