¡MENTIROSA!

¡MENTIROSA!

Durante una temporada más o menos larga, a un grupo de amigos nos dio por jugar con el cubilete en la cantina, un juego que llamábamos mentirosa, no se si sea un nombre generalizado o sólo nosotros lo utilizábamos. El juego consistía en agitar y depositar el cubilete sin levantarlo y declarar un tiro que habría de superar al del jugador de la izquierda, el de la derecha tenía tres opciones, si no creía lo declarado levantaba el cubilete, si estaba el tiro o era mayor, si era menor perdía el que le había pasado la jugada; la segunda opción era ver sólo para sí el tiro y pasarlo declarando un tiro superior y el de la derecha tendría las opciones con similar consecuencia; la tercera opción era volver a tirar el cubilete y declarar un tiro necesariamente mayor. La clave, como en el poker era la sangre fría para mentir, la  también fría y firme el temperamento. O sea lo mismo que, según la regente, se requiere para negociar con el Presidente Trump, será por eso que la presidente salió tan buena para mentir, con cinismo, desvergüenza y desde luego sangre fría. 

En su chou mañanero, mas aburrido, cansino y soso que cuando lo encabezaba su mentor, que, de repente tenía buenas puntadas y ocurrencias tan descocadas que, aunque nadie se las tomaba en serio, por lo menos despertaban hilaridad. La regente, carece de gracia, de sentido del humor y para colmo, su rostro está tan tenso, sea por las preocupaciones o por las restiradas que, en vez de risa o de sonrisa produce una mueca rara que pretende hacer pasar por signo de jocundez, ¡y no!. De pilón, atrapada en sus propias declaraciones, se enreda de una manera deplorable con salidas que apelan al respaldo de la claque a sueldo, que ocupa la mayoría de los lugares del salón Tesorería del Circo Palacio. La lista de mentiras se engrosa cada día, como Andrés Manuel, aunque algunas sean tan burdas, que, fácilmente pueden desmontarse. Para muestra: se dio a conocer que durante el mes pasado hubo una reducción en el número de asesinatos diarios que bajó de de 77 a 75, o algo así, sin embargo en esa cifra no se consideran los feminicidios que se llevan en cuenta separada, lo que desde luego distorsiona el total de muertes violentas. 

En las pasadas semanas una reportera de la cadena alemana Reuter hizo ver su suerte a la presidente, no impuesta a bajar la cabeza ante la “investidura” presidencial y resistente a las “embestiduras”, cuestionó los datos sobre la producción de petróleo, y cuando la regente quiso corregirla sosteniendo otros datos, la reportera con aplomo y firmeza, la contradijo: “No, presidente, los datos de las fuentes oficiales son los siguientes…” y se arrancó. La regente no tuvo otra alternativa que decir “Adelante” y pasar a otros temas. La ventaja para el gobierno es que, esos ridículos se quedan en la Mañanera y buen cuidado se tiene de no darles difusión. Los errores, las contradicciones, las mentiras, como dice el refrán americano: lo que sucede en las Vegas, se queda en las Vegas. 

Ayer, a propósito de la kermesse organizada para anunciar las medidas que siempre no se tomaron, y también para festejar la llamada que sirvió para suspender la aplicación de los aranceles que EE.UU. anunció, llamada que la presidente tuvo dos horas después de que el subsecretario de Economía de los güeros anunció el diferimiento de la entrada en vigor de esas medidas y que luego el presidente Trump atribuyó al apoyo solicitado por algunas empresas automotrices y otras por el estilo, para reubicar sus armadoras y productoras, lo que ya de por sí era una mentirota y colgarse medallas que no le pertenecen, otra reportera claridosa cuestionó a la presidente.

Reyna, que así se llama la reportera, empezó diciéndole que ya había cumplido su castigo, que durante un mes no le permitieron participar en la tómbola que aplican a los reporteros incómodos. La presidente lo negó, que no es cierto, que la libertad de prensa es total, que nadie limita el acceso, que si se puede expresar con total libertad, que pueden preguntar lo que quieran, etc.. La otra en su cara se lo sostuvo, “nos castigan”, “no nos permiten participar”, “nos advierten y fijan lineamientos” y se lo digo aquí, delante de ellos. La presidente sonrió, “no es cierto, hay total libertad”. Reyna no terqueó y pasó a referirse al acarreo que se practicó para “llenar” el zócalo que, según las cifras oficiales no sólo tendría dos, sino tres pisos para albergar la cantidad que la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México dio a conocer: 350,000 personas “apoyaderes”, cantidad que tuvo que determinarse en función de las que se calcularon para el carnaval del sábado. Por supuesto que la capacidad de convocatoria del gobierno habría de ser mayor que la del 8M.

La presidente conminó a la reportera: “¿por qué dices que hubo acarreo?”. – Porque lo constaté, recorrí el trayecto de las calles cercanas, les anduve preguntando a las gentes (sic), los de Gunajuato me dijeron que les dieron $200 más su lonche y refresco, de más lejos hasta $600 y así-.  “No es cierto, nadie vino contra su volunta”. – Me consta lo contrario. Pasando a otro tema, porque luego me castigan, algunos juristas han dicho que es ilegal que se haya expulsado a los 29 narcos, y le quiero preguntar ¿Si usted participó en la decisión”-. “No, el gabinete de seguridad puede funcionar sin mi presencia y la ley me faculta para delegar, en cuanto a la legalidad aquí está el Fiscal para que te explique”.

A confesión de parte relevo de pruebas, es un brocardo de aplicación usual. Nadie tiene facultades para expulsar ni extraditar a un mexicano sin previo juicio, ni siquiera el presidente a un extranjero aplicando el artículo 33 constitucional, porque el derecho convencional no lo permite, contimenos a un nacional. El gabinete de seguridad no es autoridad, el poder ejecutivo es unipersonal, no colegiado. 

El anciano fiscal repitió las mentiras que, cualquier persona puede desenmascarar por sí mismo con tan solo leer el artículo 5 de la Ley de Seguridad Nacional, el 89 de la Constitución General de la República y  los primeros artículos de la Convención de Palermo. 

En su escalafón, Benjamín Disraeli, señalaba las siguientes: mentiras, mentirotas y estadísticas. Habría que agregar declaraciones presidenciales. 

jemartinj@gmail.com                         facebook jemartinj                        X @jemartinj 

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

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