Luz que habita la sombra
Sobre el tronco vencido, cuatro aves se detienen en aparente calma. Sus cuerpos, de un blanco casi sagrado, contrastan con la quietud oscura del fétido entorno. Allí permanecen, suspendidas entre el reflejo y la penumbra, como si el instante las hubiera elegido para recordarnos que toda claridad nace del misterio que la sostiene.
Las egretta tula representan una tensión que trasciende su apariencia. En ellas coexisten los tonos más opuestos: el resplandor y la oscuridad, el vuelo y el peso de la rama que las soporta. Su equilibrio natural parece aludir a un principio esencial de la existencia: la necesidad de aceptar que lo luminoso no podría revelarse sin el fondo que lo contiene.
Carl Jung hablaba de la sombra colectiva como ese conjunto de impulsos, temores y deseos que compartimos en silencio. La imagen de estas aves, reunidas sobre la madera caída, parece materializar esa idea. Cada una proyecta su propia silueta, pero juntas componen un todo más vasto, un espacio donde las sombras individuales convergen, dialogan y conspiran contra todo aquello que no es de su banal conveniencia.
Reconocer la sombra —esa parte de nosotros que algunos evitan mirar— no implica condena, sino integración. Ignorarla nos fragmenta; abrazarla nos completa. Como las aves, el ser humano, se posa entre la luz y la oscuridad de su propio espíritu, buscando un punto de aparente armonía. Allí, en el límite entre ambas fuerzas, se abre la posibilidad de comprender que lo contrario no siempre es enemigo, sino complemento.
El paisaje a color refuerza esa enseñanza: la realidad no se reduce al blanco o al negro. La vida acontece en matices, en transiciones, en los bordes difusos donde el día conversa con la noche. Solo quien aprende a mirar con profundidad descubre que el resplandor más puro también nace del abismo más hondo.

Más allá de la mirada: La sombra colectiva es un concepto propuesto por Carl Jung para describir los aspectos reprimidos y no reconocidos de una sociedad o grupo. Surge cuando las sombras individuales se congregan, generando comportamientos inconscientes que influyen en la cultura, la política y la historia. Como diría aquel refrán de origen español: “Dios los cría, y ellos se juntan”.
mariogranadosgutierrez@outlook.com

