REFLEXIONES: El mundo y México frágiles y carecen de un sendero de la reproducción
En otras REFLEXIONES hemos visto que el mundo enfrenta simultáneamente no una sino varias crisis. Esa REFLEXIÓN se denominó: CRISIS SISTÉMICA, GENERAL Y MUNDIALIZACIÓN y apareció en abril del 2020. Ahí mencioné los diez tipos de crisis que nos aquejan hoy día. Las recuerdo: el coronavirus, crisis de la mundialización económica, crisis climática y ecológica, enorme concentración de riqueza y poder político, crisis de gobernanza estatal y mundial, crisis de deuda pública y privada, crisis ideológica, crisis del sistema monetario internacional, un elevado nivel de migraciones, drogas y criminalidad, antesala de una crisis financiera y bursátil, crisis de ocupación por la inteligencia artificial. Todas ellas fuertemente interconectadas en un sistema complejo.
En la REFLEXIÓN anterior. CAMPO, PODER Y CRISIS POLÍTICA EN LOS EUA, en donde analizamos el concepto de “campo”.
Hoy veremos que la crisis del campo, es decir, la “arena”, no sólo es de los EUA, sino que afecta en más o en menos a todo el mundo debido que los 10 elementos de la crisis que vivimos actualmente son mundiales e implican que el campo anterior ya no es funcional, por lo que estamos en una arena que implica la necesidad de una reconstrucción de otro campo que nos permita salir de la crisis (arena) profunda actual y debemos reconstruir nuestra sociedad.
Otro aspecto clave y sorprendente y no únicamente la antropología política sino también, una teoría económica e incluso, la neurociencia moderna, nos conducen a un mismo análisis. Así, mucho de los elementos de la antropología política que se denomina campo, corresponde a lo que en la escuela económica de la “regulación”, nombran como sistema de regulación y lo más increíble es que estos dos conceptos el antropológico y el económico, encajan como anillo al dedo, con los que la moderna teoría de las neurociencias, se conoce como homeostasis. Es increíble como convergen estos tres puntos de vista que nacen de análisis científicos totalmente diferentes e independientes. Así es la ciencia moderna.
Expondré con brevedad esos tres puntos de vista que creo nos son fundamentales para comprender el mundo en que vivimos. Mis lectores ya conocen algunos de los conceptos que expondré.
El concepto de campo ya se expuso y sólo recordaré con brevedad los puntos básicos. Un campo según el antropólogo Víctor Turner, es un espacio social y/o físico, en el que se encuentran involucrados actores, relaciones y reglas. En el campo los actores que participan en éste no son iguales, sino que hay jerarquías y entre ellos, se presentan relaciones de autoridad (legitimidad y prestigio) además de poder (capacidad de mando sobre otros).
En el campo moderno se encuentra el Estado que es diferente a los demás actores, pero que se sitúa en el juego de éstos. En el campo se integran tanto un espacio social como simbólico en donde hay contradicciones, confrontaciones y cooperación y por eso, se concibe el campo como un espacio de disputa reglamentado. La lucha por las recompensas y beneficios hace que, de manera muy frecuente, los actores se brinquen las reglas y realicen trampas de mayor o menor gravedad, por ello es indispensable que el campo cuente con reglas y árbitros que vigilen el cumplimiento de las reglas e impongan castigos a los infractores. En todo campo hay un cierto nivel de corrupción que no afecta una reproducción más o menos adecuada del mismo, pero puede existir un nivel de corrupción que deforme o haga problemática la reproducción del campo. Maurice Godelier señalaba en sus clases, que una sociedad sólo puede existir si cuenta con instrumentos y procesos adecuados para resolver sus propias contradicciones.
Pasemos ahora a los conceptos que tienen los economistas de la teoría de la regulación y que son expuestos principalmente por Robert Boyer y Michel Aglietta.
Primero hay que señalar como antecedentes analíticos, que según los economistas Casper Van Ewijk (1991) y Leijonhufvud (1981), la economía vive en el interior de un espacio al que denominan un “corredor keynesiano”,en el cual se pueden mover las principales variables económicas y, dentro del mismo, lo que domina es la confluencia hacia nuevos estados de estabilidad pero, fuera de ese corredor, son las tendencias a la desestabilización las que se vuelven dominantes por lo que se requieren de políticas que hagan regresar a la economía a este corredor. Este corredor o sendero, corresponde a lo que los neurocientíficas denominan proceso homeostático biológico y/o neuronal.
