Distractores y distraídos

Distractores y distraídos

Para nadie es un secreto que la agenda pública gira en torno al Presidente López Obrador, prácticamente cada semana aparece un tema distinto y la gran constante es siempre él, y prácticamente cada semana, la oposición baila al ritmo que le tocan en Palacio.

Por supuesto, la semana pasada no fue la excepción. Todos vimos imágenes de un sonriente AMLO jugando béisbol, conversando con su esposa e incluyendo a su hijo menor en su círculo.

La oposición mordió el anzuelo y se lanzaron contra el acto. Unos destacaron que mientras el país está plagado de problemas de enorme magnitud, es inconcebible que el Presidente invierta su tiempo en jugar béisbol y otros prefirieron lanzarse sobre su hijo menor, Jesús.

Hablar de que el Presidente juega béisbol mientras el país está cada vez peor, es paradójicamente hacerle el juego, pues criticar que se tome un momento de recreación provoca que se hable de esta y no de los problemas del país. Además, favorece la polarización, pues mientras los detractores critican, los partidarios lo adoran.

En asesoramiento de imagen utilizamos un término muy poderoso: humanizar. Ver al Presidente de la República jugando béisbol es una de sus muchas jugadas para humanizarse; hacerse notar como un hombre sencillo que disfruta de placeres sencillos, como practicar un deporte y pasar tiempo con su familia. Cayeron en la trampa y ni cuenta se dieron. Hablaron de lo que el Presidente quería que hablaran y le multiplicaron el impacto seguramente deseado.

La cereza en el pastel fueron las insulsas críticas hacia el joven Jesús. Nada, absolutamente nada, justifica criticar a un menor de edad por su físico; la opinión pública era absolutamente predecible y aún así decidieron lanzarse contra un inocente, porque a AMLO se le pueden criticar muchas cosas, pero de ninguna de ellas su hijo es responsable; le sirvieron la mesa para evidenciar la mezquindad de algunos y victimizarse, favoreciendo, otra vez, el evidente encono social, que considerando el alto nivel de aprobación del Presidente, le ayuda más de lo que lo perjudica.

 

Antonio Beltrán Rodríguez

Es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Aguascalientes y Magíster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por el Centro Internacional de Gobierno y Marketing Política de la Universidad Camilo José Cela. Ha sido asesor parlamentario en múltiples ocasiones, coordinador general de campaña y es socio fundador y director de Stralitycs Consultoría Política y de Imagen Pública.

Antonio Beltrán Rodríguez

Es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Aguascalientes y Magíster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política por el Centro Internacional de Gobierno y Marketing Política de la Universidad Camilo José Cela. Ha sido asesor parlamentario en múltiples ocasiones, coordinador general de campaña y es socio fundador y director de Stralitycs Consultoría Política y de Imagen Pública.

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