Industria 4.0: una realidad que transforma
“La tecnología va haciendo al hombre cada vez más anticuado.”
Imaki Tider
Los acontecimientos más relevantes de la humanidad van estableciendo una forma de interactuar y detentar el poder, ya sea económico, político o académico. Los mayores momentos de despegue de la humanidad frente a la revolución de los usos de la tecnología podría a mi juicio ser cuatro Hitos fundadores de la era moderna de la humanidad:
Hito uno
La imprenta de Gutenberg. Fue una adaptación de las prensas utilizadas para exprimir el jugo de las uvas usadas en la elaboración del vino. Después de la invención del tipo y de la adaptación de la prensa vinícola, Gutenberg siguió experimentando con la imprenta hasta conseguir un aparato funcional.1 Este momento histórico potenció el conocimiento documentado, transmisible a las personas que tuvieran acceso a esos impresos. Lo más avanzado para su época del siglo XV. Esta tecnología proveía de forma masiva – sin esperar los manuscritos y su lentitud para publicarlos- la publicación en serie. Esta revolucionaria forma de poseer información daba un salto cuántico a la humanidad de cara a la formación de las revoluciones ideológicas en el mundo.
Hito dos
El descubrimiento de la electricidad. En el siglo XX, el apunte final de la electricidad se introdujo a las personas de todo el mundo. Durante el período de esta centuria, se descubrió la distribución de la energía y se inventó el telégrafo. Las invenciones realizadas por diversos científicos y los inventores como Thomas Edison, Nikola Tesla, George Westinghouse y Samuel Morse, cambiaron el mundo con sus inventos tales como los motores eléctricos y la bombilla.2
A partir de este momento todo evolucionaría a una velocidad descomunal. En el mundo de las innovaciones industriales daría paso al uso de aparatos para la guerra, el uso de información del gobierno, el acaparamiento de riqueza por los corporativos iniciales y al final para la vida diaria de las personas. No volvería la penumbra bajo la universalidad del servicio en los países avanzados.
Hito tres
La invención del Internet. La primera descripción registrada de las interacciones sociales que se podían habilitar a través de la red fue una serie de memorandos escritos por J.C.R. Licklider, del MIT, en agosto de 1962, en los que describe su concepto de “Red galáctica”. Imaginó un conjunto de ordenadores interconectados globalmente, a través de los que todo el mundo podría acceder rápidamente a datos y programas desde cualquier sitio. En espíritu, el concepto era muy similar a la Internet de hoy en día. Licklider era el director del programa de investigación informática de DARPA,que comenzó en octubre de 1962. Mientras estaba en DARPA convenció a sus sucesores en dicha agencia (Ivan Sutherland, Bob Taylor y Lawrence G. Roberts, investigador del MIT), de la importancia de su concepto de red.3
No fue hasta la década de los 90’s donde el monitor (computadora personal) lo colocó al alcance de todas las personas con poder adquisitivo alto. Ya no sólo estaba en poder de las grandes academias y gobiernos, también, podría ser usable por una persona que tuviera dinero suficiente y una conexión para charlar con alguien desconocido del otro lado del mundo.
Hito cuatro.
Invención del teléfono móvil. Martin Cooper puede no ser un nombre famoso, pero su invento es conocido por más de la mitad de la población mundial que cuenta con un teléfono celular. El concepto de un teléfono de mano estaba en su cerebro cuando era niño y, con la ayuda de un equipo de Motorola, el primer auricular de telefonía móvil nació en 1973. Pesaba más de dos kilos.
Cuando, parado en una calle de Nueva York, realizó su primera llamada telefónica desde un prototipo de celular, no podría haber sido capaz de concebir el éxito que alcanzaría su invento. Hoy en día la industria de telecomunicaciones móviles se ha extendido a lo largo de todo el globo, desarrollando una gran colección de tecnologías para celulares.4
Este punto de partida daría paso a otro de los grandes personajes del siglo XXI como lo fue Steve Jobs, con el revolucionario Iphone, un teléfono inteligente destacable por la integración de funciones como fueron la música, el buscador inalámbrico, la brújula, con acceso a internet desde el bolsillo. Ahora en pleno 2017 no es posible pensar la vida sin compartir a través de redes sociales la vida pública o privada de las personas o trabajar remotamente desde los confines de cualquier continente.
Todo lo anterior es clara muestra de cómo la evolución humana está íntimamente ligada al desarrollo tecnológico su proyección y fuerza para comunicar rompiendo las barreras de las fronteras entre las naciones.
La función social de las tecnologías ha facilitado el intercambio de ideas, la revolución de las masas y el compartir de forma instantánea el actuar del mundo entero en tiempo real.
El lado oscuro de las tecnologías es que adormece a la población esclavizándose por su uso todo el tiempo. La creatividad se rompe sí sólo se usan las formas digitales conocidas hasta hoy. En el camino se han perdido actividades análogas, el juego serio (adultos jugando) y la interacción uno a uno. El reto está en mezclar equilibradamente su uso frente a la moda, frente a la necesidad de comunicar y trabajar con todos los aditamentos que en cierto sentido facilitan el común de las actividades en toda organización y en toda familia.
Fuentes: