ALGO HUELE A PODRIDO EN LA UAA

ALGO HUELE A PODRIDO EN LA UAA

In memoriam C.P. Humberto Martínez de León, Dr. Alfonso Pérez Romo.

Amicus Plato, sed magis amica veritas, Aristóteles.

La Universidad es la muchacha más bonita del pueblo, hay que protegerla de quienes quieran aprovecharse de ella, Dr. Alfonso Pérez Romo.

Soy maestro de la Universidad desde que era IACT, marzo de 1971, fuí alumno en bachillerato, fui Consejero Estudiantil entonces, he sido presidente de la Asociación de Catedráticos e Investigadores, Consejero, Secretario General, alumno y egresado de una Maestría, amonestado por fumar y enamorado de la muchacha más bonita del pueblo. Tengo como universitario la obligación de dar a conocer los hechos que han causado un grave quebranto a nuestra máxima casa de estudios, como abogado y maestro de la carrera de Derecho el compromiso ético, al márgen del libelo que hace poco hicieron circular las autoridades universitarias, de señalar lo que en mi criterio constituyen hechos ilícitos cometidos por funcionarios y ex-funcionarios del organismo y el deber como ciudadano de denunciarlos públicamente.

La ropa sucia de la Universidad debe lavarse en la comunidad, porque la Universidad y los Universitarios nos debemos a Aguascalientes. Todavía habemos muchos que vivimos la entusiasta respuesta de la sociedad a la iniciativa del C.P. Humberto Martínez de León para la transformación del IACT, y muchos que seguimos con el mismo entusiasmo sirviendo en ella.

Sorpresivamente hace unas dos semanas se publicó la noticia en el diario El País, periódico español de circulación en México. Varios organismos públicos habían incurrido en involucrarse en una estratagema financiera tipo pirámide, en la que, como se sabe, tarde o temprano, los inversores terminan perdiendo la inversión cuando, la base de la pirámide deja de sustentarse al no conseguir nuevos incautos. El denominador común es que se trataba de organismos públicos centralizados o descentralizados cuyos administradores fueron “incentivados” con una comisión en efectivo que avivó su ambición a partir de su natural corrupto para arriesgar, con el beneficio personal, los fondos de la institución.

Entre los organismos afectados se encuentra la Universidad Autónoma de Aguascalientes, que por decisión del entonces Rector Dr. Francisco Javier Avelar González, invirtió poco más de 200 millones de pesos en una Casa de Bolsa en un mecanismo financiero aleatorio, de rendimientos variables. Esto fue a mediados del año 2020 en plena pandemia de COVID y los recursos “invertidos” fueron tomados según afirman funcionarios actuales, del fondo de contingencias de la Universidad, que se había logrado conjuntar por ahorros. De entrada llama la atención que en plena pandemia sin conocer los alcances y afectaciones que podría traer a la universidad, el rector haya decidido quedarse sin fondo de contingencias y meterlo en una inversión de riesgo y sin disposición inmediata del dinero. Llama la atención también que la Universidad haya arriesgado el Fondo sin haber cumplido compromisos obrero patronales ya que adeuda desde hace alrededor de 10 años más de 8 millones de pesos al IMSS por concepto de capitales constitutivos y para garantizar ese adeudo el rector Avelar obtuvo el acuerdo del Consejo Universitario para comprometer como garantía la Reserva Ecológica de la Posta Zootécnica, , para esa garantía se hubiera podido utilizar el Fondo, pero ya no se tenía. Llama la atención también que la Universidad no haya pagado la cuotas al IMSS de maestros de hora clase, que ahora se encuentran conque sus semanas trabajadas no coinciden con las semanas cotizadas. Llama la atención también, que, con el silencio si no complicidad de la ACIUAA, no se haya dado a estabilidad laboral a muchísimos maestros que no tienen su base, con tal de no asumir mayores compromisos. Llaman la atención otras cosas que por lo pronto me reservo.

La Universidad como todo ente público y sin perjuicio de su autonomía está sujeta a ordenamientos legales que son comunes a organismos descentralizados. Los fondos públicos que percibe, eventualmente pueden producir algunos rendimientos, pero se tiene prohibido invertirlos en operaciones de riesgo como son todas aquellas de renta variable que, por su naturaleza comprometen el capital. Si en sus ordenamientos internos se facultare a las inversiones riesgosas, sería violación flagrante al marco legal de la administración pública descentralizada.

Esa inversión, independientemente de sus resultados es en sí misma un hecho ilícito y objeto de responsabilidad del rector que tomó la decisión. Aún cuando jurídicamente se afirma que la buena fe se presume, en este caso las autoridades máximas universitarias: el Consejo Universitario y la Junta de Gobierno no estuvieron informados de esa grave operación, llamémosle financiera. Más aún, en su último informe el rector Avelar dió a conocer que el Fondo de Contingencias había aumentado, aunque ya la Empresa financiera había dejado de cumplir con la entrega de las prometidas utilidades y el Fondo no estaba en control de la UAA. Cualquiera con dos dedos de frente inferirá que hubo una dolosa ocultación del desfalco que ya se había experimentado.

Sorprende también que la Contraloría de la UAA no haya detectado la irregularidad de la “inversión” y que los auditores externos hayan omitido señalar la mala práctica que implicaba la inversión riesgosa. Cualquiera con un mínimo de conocimientos contables al revisar estados financieros tendría que notar un movimiento de 200 millones sin respaldo confiable. El actual Director de Finanzas C.P. López Reynoso, que repitió en el cargo, se justifica diciendo que el rector tomó la decisión con base en los estudios que en la propia rectoría hicieron y que él sólo firmó, se entiende que por orden del Dr. Avelar.

Suponiendo sin conceder, que con una laxísima interpretación se pensase que pudieran hacerse inversiones de renta variable, aún así habría la responsabilidad de quien manejó el dinero público sin el más mínimo cuidado y atención. Tengo la certeza que de su bolsa no hubiera sacado un peso para arriesgarlo como arriesgó el patrimonio universitario.

Luego de un ominoso silencio la rectriz declaró que se investigaría, naturalmente hasta las últimas consecuencias, naturalmente caiga quien caiga, aunque todo se había hecho conforme con la legislación universitaria, pero ofreció el “capris emisario” de un peón de Rectoría. Inexplicable que, si todo se hizo bien, ya se haya encontrado un responsable.

La magnitud del desfalco y la gravedad del comportamiento de los funcionarios y ex-funcionarios, el desaseo o el dolo con que se produjeron y la evidente cercanía de la rectriz al anterior rector, presunto responsable del desfalco, obligan a que sean separados de sus cargos, al menos mientras se agota la investigación, el Director de Finanzas y el Contralor. Será una piedra de toque para Rectoría. Espero, así en singular y estoy seguro que también la comunidad de Aguascalientes esperamos, que pese más en la Dra. Pinzón su compromiso con la Universidad que sus compromisos personales.

SE LUMEN PROFERRE

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Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

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