Tendencias hacia el no uso de animales para investigación

Tendencias hacia el no uso de animales para investigación

«Normalmente, los experimentos en animales no sólo fallan en su intento de contribuir a la seguridad de los fármacos, sino que tienen el efecto contrario.»

— Fickentcher, Furt. Instituto Farmacológico de la Universidad de Bonn.

Una de las características que diferencian al ser humano de otras especies es que puede llegar a ser un sujeto ético; es decir, capacitarse o capacitarlo para prever las consecuencias de sus actos, para hacer juicios de valor y distinguir el bien del mal, eligiendo libremente hacer lo uno o lo otro. Para lograrlo, se debe practicar la empatía, el cuestionamiento de las propias acciones y asumir la responsabilidad de las mismas. Entre las preocupaciones éticas que ha desarrollado el ser humano están el amor a la naturaleza, la defensa medioambiental, la preocupación por la biodiversidad y la bioseguridad además de la protección animal.

La ciencia nos enseña el valor de la preservación de las especies biológicas y de la integridad de los ecosistemas. Desde el punto de vista bioético, los animales no son, por sí mismos, sujetos de derechos ni de responsabilidades, pero las personas sí tenemos responsabilidades hacia ellos.

Desde otra perspectiva, los animales poseen ciertas características que los acercan a ser considerados como sujetos morales pues son seres sensibles, con capacidades cognitivas, capacidad para mejorar, sociabilidad y posesión de una vida.

Sin embargo, por carecer de autonomía en manos de los humanos, los animales no pueden negarse a ser objeto de experimentos y, por tanto, la responsabilidad de no ocasionar daños recae en el ser humano: por ende, no se justifica infligir dolor y sufrimiento a animales de investigación.

Lamentablemente dado el sufrimiento infringido a miles de animales, es pertinente y urgente crear normatividad que los defienda y criterios éticos para evitar al máximo su uso. Preguntas básicas como ¿realmente la investigación aportará valor social?, ¿tendrá validez científica?, ¿existe algún método alternativo para evitar usar animales? ¿Ha habido avances en materia de protección hacia los animales de investigación?.

En este sentido es conveniente revisar algunos casos exitosos al respecto, tal como la campaña que realizó Henry Spira para cambiar los métodos de prueba de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) la cual fue un proceso estratégico que involucró tácticas de activismo, diálogo con las partes interesadas y presión pública. Inicio con un encabezado en el periódico que decía: «¿A cuántos conejos ciega Revlon en nombre de la belleza? (15 de abril de 1980, el New York Times).

Estos fueron algunos aspectos clave de cómo Spira logró influir en la EPA:

Investigación y Concientización Pública:

Spira llevó a cabo investigaciones exhaustivas sobre los métodos de prueba de la EPA, en particular, aquellos que implicaban experimentos de toxicidad en conejos.

Utilizó la información recopilada para crear conciencia pública sobre la crueldad y las deficiencias éticas de estos métodos de prueba.

Campañas de Medios y Presión Pública:

Spira utilizó campañas mediáticas para difundir información sobre los métodos de prueba y generar atención y apoyo público.

La presión pública, incluyendo protestas, cartas de los ciudadanos y la atención de los medios, ayudó a poner el tema en la agenda pública.

Enfoque Estratégico y Diálogo:

En lugar de adoptar un enfoque confrontativo, Spira eligió un enfoque estratégico y dialogó con la EPA y otras partes interesadas.

Trabajó para comprender las preocupaciones y restricciones de la EPA al tiempo que abogaba por alternativas éticas y científicamente válidas.

Colaboración con la Industria:

Spira colaboró con empresas y científicos para buscar métodos de prueba alternativos y más éticos que fueran aceptables tanto para la industria como para los reguladores.

Presión Interna y Cambio desde Adentro:

Spira buscó apoyo interno dentro de la EPA conectándose con científicos y funcionarios que también veían la necesidad de cambiar los métodos de prueba.

