POLÍTICA RECAUDATORIA
Entre tantas malas noticias en la vida pública del país, el anuncio del incremento o ajuste generalizado de las contribuciones en un ocho por ciento en Aguascalientes, con la pasividad y resignación que desde hace muchos años tenemos los aguascalentenses ante los incrementos de servicios y contribuciones, apeguchando sin protestar.
Algunos botoncillos: la CFE, mantiene tarifas diferenciadas que teóricamente constituyen una forma de apoyo, sin embargo durante la pandemia se incrementó el consumo en la mayoría de los hogares porque sus habitantes permanecieron encerrados, al incrementarse el consumo automáticamente se pasó a una tarifa más alta que se conservó.
El ISAI tiene un descuento tasado en salarios mínimos y la Presidencia Municipal decidió aplicar un decreto presidencial de aplicar UMAS para hacer menos gravosos multas y accesorios, pero con efecto contrario para el ciudadano, deduciendo menos de la mitad, en vez de ajustar el beneficio. Con el agua pasa algo similar, si por alguna razón, (falla, fuga, descuido) aumenta su consumo en un mes, pasa a otra tarifa y no hay regreso.
El aumento generalizado a las contribuciones es inequitativo y de carácter netamente recaudatorio, en vez de buscar apoyar al ciudadano en circunstancias social y económicamente difíciles.
Póngamos el caso del impuesto sobre nóminas: golpea a quien crea fuentes de trabajo, le castiga si sube los sueldos y pa’acabarla de amolar se batea doble, para decirlo coloquialmente.
El sólo incremento del salario detona mayor incremento de la captación. Si adicionalmente se sube la tasa se capta más pero se afecta a quien crea empleos. Lo mismo sucederá con otros impuestos que se ajustan automáticamente con el incremento de la base, por ejemplo los que tienen como referente el valor determinado por avalúo, al subir los valores sube automáticamente la captación y como ahora, en la mayoría de los casos los valores los determina unilateralmente (probablemente con violación de la garantía de audiencia) la autoridad, pues otra vez tendremos una doble afectación.
El caso de los derechos merece atención especial. Los derechos deben ser la contraprestación de lo que cuesta un servicio al gobierno, no es ocurrencia, no es arbitrio, tiene que se equivalencia, de manera que subirlos parejamente a los impuestos es una clara violación de equidad fiscal.
Lo mismo vale para aprovechamientos como las multas, que son un castigo y no deben ser forma de financiamiento para el gobierno, no hay razón para incrementarse igual que los impuestos.
Política recaudataria que lastima a la sociedad en un mal momento.
Es todo por hoy, hasta una próxima si la hay.