La escuela regulacionista francesa (Boyer, Aglietta y otros), han avanzado mucho en una visión que también embona con esta visión.
Cuando la economía se encuentra en el interior del corredor o un sendero y un actor económico comete uno o varios errores, ni la banca en su conjunto ni la banca en particular en donde surgieron los errores, sufre grandes daños ya que la economía reabsorberá dichos errores. En cambio, cuando la economía se encuentra fuera del corredor de estabilidad o cuando se encuentra en períodos de inestabilidad, un error pequeño puede conducir a desajustes muy fuertes no sólo para el banco, sino también para el sistema bancario y la economía en su conjunto.
La escuela de la regulación enuncia 7 puntos que le son vitales: 1) Las instituciones de base necesarias y suficientes para el funcionamiento de la economía capitalista; 2) la forma en que estas instituciones se configuran para generar los procesos de ajuste que se requieren; 3) cómo y por qué se renuevan periódicamente las crisis; 4) cómo se transforman las instituciones; 5) las crisis no son la repetición a lo idéntico de otras; 6) hay diferentes formas de capitalismo; 7) hay una relación entre modo de regulación y crisis.
Esta teoría rechaza totalmente el punto de vista de la escuela neoclásica que señala que toda economía tiende por sí misma hacia un equilibrio óptimo. Para ellos no hay tal tendencia al equilibrio, al contrario, si la economía se deja por sí sola, se desestabiliza y conduce a excesos y deficiencias que provocan crisis.
Por eso la economía capitalista requiere para funcionar, de la interacción de tres sistemas claves: formas institucionales, régimen de acumulación y modo de regulación.
Las formas institucionales, para la escuela Regulacionista francesa, una institución es una codificación de una o varias representaciones sociales fundamentales. Una representación social es un visión, idea o relato socialmente aceptada como válida. Podríamos agregar que las instituciones normalizan las representaciones individuales e inducen a acciones y prácticas sociales. Así, las instituciones son convenciones sociales que expresan y delimitan el campo de lo posible. Una institución es lo que representa una autoridad con relación al interés personal o a las preferencias individuales. Las instituciones incluyen creencias y formas de conocimiento. Los intereses individuales y las preferencias de los individuos no pueden surgir de su propia individualidad, sino que provienen de la inserción de tal individualidad en el seno de una cultura y de una estructura institucional.
Las instituciones operan a través de leyes, organismos y hábitos arraigados. Adquieren distintas formas según el papel que jueguen. Así se encuentran las que regulan el régimen monetario, la relación salarial, las formas de competencia, la intervención del Estado. Y las relacionadas con las relaciones internacionales o inserción internacional.
El Régimen de Acumulación es una construcción social, político y económica por medio de la cual se necesita que haya una compatibilidad dinámica entre la producción económica, la distribución del ingreso, la formación de la demanda, que conduce a una relación adecuada entre relación salarial y formas de competencia.
El Modo de Regulación, conduce a la búsqueda de impulsar y canalizar comportamientos que sean acordes al Régimen de Acumulación y a la reproducción adecuada y a la reproducción de formas institucionales.
Se establece así, una estructuración compleja de las interacciones organizacionales e interindividuales que parten de la esfera política y el orden constitucional, a través de las cuales se configuran las formas institucionales, las cuales van a regir los mecanismos, estimular y las restricciones en la formación y operación de las organizaciones y dentro de éstas, el comportamiento, la forma de ver al mundo y por tanto, las pasiones y ambiciones de los individuos.
Para decirlo en otras palabras, la interacción de individuos y organizaciones no conduce por sí sola a un equilibrio sino a problemas y crisis. El buen sistema de reproducción económica requiere de mecanismos de regulación ya sea internos y automáticos o externos para que de esta manera, la economía se mantenga dentro de un sendero de la reproducción que sea capaz de continuar a reproducirse.