Logro de Compromisos y Cambios Graduales:

En lugar de buscar un cambio completo de inmediato, Spira trabajó para lograr compromisos graduales y mejoras en los métodos de prueba lo que permitió una transición más suave.

Este enfoque multifacético y estratégico de Spira combinado con la creación de conciencia pública y la presión a través de medios y diálogo fue fundamental para influir en la EPA y lograr cambios significativos en los métodos de prueba de toxicidad. Su enfoque ha sido considerado un modelo para la promoción efectiva de reformas éticas.

Sin embargo, la lucha de Spira solo tuvo efecto en el uso de animales para productos cosméticos, pero no a otros niveles. El uso de animales en experimentos no sólo es cruel sino también, a menudo, ineficaz. Los animales no contraen de forma natural muchas de las enfermedades que padecen los humanos, como los principales tipos de enfermedades cardíacas, muchos tipos de cáncer, el VIH, la enfermedad de Parkinson o la esquizofrenia. En cambio, los signos de estas enfermedades se inducen artificialmente en animales en laboratorios en un intento de imitar la enfermedad humana. Sin embargo, tales experimentos menosprecian la complejidad de las condiciones humanas, que se ven afectadas por variables de amplio alcance como la genética, factores socioeconómicos, cuestiones psicológicas profundamente arraigadas y diferentes experiencias personales.

En este sentido hay muchos ejemplos donde primero se probó en animales cómo el medicamento contra la hepatitis B fialuridina que tuvo que suspenderse porque causó daño hepático grave en siete pacientes, cinco de los cuales murieron. Otro caso fue el de voluntarios humanos que probaron un nuevo tratamiento con anticuerpos monoclonales (TGN1412) en el Hospital Northwick Park, Reino Unido, en 2006 quienes sufrieron una reacción inmune grave y casi mueren. Las pruebas en monos con dosis 500 veces superiores a la administrada a los voluntarios no lograron predecir los efectos secundarios peligrosos.

Actualmente en general no hay organismos internacionales que busquen erradicar por completo la investigación en animales, ya que la investigación científica se dice “es esencial para el avance del conocimiento y el desarrollo de tratamientos médicos y tecnologías” Cuando la verdad, solo por poner un ejemplo, después de haber gastado miles de millones de dólares, incontables animales, y más de treinta años en la guerra contra el cáncer, ya debería de haber resultados si la investigación con animales fuera válida. Por el contrario, la incidencia del cáncer sigue aumentando.

Aunque si hay países, organizaciones y esfuerzos internacionales que trabajan para mejorar las prácticas y reducir el uso de animales en la investigación, así como promover métodos alternativos que no involucren animales tal es el caso de:

-Consejo Internacional de Organizaciones de Ciencias Médicas (CIOMS): Proporciona pautas éticas para la investigación biomédica y aboga por el uso ético de animales en la investigación.

-La Unión Europea ha implementado regulaciones estrictas a través de la Directiva 2010/63/UE para proteger el bienestar de los animales utilizados con fines científicos y promover métodos alternativos cuando sea posible.

-Centro de Información sobre Métodos Alternativos Internacionales (ICCVAM): En los Estados Unidos, el ICCVAM trabaja para promover métodos alternativos a través de la evaluación científica de métodos que pueden reducir o reemplazar el uso de animales en pruebas.

-Interagency Coordinating Committee on the Validation of Alternative Methods (ICCVAM): Este comité en los Estados Unidos se enfoca en la validación de métodos alternativos para reducir el uso de animales en investigaciones y pruebas.

-Iniciativa 3 Rs: Esta iniciativa, promovida por organizaciones como el Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos (National Research Council – NRC), busca reemplazar, reducir y refinar el uso de animales en la investigación.

Esta última metodología tiene sus orígenes en1960 cuando dos biólogos ingleses, Russel y Burch, en su libro “The Principle of Humane Experimental Technique”, describieron los principios de las tres erres que hacen referencia a reemplazar, reducir y refinar.

