La gran paradoja sobre el Cambio climático:muchos discursos pocos compromisos
Mientras en estos momentos se lleva a cabo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), del 30 de noviembre al 12 de diciembre de este año en Dubai, se ha dado a conocer el Informe sobre la brecha de producción 2023 coordinado por el Programa de la Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (PNUMA), y cuyo tema central es observar precisamente la brecha que se ha dado entre los planes y proyecciones de los diferentes países para combatir el Cambio climático y, lamentablemente, el crecimiento de la producción de combustibles fósiles no obstante los buenos deseos, lo cual mantiene la amenaza del calentamiento global y muestra las dificultades para una transición energética bien gestionada y equitativa. Es decir, se trata de un Informe que plantea la paradoja central de todas las reuniones para combatir el Cambio climático: muchos discursos y pocos resultados.
De acuerdo con este Informe sobre la brecha de producción, si bien reconoce que algunos países han propuesto iniciativas para reducir las emisiones provocadas por la producción de combustibles fósiles, en realidad ningún país en la actualidad ha asumido la responsabilidad de reducir la producción de carbón, petróleo y gas para detener y en su caso reducir el calentamiento global a 1.5 ºC. Ello significa que planes y programas no se han alineado a los objetivos climáticos, como son la disminución progresiva de producción y uso del carbón hasta eliminarlo como combustible en el 2040; y reducir a un cuarto para el año 2050 los niveles de producción y uso de gas y petróleo de la actualidad. En este sentido la propuesta de una transición energética ordenada se encuentra detenida y mucho más una transición equitativa, en donde los gobiernos con mayor capacidad y consumo puedan contribuir con financiamiento para otros países con capacidades limitadas.
La siguiente gráfica muestra la magnitud de la brecha entre los planes de los gobiernos y la consistencia con los objetivos para combatir el calentamiento global:
Esta brecha se ha medido desde el 2019 y la tendencia que se observa es que para el 2030, en contra de los objetivos climáticos globales, la producción de combustibles fósiles se estima que crecerá en más del 110% para 2030, lo que nos advierte sobre el desfase entre los planes de producción y los compromisos climáticos. Ciertamente la guerra en Ucrania y recientemente en Palestina e Israel han impulsado las inversiones particularmente en gas licuado y petróleo, lo cual puede retrasar la transición a sistemas de energías renovables ya que estos conflictos han estimulado la producción de combustibles fósiles.
Como se ha comentado, dentro de los programas de los principales países que producen los combustibles fósiles, entre los que se encuentra México, no aparece en ningún documento el compromiso de reducción de dichos combustibles. De hecho, el caso de México es particularmente preocupante ya que además de no contar con un documento específico de compromisos, se calcula que su producción de combustibles fósiles seguirá creciendo prácticamente de manera ilimitada a costa de una propuesta de transición energética. Sin duda una de las tareas pendientes es hacer frente a este tipo de rezagos, y preguntarnos al mismo tiempo qué podemos hacer desde lo local.
En el reciente reporte Estado y perspectivas del Cambio climático: Un punto de partida, elaborado por el Programa de Investigación en Cambio Climático (UNAM, octubre del 2023, https://cambioclimatico.unam.mx/estado-y-perspectivas-del-cambio-climatico-en-mexico/#reporte), se señala la particular vulnerabilidad del país a los efectos de este fenómeno, a través de las altas emisiones de gases de efecto invernadero, los impactos negativos en la producción agrícola, en la salud humana, en la biodiversidad, en energía, además de los eventos extremos como se pudo observar por el huracán Otis en Guerrero, añadidas las pérdidas económicas, etc., efectos todos que se producen de manera diferenciada en sectores y regiones, lo que ha dificultado entre otras cuestiones las metas de reducción de pobreza y desarrollo sostenible. Todo ello, nos advierte este reporte, es que se han dado pocos esfuerzos tanto para resumir los impactos del cambio climático, como también en consecuencia sobre la construcción de políticas que permitan enfrentar con compromisos efectivos los retos de este fenómneno.
Quizá uno de los problemas de estas grandes Reuniones como la que actualmente se realiza en Dubai, tiene que ver no sólo con los nulos compromisos por parte de los estados nacionales, sino también por la escasa gestión a nivel regional y estatal sobre las posibilidades de una transición energética equilibrada. El debate se hace más complejo dado la tendencia a centralizar cada vez más las políticas por ejemplo energéticas, frente a la lamentable corrupción que se ha generado a niveles locales en el manejo de este tipo de problemáticas. Se requieren nuevos equilibrios federalistas en donde nuevos acuerdos entre los diferentes niveles de gobierno se logren para tender un tema cada vez más acuciante, procurando por un lado activar la participación regional y estatal al mismo tiempo que la recuperación de energías alternativas no sea negocio de los asociados a los gobiernos municipales y estatales. Ciertamernte los compromisos deben comenzar a nivel local (todo lo local es global) para enfrentar los cambios propiciados por el cambio climático, de ahí que las alternativas de energías limpias deben ser cuidadas bajo un nuevo proceso de gestión gubernamental, en donde se escuchen más las voces ciudadanas y de los especialistas. Frente a los grandes discursos y los negocios en los oscurito, vale la pena ensayar desde lo local una transición energética efectivamente incluyente y equitativa, un gran reto que no debemos dejar sólo en manos de políticos y empresarios asociados.
(Por cuestión de vacaciones este “valedor”, como dijera nuestro querido Tomás Mojarro, dejará de publicar estas breves reflexiones hasta la segunda semana de enero. Aprovecho para enviarles un saludo caluroso y felices fiestas)