“Crónicas de la experiencia de Gobiernos Divididos en Aguascalientes” 30 aniversario 4/5

Introducción
La política, entendida como el arte de conciliar intereses diversos en contextos de pluralidad, se revela como un espacio de negociación constante, donde el poder no se ejerce únicamente desde la formalidad institucional, sino desde la capacidad de articular alianzas, simbolizar autoridad y gestionar el conflicto. Desde la antropología política, autores como Luis Rodríguez Castillo han señalado que el poder en México se configura en escenarios locales a través de prácticas concretas, relaciones interpersonales y arreglos informales que muchas veces escapan a la lógica normativa. Davydd J. Greenwood, por su parte, advierte que la vida social está atravesada por tensiones estructurales que requieren ser manejadas mediante mecanismos culturales que permitan la convivencia en la diferencia. En esta línea, Marc Abélès destaca que el poder político no solo se construye en el ejercicio técnico de la gobernanza, sino también en su dimensión simbólica, ritual y escénica, donde los gestos, los silencios y los protocolos adquieren un peso determinante.
El presente texto aborda la construcción de mayorías en un contexto de mandato diluido, donde la pluralidad legislativa obliga a la búsqueda de consensos como única vía racional para la toma de decisiones. Asimismo, se analiza el manejo del conflicto como una práctica política que exige temple, diálogo y capacidad de negociación, revelando cómo el poder real puede ejercerse más allá de los números, en la correlación de fuerzas y en la inteligencia estratégica de los actores políticos.
Diego de Alba Casillas
CONSTRUCCIÓN DE MAYORÍAS.
En esta suerte de mandato diluido, si bien, favorece la pluralidad, también dificulta la conformación de mayorías para hacer posible la toma de decisiones.
La construcción de la mayoría constituyó una tarea primordial de los grupos parlamentarios y con ello el ejercicio del poder.
Una regla fundamental de un régimen democrático dicta que la mayoría manda, pero cuando no existe tal contundencia en su expresión cuantitativa, el único camino racional posible, para producir acuerdos, es la búsqueda del consenso permanente.
Privilegiar la razón a la que solo se arriba con la utilización constante del diálogo.
Al respecto, Sartori distingue el principio de mayoría y la regla de mayoría. Mientras el primero tiene lugar en la arena electoral, la segunda es un mecanismo para operar los consensos y para hacer procedimentalmente posible la toma de decisiones.
La fracción parlamentaria del PRI, para lograr laconstrucción de mayoría y como estrategia para operar el ejercicio del poder real, estableció, desde el inicio, una alianza efectiva con los partidos PRD, PT y FCRN (3 Diputados), que en conjunto contaban 14, de un total de 27 diputados, lo que significaba alcanzar la mayoría.
Lo anterior permitió, que la fracción parlamentaria del PRI, no obstante, no tener el poder formal del Congreso, de hecho, ejerció el poder real con las alianzas de estos partidos. Alianzas construidas en un contexto de situaciones y apoyos recíprocos.
Así se explica el poder, una expresión de la correlación de fuerzas que en su momento se configuren.
Resultó así de decisiva la negociación con estos partidospolíticos. Se resalta también que, de manera excepcional y efímera, el PAN logró establecer alianzas con estos partidos para sacar adelante algunas iniciativas de su interés particular.
“La bancada del PRI, encabezada por Javier Aguilera y Jesús Medina Olivares como subcoordinador, hizo un excelente papel, y, con solo 11 diputados, era la que en realidad mantenía el liderazgo real del congreso. A los diputados del PRI, la cabeza les dio lo que el voto les negó: mandar. Otto Granados “Pleitos políticos: Las lecciones de la historia.
MANEJO DEL CONFLICTO
Un sistema democrático parte de la premisa de que la vida social en sí misma, es antagonismo, lucha, divergencia, heterogeneidad, en una palabra; conflicto.
Por ello se ha definido a la política como el arte de conciliar la diversidad de opiniones e intereses de grupos diferentes.La política es así, es una ciencia y un arte del manejo del conflicto.
Un criterio fundamental que prevaleció, para resolver las tensiones propias del trabajo legislativo, como se comentó anteriormente, fue adoptar una actitud abierta y respetuosa. Con una clara disposición para el dialogo y la negociación.
Aun así, manejar razonablemente las esferas del conflicto, en condiciones de mandato diluido, implicaba un gran reto en sus relaciones con el Poder ejecutivo y al interior del propio congreso.
Un suceso de alta tensión sucedió en la sesión de apertura del segundo periodo ordinario de sesiones, celebrado el 30 de abril de 1997.
El orador designado (Diputado del PAN) en un mensaje a la ciudadanía de apertura de sesiones, en lugar de enfocarlo albalance de lo que se había realizado y la perspectiva de lo que se haría en ese periodo, en una actitud por demás sorpresiva y desconcertante, utilizó la tribuna parlamentaria para realizar señalamientos en contra del Gobernador, quién estaba presente, como corresponde en estos actos de protocolo, por un supuesto hostigamiento que se realizaba en contra del municipio de Aguascalientes.
Como era esperarse, en la siguiente sesión, la reacción de la fracción parlamentaria del PRI fue enérgica y en forma conjunta con el PRD, PT y el PFCRN, presentaron un voto de censura por el contenido y la forma del discurso referido, que mal se aviene con el decoro, la civilidad, y la tolerancia democrática, así como por no haberse sujetado a los acuerdos pactados.
Es probable que este incidente y como consecuencia del ambiente que se había generado, el Gobernador haya decidido modificar el estilo tradicional de presentar el Informe anual de Gobierno.
Por primera vez, el informe se presentó únicamente escrito al presidente del mes. Dicho sea de paso, me correspondió recibir el Informe de Gobierno.
El peso de la tradición protocolaria había mantenido la práctica de la lectura del Informe por el Ejecutivo ante el pleno Legislativo. Desde luego que esta decisión generó,escozor en algunos segmentos del círculo rojo, devotos de símbolos y expertos en descifrar mensajes no explícitos.
Sin embargo, de acuerdo con la Constitución, se cumplía con la obligación de rendir el informe únicamente con la entrega de este a la Presidencia del Congreso, sin que por ello se viole el precepto constitucional.
Los informes de gobierno, con el formato establecido, se habían convertido, en la práctica, en un acto meramente formal, en un simple acto protocolario y una oportunidad para la publicidad política del gobierno en turno.
Posteriormente, este hecho fue replicado por los gobiernos sucesivos no sólo del Estado, sino a nivel nacional, incluso por la Presidencia de la República.
Tengo la convicción de que un factor relevante que contribuyó al manejo del conflicto fue la actitud de moderación del Ejecutivo que envió las iniciativas estrictamente necesarias y esenciales para la buena marcha del gobierno, procurando evitar de esta manera, la polarización de las posiciones políticas, en el congreso.
Como decía Jesús Reyes Heroles, la política, en sí misma entraña conflicto, pero por muy complicadas que sean las circunstancias y difíciles las decisiones, finalmente es el temple lo que va a distinguir al político de vocación del diletante.