Las alternativas de reemplazo aluden a métodos que eviten o sustituyan el uso de animales. Esto incluye tanto los reemplazos absolutos (es decir, sustituir animales por modelos informáticos), como los reemplazos relativos (es decir, sustituir vertebrados, por animales con una menor percepción del dolor, como algunos invertebrados).

Las alternativas de reducción aluden a cualquier estrategia que tenga como resultado el uso de un menor número de animales para obtener datos suficientes que respondan a la cuestión investigada, o la maximización de la información obtenida por anim

al, para así limitar o evitar potencialmente el uso posterior de otros animales, sin comprometer el bienestar animal.

Las alternativas de refinamiento aluden a la modificación de la cría de animales o de los procedimientos para minimizar el dolor y la angustia, así como para mejorar el bienestar de los animales utilizados en la ciencia desde su nacimiento hasta su muerte.

Actualmente el Centro nacional para el reemplazo, refinamiento y reducción de animales en investigación (NC3R), facilita una lista de verificación que proporciona información sobre los animales experimentales, diseño del estudio, procedimientos experimentales, alojamiento y manejo, declaraciones éticas y más. También sugiere se cumplan los siguientes criterios:

Justificación de la investigación.

Respeto por la dignidad de los animales

Los investigadores deben respetar el valor de los animales, independientemente de su valor de utilidad, y sus intereses como criaturas vivas y sensibles. Los investigadores deben ser respetuosos al elegir su tema y métodos, y al difundir su investigación. Los investigadores deben proporcionar cuidados adaptados a las necesidades de cada animal de laboratorio.

Antes de utilizar animales, es obligatorio que los investigadores aclaren claramente su finalidad científica. Debe haber una expectativa razonable de que la investigación dará como resultado un aumento del conocimiento científico en diferentes aspectos de la biomedicina y también aumentará la comprensión de las especies bajo estudio o proporcionará resultados que podrían mejorar la calidad de la salud o el bienestar de los humanos u otros animales. El propósito científico de la investigación debe tener suficiente importancia potencial para justificar el uso de animales. La especie elegida para el estudio debe ser la más adecuada para responder a las preguntas planteadas. Además, cabe señalar que un buen diseño experimental ayuda a reducir la cantidad de animales utilizados en la investigación, ya que permite a los científicos recopilar datos utilizando la cantidad mínima de animales necesaria. Sin embargo, se debe utilizar un número suficiente para permitir análisis y resultados estadísticos precisos, evitando la repetición de experimentos y la consiguiente necesidad de utilizar más animales.

Personal e investigadores

Los científicos deben asegurarse de que todas las personas que utilizan animales bajo su supervisión reciban instrucción explícita sobre métodos experimentales y sobre el cuidado, mantenimiento y manejo de las especies en estudio. Refinar los procedimientos experimentales en sí y el manejo del dolor son las cuestiones más importantes que el investigador debe tener en cuenta. Deben evaluar cuidadosamente el método de administración, los efectos de la sustancia en el animal y la cantidad de manipulación y sujeción necesarias. Los investigadores deben manipular a los animales con cuidado y administrar anestésicos y analgésicos adecuados durante los experimentos. Estos trabajos pueden ayudar a reducir el dolor que experimentan los animales durante los procedimientos. Esta cultura de cuidado se logra no sólo a través de regulaciones estrictas sino también asegurando que los técnicos en animales y otros trabajadores comprendan y adopten dichas regulaciones). Por lo tanto, la capacitación adecuada es un aspecto importante para perfeccionar la investigación con animales y debe revisarse y mejorarse continuamente.

