“CABALLERO LUNAR” (“MOON KNIGHT”) – DISNEY+
¿Qué tal si…un superhéroe volara sobre el nido del cucú?
Con el “Caballero Lunar”, la nueva iteración de un cómic de Marvel al formato de la pantalla chuica cortesía de Disney+, se crea algo novedoso que aproxima más a estas producciones televisivas al cine que a la estructura de una miniserie estándar, pues nuestro personaje principal es un ser mentalmente fragmentado que posee todas las facetas de un héroe, un antihéroe y de un villano, elementos que dan para una rica exploración en subsecuentes temporadas (que las habrá) o incursiones al universo fílmico de la compañía a la vez que el nivel de creación argumental favorece por lo mismo un zanjado de las propiedades psicológicas del protagonista, por lo que varias escenas se destinan a diálogos tanto externos como internos entre él mismo y algunas otras vías dramáticas que remiten un poco al David Lynch de “Twin Peaks”. Y aun así, entre capítulo y capítulo se nos arrojan intensos mendrugos de peleas y persecuciones características de la Marvel que también sobresalen porque mientras éstas se desarrollan no prevalece la idea de que quien las detona es un hombre con disfraz, sino un hombre atribulado que ha logrado superar en presencia e importancia argumental a su alter ego enmascarado. Tal vez parezca nimio, pero éste detalle me empeño en destacarlo porque la actuación de Oscar Isaac como el Caballero Lunar lo es todo en éste proyecto, sumándose a la línea que curiosamente hermana a todas las series –hasta el momento- de la Marvel en el servicio de streaming: sus actores son quienes ponen de frente y a flote al proyecto, desde “WandaVision” hasta “Ojo de Halcón”, dando relevancia e incluso prestigio a historias que en manos de talentos inferiores no lograrían el claro realce que le dotan.
Isaac nos obsequia no solo con una actuación brillante, también logra añadirle matices a su personaje mediante su inconfundible fisonomía y lenguaje gesticular encarnando primeramente a Steven Grant, un empleado en un museo británico apasionado por la historia pero relegado a la tienda de recuerditos. Su psique es un laberinto, pierde la consciencia constantemente y por ello se ata a la cama todas las noches para no arriesgarse a despertar en un sitio al que no recuerda cómo llegó. Tal desorientación se debe a que posee otra personalidad de nombre Marc Spector, una que opera como mercenario poseído por el espíritu del dios egipcio Jonsu, entidad que requiere de un avatar (así como todas las deidades egipcias, según se nos informa posteriormente) y que debe detener a un misterioso hombre llamado Harrow (Ethan Hawke) dotados de poders místicos y empeñado en resucitar al dios Ammit para dominar el mundo. A la faena se suma Layla (Amy Calamawy), atada al pasado de Spector pero una perfecta desconocida de Steven y que le ayudará tanto a luchar contra Harrow como a procurarle un centro a Grant/Spector, pues el pasado que los vincula es uno de índole emocional. Con el destino del mundo en juego, Grant/Spector concilian sus intereses y ambas personalidades se transforman por obra y gracia de Jonsu en el Caballero Lunar, su guardián y defensor con extraordinarias habilidades de pelea y fortaleza para detener a Harrow y su séquito.
La mitología egipcia juega un papel primordial a lo largo de la serie pero no tanto como la disección del personaje interpretado por Isaac, quien se mimetiza con el rol a tal grado que logra convencernos de que Grant y Spector son entes completamente opuestos con rasgos vocales y representación mímica distintivos realizando un retrato lo suficientemente honrado sobre su trastorno disociativo sin hacer caricatura al respecto. Su interpretación es tan inmersiva e integral para el desarrollo de la historia que queda claro cómo sus compañeros de trabajo suman su labor histriónica al compás de la suya, concibiendo un relato muy orgánico que soporta las excentricidades de los guiones. Al final se nos plantea la posibilidad de si todo está sucediendo únicamente en la mente del protagonista señalando cuán necesario es definir la naturaleza psicológica de ésta serie en comparación con sus colegas como la Bruja Escarlata (dominada por lo emocional) o Loki (dominado por su ego), proceso condensado en el excelente Capítulo 5, no sólo el mejor de ésta primera temporada sino uno de los más logrados de cualquier proyecto Marvel para la pequeña pantalla con un despliegue magnánimo de emociones e histrionismo. “Caballero Lunar” como personaje y entretenimiento es tanto imperfecto como certero, y por eso funciona de maravilla.
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