¿Cuánto cuesta La Feria?
Tras dos años de suspensión la Feria de San Marcos se reanudó con una fuerza que de contenida parecía desbordarse, afortunadamente parece haberse transitado con saldo blanco o casi. Una exultante multitud se reunió en prácticamente toda el área de la feria, esa que con ignorancia muchos llaman perímetro poniendo de manifiesto su primaria trunca. Frente a la necesidad de diversión, que debería plantearse como un derecho humano tan importante como el trabajo y el descanso, se plantearon también los riesgos que se derivan de una pandemia que, según los informes oficiales no ha terminado y aunque las defunciones han disminuido sensiblemente los contagios han permanecido en un nivel alto y las amenazas de nuevos brotes de cepas modificadas del virus AHN19 continúan latentes.
Me parece que sigue siendo un tema pendiente hacer cuentas completas con respecto a la Feria, porque nos dejamos llevar por los números alegres, que se reflejan de manera más o menos clara en algunos rubros que son fáciles de contar, pero hay muchos otros que, por su naturaleza permanecen en la opacidad. ¿Cuánto cuesta la feria en ausentismo en negocios o empresas que ven disminuir su rendimiento por la falta de los trabajadores?¿Cuánto significa en accidentes laborales por dependientes u operarios desvelados, no descansados o con neurosis post etílicas?¿Cuántos problemas de tensiones y violencia familiares derivados del consumo incontrolado de alcohol?¿Cuántos abusos, violaciones equiparadas, violencia genérica, etc., propiciada por el relajamiento de muchos comportamientos durante el período ferial?. La realidad es que no sabemos cuál es el costo social de la Feria.
El consumo de alcohol es extraordinario y los beneficiarios son los grandes productores y distribuidores que incluso controlan un gran número de las licencias para expenderlo. La derrama económica que ciertamente es importante, en buena medida se presenta en rubros que resultan difíciles de controlar o que, intencionalmente se dejan sin control. ¿Quién controla el sobreprecio de los boletos de los toros del que no te dan comprobante? ¿Quién controla las cantidades que se pagan a los extranjeros que actúan en diferentes espectáculos? ¿Cómo se controlaría el inmenso lavadero de dinero en que pueden convertirse muchos de los espectáculos, que por su propia naturaleza son susceptibles a ello?
Me queda claro que ese control es un sueño guajiro, pero el reto debería ser, como en cualquier actividad en que participe el gobierno de manera directa o indirecta y en la que se utilicen instalaciones públicas, que se transparentem gastos e ingresos.
Es todo por hoy, hasta una próxima si la hay.