Procedimientos experimentales

Se debe incorporar una consideración humana por el bienestar del animal en el diseño y realización de todos los procedimientos que involucren animales. Los procedimientos quirúrgicos requieren una estrecha supervisión y atención a consideraciones humanas por parte del científico. Siempre que sea posible, se deben utilizar técnicas asépticas en animales de laboratorio. Todos los procedimientos quirúrgicos y anestesia deben realizarse bajo la supervisión directa de una persona competente en el uso de los procedimientos. Si es probable que el procedimiento quirúrgico cause mayor malestar que el de la anestesia y, a menos que exista una justificación específica para actuar de otra manera, los animales deben mantenerse bajo anestesia hasta que finalice el procedimiento. Los animales no pueden ser sometidos a sucesivos procedimientos quirúrgicos a menos que sean requeridos por la naturaleza de la investigación, la naturaleza de la cirugía o el bienestar del animal. Múltiples cirugías en el mismo animal deben recibir una aprobación especial del comité de cuidado animal.

Cuidado y alojamiento de animales.

Todos los procedimientos con animales deben ser revisados por un comité local de cuidado de animales para garantizar que los procedimientos sean apropiados y humanos. En caso de que no sea posible constituir un comité local apropiado para el cuidado de los animales, se anima a los científicos a buscar asesoramiento del comité correspondiente de una institución cooperativa. La responsabilidad de las condiciones en las que se mantienen los animales, tanto dentro como fuera del contexto de experimentación o enseñanza activa, recae en el investigador bajo la supervisión del comité de cuidado de los animales y en las personas designadas por la institución para supervisar el cuidado de los animales.

En este sentido, las investigaciones de George Mason y Jeffrey Rusher de la Universidad de Guelph y Agri-Food Canadá estimaron que más de 35 millones de animales incluyendo mascotas de granjas, laboratorios y zoológicos en todo el mundo tienen estereotipias debido al cautiverio. De estos, 50 por ciento de los ratones de laboratorio y el 15 por ciento de los monos rhesus que viven solos en jaula quienes desarrollan comportamientos como morderse, golpearse la cabeza y darse bofetadas.

Por otro lado, los experimentos de Bill Greenough a finales de los años 1960 y 1970 criando crías de ratas en ambientes estimulantes fueron los estudios que se hicieron famosos. Bill crio un grupo de ratas en una jaula de laboratorio de plástico estándar con virutas en el suelo. El otro grupo vivía en un ambiente enriquecido lleno de muchos juguetes y tablas de madera viejas. Traía juguetes nuevos todos los días y cambiaba la posición de las tablas, por lo que el entorno enriquecido también incluyó muchas novedades y cambios. Cuando observó los cerebros, descubrió que las ratas en el ambiente enriquecido tenían un mayor crecimiento dendrítico en su corteza visual. (Las dendritas son conexiones que se ramifican desde las células cerebrales y conducen impulsos eléctricos hacia el cuerpo celular). Las ratas que vivían en ambientes estimulantes tuvieron un mayor crecimiento cerebral.

A partir de estudios como estos, se anima (más no se exige) a los investigadores a considerar enriquecer los entornos de sus animales de laboratorio.

Todos los responsables de los animales necesitan un conjunto de pautas simples y confiables para crear un buen bienestar mental que pueda aplicarse a cualquier animal en cualquier situación”. La regla es simple: no estimular la IRA, el MIEDO y el PÁNICO y estimular la BUSQUEDA y el JUEGO. Proporcionar entornos que mantengan al animal ocupado y prevengan el desarrollo de estereotipias.

Otro avance es que actualmente ya existen bases de datos de métodos de investigación que no usan animales tales como:

ALTBIB: Alternatives to Animal Testing;

EURL ECVAM dataset on alternative methods to animal experimentation (DB-ALM): Norecopa;

• International Network for Humane Education (InterNICHE)

En cuanto a el no uso de animales en cosmetología, en la actualidad solo existen cuatro organizaciones oficiales capaces de otorgar el sello oficial de “Cruelty Free” para cosméticos (identificados por sus logos oficiales). Estas son: Cruelty Free International (Leaping Bunny es conocido como el que posee los estándares de certificación más estrictos), PETA, Choose Cruelty Free y Te Protejo. Dado que los conejos han sufrido tanto a lo largo de los años por la industria cosmética, no es de extrañar que se haya elegido un conejo para representar la campaña global Be Cruelty-Free para poner fin a la crueldad con los cosméticos en todo el mundo.

