Entre la falta de precaución y la falsa adulación en la política Mexicana

[bctt tweet=»… cuando no hay ídolos terrenales siempre habrá dioses extraterrestres.» username=»crisolhoy»]

“Así para conocer bien la naturaleza de los pueblos hay que ser príncipe, y para conocer la de los príncipes hay que pertenecer al pueblo”.1

La necesidad de crear ídolos, esa práctica comúnmente de los hombres y cuando no hay ídolos terrenales siempre habrá dioses extraterrestres. En la vida contemporánea, en una sociedad sin rigidez, donde todo se ha vuelto frágil y sin cimientos, se agrava la necesidad crear imágenes que deben ser idolatradas.

“Un príncipe debe reparar poco con tal de que ello le permita defenderse, no robar a los súbditos, no volverse pobre y despreciable”.2 Un gobernante corre el riesgo mortal de venderse como un buen administrador del erario público y a pesar de que el pueblo tiene una necesidad de creer en un político, no es tonto, ya que el pueblo sufre hereditariamente de esa costumbre y en la actualidad se vive como una dualidad, el pueblo dice: “creo en ti, pero no me vayas a fallar, te di mi voto”. El pueblo ya tiene conciencia de la democracia y del valor de su voto. “La imagen de austero, no mostrarse expoliador en incurrir en el vicio de tacaño”.3 La famosa frase: “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”.4 es poco creíble pero seductora para la población ávida de imágenes salvadoras en un mundo desesperante.

“Por lo tanto, es más prudente contentarse con el tilde de tacaño que implica una vergüenza sin odio, que, por ganar fama de pródigo, incurrir en el de expoliador, que implica una vergilenza con odio”.5 Cuando el gobernante da fama de austero haciendo énfasis en el despilfarro de sus antecesores, corre el riesgo de la medida cuantificable de manera mordaz, ahora todo será criticable y aquel carruaje austero, ese Volkswagen Jetta de color blanco ostión se convirtió en una flamante Suburban; el Volkswagen sedan de José Mujica no sufrió esa transformación. Hay que tener cuidado con ese falso discurso.

“Por lo tanto, un príncipe no debe preocuparse porque lo acusen de cruel, siempre y cuando su crueldad tenga por objeto el mantener unidos y fieles a los súbditos”.6 Tal es el caso de Vladimir Putin, no vende una imagen falsa digna de un lisonjero y si el pueblo lo ve cruel, es algo que no le interesa. Aquí aplica la famosa frase del citado, Nicolás Maquiavelo “El fin justifica los medios”.7 (otro historiadores dicen que fue obra de Napoleón Bonaparte) “Porque con pocos castigos ejemplares será más clemente que aquellos que, por excesiva clemencia, dejan multiplicar los desórdenes, causas de matanzas y saqueos que perjudican a toda una población”.8 El discurso de bondad de los gobernantes poco creíble en estos tiempos donde en las plazas se expresan: “besos y abrazos”.9 y por otro lado arman un ejército “bondadoso” e improvisado, un ejército donde vemos que el pueblo bueno y sabio los desarman ante la burla de los transeúntes. Un gobierno se hace respetar ante la seriedad de sus fuerzas armadas.

“Si vale más ser amado que temido, o temido que amado. Nada mejor que ser ambas cosas a la vez; pero puesto que es difícil reunirlas y que siempre ha de faltar una, declaro que es más seguro ser temido que amado”. 10 Vender una imagen de bondad ante los ataques a una oposición imaginaria es algo que no se ha cuidado, vender una cartilla moral y después poner apodos a los antecesores es una falta de cuidado y lo peor terminar un discurso diciendo “Me hicieron lo que al viento a Juárez”11, “Están moralmente derrotados”12 no da mucha credibilidad en un gobernante. El gobernante debe de ser amado ante los resultados acorde a sus discurso y promesas y debe de ser temido ante sus decisiones francas y serias. Los gobiernos Incoherentes solo acaban en descontento social, donde las marchas, los mítines, las protestas y las burlas en los medios masivos… son una muestra de que el pueblo no teme a un gobernante. El gobernante se debe de hacer respetar ante un discurso creíble e inteligente.

“Pero hay que saber disfrazarse bien y ser hábil en fingir y en disimular. Los hombres son tan simples y de tal manera obedecen a las necesidades del momento, que aquel que engaña encontrará siempre quien se deje engañar”.13 Mostrase en cada momento, difundir un discurso cada día, usar las redes sociales para criticar al gobierno en curso y después esas publicaciones se convierten en una evidencia en contra del gobernante, eso es falta de inteligencia. La prudencia no se ha convertido en la cualidad del gobierno.

“Morena es un desmadre asqueroso, se está perredizando”14, esa falsa adulación y como dijo Nicolás Maquiavelo: cuida a tus aduladores.

“Y vuelvo a repetir que un príncipe debe estimar a los nobles, pero sin hacerse odiar por el pueblo”. 15