Lo que le faltó reclamarle el capitán Dan a Dios en medio de la tormenta.
[bctt tweet=»Si Dios existe, Auschwitz permitió que sucediera en un acceso de ira contra los humanos; como cuando los Egipcios fueron exterminados. » via=»no»]
I
Dios está en la sonata número uno en sol menor de Bach, fue el último lugar donde se pudo refugiar en medio del horror que resultó su creación: la cruel humanidad. La especie más depredadora, la que puede representar a la luz de la razón y a la bajeza del instinto al mismo tiempo, le causa pesadillas generación tras generación.
Si Dios existe, su creación el hombre fue el peor error de su larga existencia, más vale que Dios sea una de tantas fantasías del hombre, como el dinero y la realidad.
Si Dios existe, Auschwitz permitió que sucediera en un acceso de ira contra los humanos; como cuando los Egipcios fueron exterminados.
Si el Dios Judeo Cristiano existe y tuvo que sacrificar a su propio hijo para permitirme a mí, ser divino ¿Porqué hasta su divino hijo le recriminó el inmenso abandono y el sufrimiento al que lo arrojó diciéndole: -padre ¿Por qué me has abandonado?-
Si ese Dios antropomorfo existe ¿Por qué nos arrojó a su hijo y a la humanidad, junto a las demás criaturas depredadas por nosotros a sufrir aquí en este infierno llamado existencia? ¿Para probarnos, para darnos el libre arbitrio que suele terminar en genocidios?
Si Dios existe, la ramera de Buchenwald fue un demonio satánico que se le salió de control unos años. La dejó coleccionar lámparas de piel humana entre otros fetiches que obtenía de sus víctimas.
Todo porque el todo poderoso es tan amoroso que nos regaló a los humanos libertad para hacer lo que nos venga en gana: Por esto Stalin pudo sentirse que era Dios y matar millones de disidentes mientras reía desplumando gallinas delante de sus súbditos.
Porque tenemos libre arbitrio, el criador y exterminador de pollos desde su niñez: el siniestro Heinrich Himmler, pudo usar el Estado Nacional Socialista para hacer sus experimentos de adulto con humanos.
Por la libertad, los liberales Norteamericanos detonaron dos bombas atómicas, todo a nombre de la libertad .
Dios inventó el sufrimiento, la guerra, la enfermedad, el hambre. Todo lo hizo por amor a nosotros sus detestables criaturas que se equivocan generación tras generación.
Pero la música sigue sonando, soñando por nosotros los acabados humanos; la partita número 2 en Re menor de Bach llega a mis oídos, recuerdo que Johan Sebastián componía para Dios el indefinible omniausente, Dios es responsable también de la música tributada a su idea. Bach inunda la habitación y es armonía a la pesada y profunda idea de Dios.
La mujer bella que nos corresponde y la deseamos ardientemente bien podría ser divina también.
La inmensa noche con sus agitadas estrellas, bien podrían ser indiferentes a nuestros ruegos, lágrimas, súplicas. Bien pudiera existir tanta belleza por causas incomprensibles.
¡Pero dudo! Hasta contradigo mi pesado y absurdo nihilismo, ni en eso puedo ser determinante.
Creo en la analogía del ser porque la belleza que me rodea a mí y a todos, me ha traicionado con alegrías inmensas e indescriptibles, porque la bondad de algunos humanos me ha probado que son superiores a mí, porque el éxtasis existe, y porque Bach hace sonatas que son para Dios.
La fidelidad y la alegría inagotable de mis perros, las amistades largas, el vino fresco, el humo que inspira, las imágenes del cosmos, la sonrisa sincera, la comida de mi madre, los paisajes, los niños, los colibrís, las aves, los amaneceres en la playa, las noches repletas de estrellas, la sonrisa de la mujer que me ama.