Para terminar, me gustaría comentar que Dietrich Bonhoeffer un teólogo alemán que se distinguió por su activismo contra el régimen nazi, lanzó su Teoría de la Estupidez de Bonhoeffer, ésta surgió tratando de explicarse cómo había sido posible que una población mayoritariamente educada y razonablemente culta se hubiera dejado arrastrar en ese torbellino de irracionalidad y maldad, hasta el punto de enterrar sus principios éticos y religiosos.

Muchos ciudadanos alemanes siguieron participando y apoyando al régimen nazi incluso cuando ya era evidente su crueldad y su locura. Años después, con arrepentimiento, algunos alegaban no haberse dado cuenta del mal imperante. “Yo no sabía”, “no me percaté”. Evidentemente hubo en ellos una clara voluntad de no saber y una grave irresponsabilidad personal al dejarse arrastrar por la multitud o cegar por la pasión ideológica.

Así también sucede con el trato injusto y abusivo hacia los animales. Crear tumores más grandes que el propio cuerpo de ratones, hamsters o ratas, romper los huesos de cachorros sanos para probar nuevos tipos de prótesis, cegar a miles de cuyes para estudiar ritmos circadianos o crear cosméticos, son solo alguno ejemplos de las atrocidades que se hacen con los animales en nombre de la ciencia, muchos consideran que gran parte de la problemática deriva de excluir a los animales de los principios morales humanos.

Los animales no son meros objetos que podamos usar, como se usa una piedra o un microscopio, son sujetos que tienen una vida y por ende les importa aquello que pueda sucederles; tienen un interés en conservar su vida, en otras palabras, tienen intereses propios independientes de los de los humanos.

Según el principio de proporcionalidad de Taylor, debe darse mayor peso a intereses básicos que a intereses no básicos, sin importar de qué especie estemos hablando (si humana o no humana). En el caso de los animales conservar su vida es un interés básico (que es el mayor interés que un ser vivo puede tener*), mientras que en el caso de los humanos aprender, se trata de un interés no básico, que además es algo que puede lograr y comprender con modos alternativos, sin matar animales. Por ello, éticamente, el interés básico del animal debe tener mayor peso que el interés no básico del ser humano.

Al reconocer a los animales como seres sintientes con capacidad para sufrir y sentir dolor, se debería de proponer normas semejantes a las que se incluyen en los códigos éticos humanos. El mayor problema es que en la ley se da primacía a la ciencia y no al bienestar animal. A pesar del avance en nuestra comprensión de la sintiencia animal y los argumentos relativos a la consideración moral de los animales en las últimas décadas, se aplica una ley de hace medio siglo o más, sin que la misma haya sido reemplazada por nueva legislación que dé una protección más importante a los animales.

Espero que el caso de Henry Spira, pueda servir como ejemplo de cómo podemos hallar sentido a la existencia siendo coherentes con nuestros propios valores. Spira falleció en 1998, pero su legado y sus contribuciones al movimiento por los derechos de los animales continúan siendo recordados y estudiados. Su enfoque pragmático y sus éxitos en la implementación de cambios éticos siguen siendo fuente de inspiración para los defensores de los derechos de los animales.

* Sugiero ver la película “Mi maestro el pulpo” (Netflix) (que ilustra el interés básico de conservar la vida). Comparto link de video alusivo.

Ana Romo ja ulericavida1 @o utloo k.es

Ana Romo G
Ana Romo G

Médica veterinaria y zootecnista, académica, escritora y bioeticista.

Ana Romo G

Médica veterinaria y zootecnista, académica, escritora y bioeticista.

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