[bctt tweet=»El buen sistema de reproducción económica requiere de mecanismos de regulación ya sea internos y automáticos o externos» username=»crisolhoy»]
La teoría de la regulación no habla de campos, pero está claro que el campo es un espacio de cooperación y rivalidad reglamentado, que funciona a través de instituciones, estímulos y castigos. El campo tiene límites dentro de los cuales funciona adecuadamente. Fuera de esos límites, yo diría fuera del sendero de reproducción, el campo entra en contradicciones fuertes que lo conducen a la arena. La teoría de la regulación, de la elación entre formas institucionales, régimen de acumulación y modos de regulación y cuando se integran adecuadamente, mantienen a la economía en condiciones de reproducirse y crecer dentro de un sendero de acumulación. Es evidente que la regulación corresponde a las reglas de las que habla Víctor Turner en su concepto de campo. Las crisis se dan cuando la relación de formas institucionales, régimen de acumulación y modo de regulación (dicho en palabras de Turner las reglas del campo), generaron contradicciones que conducen a la crisis (arena) y por lo tanto, hay que reestructurarlas para reconstituir el régimen de acumulación (campo). La correspondencia analítica entre las dos teorías es fantástica.
Al integrar las teorías, se pueden extender las idea de campo hacia la economía actual y la idea económica de regulación hacia la política y la reproducción social. No sólo se compenetran, sino que su interacción conduce a una visión más amplia.
Ahora pasemos a la homeostasis proveniente de las neurociencias. Seguiremos principalmente al neurocientífico Antonio Damasio en su libro “El extraño orden de las cosas”.
El cuerpo humano al igual que la economía, la política o la sociedad necesita integrar la actividad de miles de millones de células de distintos tipos para que la vida de una persona pueda mantenerse y desarrollarse. A este proceso sele denomina homeostasis.
La homeostasis es una especie de termostato mucho más complejo y eficáz. No tiene parámetros prefijados como el termostato, tiene matices, grados de regulación y contiene fases. Se orienta hacia el futuro del organismo y es una regulación de la vida. Es un sistema complejo adaptativo. Un sistema de esfuerzos por conservar la vida, un “conatus” como lo denominó el filósofo Spinoza.
Al igual que en la política o en la economía, no hay equilibrios sino espacios de estabilización en los cuales operan adecuadamente los procesos económicos homeostáticos. En este espacio homeostático, se establece un proceso dinámico dentro de un rango que permite una reproducción adecuada de los procesos económicos y en los cuales, los mecanismos de regulación operan adecuadamente. Cuando se sale de este espacio, el cuerpo económico se desborda y se desestabiliza. Esto mismo sucede en el cuerpo humano. Hay que regular la temperatura, presión arterial, insulina, hidratación, etcétera, para mantenerlos dentro de un rango que permita el mantenimiento de la vida etcétera. De esto se encarga la homeostasis.
[bctt tweet=»Los sentimientos son experiencias mentales de lo que sucede en el cuerpo.» username=»crisolhoy»]
Según Damasio, los sentimientos juegan un papel clave en la homeostasis. Los sentimientos son experiencias mentales de lo que sucede en el cuerpo. Pueden provenir de procesos internos o externos. De procesos internos, por ejemplo, una mala digestión conduce a un sentimiento de malestar general; el sentimiento de dolor de cabeza puede provenir de varios problemas surgidos en el cuerpo (que incluye la cabeza), del ser humano; un dolor proveniente de algún disfuncionamiento corporal, etc. También pueden ser externos, un golpe, una información agradable o desagradable, el frío o calor del medio ambiente, la agresión de otro ser humano, etcétera.
Todos los sentimientos se comunican al cerebro y ahí pasan por la amígdala (centro neuronal de las emociones), por lo cual, los sentimientos generan emociones; el dolor es un sentimiento, el sufrimiento es la emoción que da el sentimiento de dolor. Pero también pasan por la corteza prefrontal con lo que producen reflexiones y de esta manera, producen una evaluación de los mismos (valencias), que implican bueno o malo, agradable o desagradable. La sensación genera sentimientos que comunican el estado del cuerpo, las valencias los califican.
Los sentimientos sean espontáneos o provocados, generan emociones y valencias en el cerebro y éste responde al cuerpo mandando señales para corregir el problema: reestablecer la presión arterial, mantener dentro de un rango la temperatura corporal, generar sueño para descansar, etcétera. O bien provoca la sed y por tanto, la necesidad de tomar agua para reestablecer la hidratación, o el dolor para conducir al sujeto a una curación. Todos estos procesos constituyen el sistema homeostático. Las repuestas pueden ser racionales o emotivas y casi siempre, son una combinación de ambas.
De acuerdo con Damasio, la mente genera una relación entre sensaciones y respuestas. La coordinación se realiza mediante el sistema endócrino, sistema inmunitario, implementada por el sistema nervioso, el cual trabaja en cooperación con el organismo.
