Una mujer fantåstica: rebeldía, resistencia y amor

Una mujer fantåstica: rebeldía, resistencia y amor

Con “Una mujer fantástica” (2017)el chileno Sebastián Lelio, ha redoblado el exitoso carril de galardones y reconocimientos que con “Gloria” (2015), desde su presentación en el Festival de Cine de Berlín 2017, donde obtuvo el Oso de Plata a mejor Guion, ganó la sección Teddy y recibió Mención especial del Jurado Ecuménico.

Desde entonces ha eslabonado premios, en España en el Festival de cine de San Sebastián, el Goya, el Forqué, como película iberoamericana/latinoamericana, misma categoría en que se alzó con el Premio Fénix y compite para el Ariel; y ahora está nominada para el Oscar de filme en idioma no inglés, al igual que lo estuvo para el Globo de Oro.

Lelio propone en “Una mujer fantástica” otra heroína arriesgada: Marina Vidal (una personificación fuerte, compleja, genuina, casi todo el metraje en cuadro, por Daniela Vega), en su lucha particular por ser aceptada como mujer, es transexual, y como la pareja de Orlando, con quien compartió intimidad y hogar, por meses o años.

Un conflicto se da por la diferencia de edades entre ellos y la anterior existencia de él, su familia, su esposa e hijos, en particular el mayor, homófobo; así como las circunstancias en que Orlando se accidenta, que acarreaninvestigación policial.

Lo que se introduce como una plácida y feliz relación entre dos adultos, los fractura la fatalidad. Remueve los cimientos en la vida de Marina. Le hace resentir más la opresión para con la gente como ella, a quien hasta el nombre le niegan, dentro de una sociedad aún no dispuesta a admitir cierto tipo de relaciones, ni a comprender enamoramientos diferentes a los “acostumbrados”; o a darle su lugar a la mujer que Orlando amaba, patente desde las imágenes al principio:la manera en que él la mira, la acaricia, le festejaen unos minutos es claro lo mutuo del sentimiento y la atracción.

Una secuencia en que Marina camina por la calle, y uninclemente viento le pega de frente sin tumbarla, viene a dar la moraleja del filme, con ella estoica, aguantando ramalazos, literales, verbales y efectivos. Que sea un movimiento lateral sacude más al espectador, al casi congelar la imagen de ella y observar sus esfuerzos por aguantar a pie firme(Otros “travellings” similares preparan y avalan la escena)

Lelio afianza a su protagonista en cada tranco, la espoleafrente a las contrariedades y las sospechas en automático por su cambio de sexo. La vuelca más femenina, en vestimentas y en su interior. Pone de fondo la canción de Carole King “(You make me feel) Like a Natural Woman” para apretar su reciedumbre, alentar su arrojo de ir a la iglesia, de no quedarse fuera sólo por ser quien es, o cuando se cuela desnuda a un baño de vapor con hombres, en una curva argumental que toma el director.

Así acontezca en un país como Chile, todavía con rémoras de esta índole, la tragedia que zarandea a Marina es de mayor ensanchamiento, vale para docenas de lugares con gente de pensamientos oxidados. El realizador cuida generalizar, pone al hermano de Orlando algo comprensivo y a la esposa no siempre cerrada; a una policía mujer con preocupaciones contradictorias acerca de la unión que disfrutaba la pareja; a un médico cuidadoso al auscultarla (y Lelio, con pudor, encuadra medio cuerpo arriba).

En la entrega de los Goya, al recibir la estatuilla, la actriz Daniela Vega expresó tres palabras: “rebeldía, resistencia y amor”. Es lo que su personaje aporta (rebeldía), lo que exterioriza en cada plano (resistencia), lo que siente por Orlando (amor), lo que desea entiendan: el dolor de perder a un ser amado.

Leopoldo Villarello Cervantes

Leopoldo Villarello Cervantes

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