Historia del saxofón
La orquesta moderna está formada por diversos instrumentos que en su mayoría, son resultado de sucesivos perfeccionamientos por lo que es imposible determinar un inventor. Tenemos conocimiento de los italianos Guarnerius, Stradivarius y Amati, que son considerados los lauderos más importantes de la historia. Sí, pero ellos no inventaron los instrumentos de cuerda, que datan de tiempos inmemoriales. Las flautas, oboes, clarinetes, etc. son modificaciones de instrumentos antiguos como el sistros el aulos o las flautas de carrizo. De los instrumentos de percusión ya ni hablamos; son los más antiguos aún en uso.
Del piano, cuyo origen está en el clavicordio, Bartolomeo Christofori sólo lo perfeccionó dándole la virtud de poder obtener sonidos suaves o fuertes a voluntad (de ahí el nombre: pianoforte, recortado luego a piano).
En los últimos dos siglos se han inventado varios instrumentos de los cuales sí que se sabe el nombre de sus inventores, pero ninguno de estos instrumentos se ha ganado un lugar permanente en la orquesta moderna. Un instrumento electrónico llamado ‘Ondas martenot’ inventado por Maurice Martenot en 1928, que no ha pasado de ser una “curiosidad”. El único compositor de renombre que escribió para este instrumento fue Olivier Messiaen. Por lo demás, es un instrumento simpático y nada más.
Casi contemporáneo del anterior es el theremín (se inventó en 1920, pero fue patentado también en 1928). Su inventor es el ruso león Theremin (Термен). Es un instrumento también electrónico pero que tiene la particularidad de ser “tocado” sin contacto físico alguno del thereminista (ejecutante) con el instrumento. Está provisto de dos antenas que registran la cercanía de las manos con la misma. Si la mano derecha se acerca a la antena, se produce un sonido más grave; y al contrario, si se aleja, obtenemos un sonido más agudo, de manera que la melodía se obtiene ‘jugando’ con la distancia de la mano a la antena. La mano izquierda, de la misma manera controla el volumen. En ambos instrumentos se requiere de bocinas para amplificar el sonido.
Otros instrumentos más raros aún que los anteriores son, por ejemplo el ritmicón, creado por Henry Cowell y también con la participación de Theremin, es considerado la primera caja de ritmos. Fue creado en 1931.
El órgano electrónico, cuyo nombre no agrada a muchos puristas pues consideran que el único instrumento digno del nombre “órgano”, es el de tubos, pero este asunto no tiene cabida en este artículo. Decía, el órgano electrónico tampoco tiene un inventor conocido, puesto que es el resultado de múltiples intentos por ‘domar’ el sintetizador de sonidos. El órgano electrónico más famoso de todos los tiempos fue el Hammond, en sus distintas versiones y modelos, aunque existen otros fabricantes como Yamaha, Baldwin, Allen, Thomas y muchos más. En Aguascalientes, México, hubo un sacerdote que fabricó excelentes órganos de este tipo bajo la marca: Yubal, con excelente sonidos y manufactura. Actualmente esta ciudad es la cuna de la naciente empresa Álvarez, cuyos instrumentos van ganando lugar en diversos templos del país.
Volviendo al tema que nos ocupa, la invención o perfeccionamiento del sintetizador hizo muy difícil, al menos por ahora, la invención de nuevos instrumentos (en lo que ha sonido se refiere) pues éste puede crear incluso sonidos inexistentes en la naturaleza.
Por fin hablemos del instrumento que nos ocupa: el saxofón, sax, saxófono o cómo usted guste llamarlo. El saxofón es resultado de una mezcla de dos familias de instrumentos: las maderas y los metales. Fue inventado por el clarinetista belga Adolphe Sax. Ideó el saxofón hacia 1938 pero lo presentó en la Exposición Industrial de Bruselas en 1841, pero fue patentado hasta 1846.
Sax buscaba un instrumento de viento que combinase la sonoridad de los instrumentos de madera con la de los instrumentos de metal, y logró un timbre acústico nuevo. Con una boquilla de caña similar a la del clarinete, el saxofón presenta un cuerpo cónico de latón e incorpora un recodo curvo, que se convertiría en un rasgo icónico. Gustó a algunos compositores: en 1844, Berlioz –que propuso el nombre de “saxofón”– lo empleó por vez primera en una orquesta, pero aunque otros compositores lo han empleado en sus obras, no se ha ganado todavía un sitio fijo en este gran conjunto instrumental.
El saxofón como muchos otros instrumentos, tiene toda una familia; es decir que por fabricarse en distintos tamaños, y por ello con ciertas variantes en su forma, produce sonidos de distintas tesituras. Así tenemos saxofones sopranos, contraltos, tenores, barítonos y bajos.
Si bien este instrumento es ahora muy popular en ciertos conjuntos y bandas musicales, es más escuchado como instrumento solista. Ahí están los dicos de Kenny G, Gato Barbieri, Paul Desmond, Pharoah Sanders (a quien muchos consideran el mejor de todos los tiempos), Fausto Papetti o el mexicano Kay Pérez, y muchos otros.
El saxofón ha sido utilizado en obras sinfónicas como en L’Arlesienne (1871) de George Bizet, en la ópera Werther (1892) de Jules Massenet, o en el popular Bolero, de Maurice Ravel.
Donde ha encontrado sin duda un nicho muy a modo, es en el jazz, al principio para el acompañamiento y desde fines de los años veinte como instrumento solista.