La homeostasis biológica es un conjunto de sistemas de regulación, los sentimientos y las emociones no necesariamente son conscientes; la razón sí lo es. Entre todos estos niveles hay relaciones de ida y de vuelta. La regulación biológica fundamental conduce a la regulación metabólica y a los reflejos subyacentes fundamentales como lo son el placer y el dolor; a partir de esta regulación básica también es que se tienen las pulsiones, o sea, la energía que orienta e impulsa un comportamiento determinado y por consiguiente, los sistemas de regulación básica, llevan a movimientos internos que conducen a alcanzar esta homeostasis básica de la vida. La homeostasis realiza una gestión de energía.
La homeostasis no sólo es un proceso biológico y cerebral, sino también es un proceso social y cultural. Se generan espacios de regulación agradables y espacios peligrosos o dolorosos, que enfrentan un medio ambiente físico y social y al cual responden con procesos homeostáticos y estratégicos. Se reciben señales que pasan como emociones, que implican sentimientos y que pasan a las redes y mapeos neuronales superiores del cerebro y que son juzgadas por medio de la memoria de acontecimientos similares y de su relación con otros acontecimientos y así, en función de la capacidad de razonamiento de cada quién, se elaboran estrategias de respuesta y formas de comportamiento ante los estímulos iniciales.
[bctt tweet=»En el hombre se conjugan tres elementos clave: conciencia, memoria y razón.» username=»crisolhoy»]
En el hombre se conjugan tres elementos clave: conciencia, memoria y razón. De esta forma, de una percepción, se toma consciencia y se la compara con otros elementos de la memoria para juzgarla en términos de la razón generándose una respuesta homeostática. La evolución de la consciencia, memoria y razón, permiten una planificación y una deliberación reflexionada.
Siguiendo al mismo Damasio, la regulación vital del ser humano y su interrelación con los otros hombres, producen una homeostasis de orden superior que implica una regulación que se desarrolla “gracias a una colección de instrumentos culturales” –intercambio económico, creencias religiosas, convenciones sociales y reglas éticas, leyes, artes, ciencia y tecnología.
Todo este análisis me parece maravilloso, pues permite integrar en un solo esquema analítico, a la antropología simbólica y cultural, con las relaciones sociales y los conocimientos científicos y tecnológicos con el análisis neurocientífico. Claro está que todo ello en una red de relaciones complejas en las que la homeostasis es el centro básico de los procesos adaptativos. Así, gracias a Damasio, tenemos un todo de antropología, sociología, neurociencia y sistemas complejos adaptativos. UN ENORME AVANCE EN EL CONOCIEMIENTO DEL SER HUMANO, SU SOCIEDAD Y SU CULTURA.
En síntesis, el “campo” es un sistema de regulación de los procesos sociales. La regulación de los procesos económicos y la homeostasis de los procesos biológicos y culturales. Es increíble como la antropología, la economía y la neurociencia, partiendo de análisis completamente diferentes, llegan a integrarse en un todo.
Cuando hay disfuncionamientos del campo se llega a un proceso problemático que se llama arena y que requiere ajustes importantes, cuando la regulación económica falla se llega a las crisis, cuando la homeostasis es insuficiente se llega a la enfermedad. En los tres casos puede tratarse de un proceso grave.
A la antropología, la economía y las neurociencias, hay que agregar las matemáticas y dentro de ellas, la teoría de los nodos y las ecuaciones diferenciales. Hay ecuaciones diferenciales estables e inestables. Hay ecuaciones diferenciales estables las cuales, con un cambio pequeño de parámetros se hacen inestables. Con este tipo de ecuaciones es factible representar la situación actual. Estas ecuaciones representativas, son ahora, profundamente inestables.
Dados los diez tipos de crisis que vivimos hoy día, se puede decir que no sólo el campo anterior ya no funciona, sino que no sólo entramos en una arena sino que nos encontramos, siguiendo a Turner, en un “drama social”. Siguiendo a la teoría económica de la regulación, la relación entre formas institucionales, régimen de acumulación y modo de regulación, tiene problemas y disfuncionamientos muy fuertes y en fin, que la homeostasis social requiere ajustes muy importantes en la salud en la relación con la naturaleza y en relación a la cultura. El sendero de la reproducción mundial actual ya no es válido.
Tenemos que comprender que estamos frente a cambios muy importantes a los cuales TODOS, tenemos que hacer frente.