Traficante de sueños
[bctt tweet=»… amoríos en torno al poder dinero y al poder político que la imagen en movimiento generó como medio fáctico de poder y control propagandístico de masas.» username=»crisolhoy»]
Francis Kane o Harold Rubin conocido en el mundo editorial y en del celuloide por su seudónimo Harold Robbins; es el autor de 25 best sellers que en el siglo XX representaron éxitos comerciales y editoriales que lo colocaron como uno de los principales autores comerciales de la cultura norteamericana.
Nacido en New York, huérfano desde corta edad pasó su infancia en un orfanato, en la segunda década del siglo XX, a los veintiún años demostró dotes de un eficiente comerciante, acumulando “según el mito” más de un millón de dólares como fortuna personal que amasó con la venta como intermediario de azular. Fortuna que perdió al inicio de la segunda Guerra Mundial, mudándose a Hollywood, California para buscar un nuevo comienzo.
En 1948 por el reto de una apuesta de 100 dólares con un directivo de Universal Pictures, estando presentes aspirantes a guionistas congregados en una cantina, Harold Robbins aceptó crear un guión que fuera más interesante que lo que se hacía en ese momento en el cine norteamericano de aquella época.
El resultado de la apuesta fue la novela y su primer best seller -No amaras a un extraño-. En la narración se mezclan elementos biográficos de Francis Kane que fueron completados con licencias históricas y metafóricas con hechos y personajes novelados provenientes del hampa de New York. Lo que más causó sensación para la crítica fue la inclusión dentro de la narrativa de elementos que marcaban el desarrollo individual de la sexualidad y la personalidad.
Al éxito comercial de esa primer novela le siguieron otras y más de alguna se convirtieron en guiones cinematográficos que permitieron construir una de las carreras más prolíficas de la cultura popular de los Estados Unidos.
Luego de ese primer éxito literario y comercial en 1949 repitió la hazaña con la novela –Traficantes de sueños-. basada en la historia de la industria cinematográfica de Hollywood. Pasando por la producción de los primeros cortometrajes (1908), el desarrollo de las películas de larga duración y la inclusión de la banda sonora en el cine (1938).
Nuestro autor aporta sus propias experiencia sobre esta historia del cine norteamericano, la cual construye nuevamente con personajes ficticios que en su construcción contienen elementos arquetípicos míticos de los hombres de negocios del Hollywood naciente que le dieron forma a la industria cinematográfica de Estados Unidos.
Elementos reales mezclados con ficción son la base de una trama alrededor del negocio del celuloide. Incluye fragmentos de vida de cómo se formaron las carreras e imagen de las primeras actrices y actores de la industria cinematográfica. Algunos amoríos en torno al <<poder dinero>> y al <<poder político>> que la imagen en movimiento generó como medio fáctico de poder y control propagandístico de masas.
La discusión de la inclusión de temas de migración y judíos con las reacciones de una población mayoritariamente cristiana en sus costumbres religiosas de una América protestante que decía ser incluyente pero a su vez rechazaba la diferencia que solo aceptaba si ella se convertía en capital financiero.
Traficantes de sueño dependiendo la edición puede ser encontrada también titulada como -Vendedores de sueño-.
La trama los protagonistas de la historia se ven involucrados en los inicios de la industria cinematográfica, enfrentando retos tecnológicos y sociales que se oponían a la creación de la máquina de sueños. El problema comercial y político de cambiar la opinión de un sindicato de productores. La construcción de los canales de comercialización y exhibición, el cambio de los espacios de grabación de New York a California por conveniencia para las producciones y la construcción de cadenas de cines para exhibir las cintas producidas con los nuevos cambios por rechazo a los empresarios establecidos en teatros que se negaban al cambio tecnológico por rechazo a la diferencia. Un ejemplo de Shock del Futuro que nos podría comentar Alvin Toffler.
La crisis económica de la década de 1930 y el cambio financiero en la organización de las productoras de cine, la Segunda Guerra Mundial y la inclusión de los temas de migración, religión así como el inicio de la inclusión velada de la sexualidad de los personajes interpretados en la pantalla al tiempo que se incluía el sonido para completar el plano expresivo de la imagen en movimiento.