500 jóvenes en el extranjero y el niño que narraba asesinatos en el palacio menor

500 jóvenes en el extranjero y el niño que narraba asesinatos en el palacio menor

Es materia del gobierno municipal asegurar con sus convocatorias el carácter social, masivo y pluriclasista de los programas municipales, más allá del rol ordenador, regulador, facilitador e impulsor del bienestar de su gente.

Las dependencias aplican las regulaciones fundamentales a través de un recurso propagandístico que nos evita la realidad y la función que como ciudadanos debemos desempeñar. Quizá lo que se invierte en medios se destina en campañas que tienen la capacidad de mimetizarse en la memoria colectiva.

Si no es así, las campañas -que no están precisamente en los medios de comunicación masiva sino en los espacios publicitarios ubicados en las calles de la ciudad- solamente desempeñan un propósito embaucador en el sentido peyorativo de la palabra.

Porque después de que el municipio llama a no excederse en la velocidad, los policías de tránsito no están para evitar que los automovilistas corran; después de que se indica que hay que barrer la calle, no hay un inspector que obliga al ciudadano a que mantenga sin basura el frente de su casa; después de que señalan que los camellones se riegan con agua tratada, las plantas encargadas no funcionan.

Así nos podríamos ir recorriendo las políticas públicas municipales que se implementan en el municipio de Aguascalientes, donde nos hemos acostumbrado a que ellos dicen que hacen y a nosotros nos toman el pelo. Como el niño que narraba asesinatos, el municipio nos dice “dónde había sucedido, qué había pasado y lo que podría pasar en las próximas horas”.

En este sentido, el municipio lanzó una convocatoria para que los jóvenes participarán en las becas de Movilidad internacional para jóvenes de clase mundial.

La convocatoria reunió a 500 jóvenes que el 10 de abril debieron haber emprendido camino al país deseado, sin embargo tenían los mismos diez días para resolver problemas sustanciales como el pago del transporte a la Ciudad de México, el boleto de avión al destino electo y la movilidad comprendía 10 días.

Circunstancias nada fáciles de remontar ya que a muchos de los jóvenes los puso en aprietos, mientras que otros ya tenían un plan, con los recursos en la cartera para salir por dos semanas fuera del país. Para disponer de un crédito, la organización no gubernamental con la que se ligaron, ofrecía un plan de pago que incrementaba el pago, ya que se realizaba a plazos y con sus respectivos intereses.

Hoy les resultó fácil publicar y mantener en la página web oficial muchos días el resultado, porque reunía a 500 jóvenes seleccionados. Y como es fácil hacer caravana con sombrero ajeno y sentar en nuestra conciencia y memoria que ,después de haber cubierto el requisito del pasaporte, chistaría por no disponer de los recursos económicos para asistir al programa internacional de trabajo comunitario para jóvenes de clase mundial.

Hoy, después del día 20 de este mes, los jóvenes que no tuvieron acceso al programa y al crédito, pueden recorrer las calles de Aguascalientes y decir que son de clase mundial.

 

Marco Vinicio Saldaña

Marco Vinicio Saldaña

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