YOSHIO, UN HOMBRE NOBLE (1950 – 2020)
Gustavo Nakatani Ávila nació el 15 de octubre de 1950 por el rumbo de La Merced, en la ciudad de México. Hijo de padre japonés y madre mexicana, nació con algunos rasgos orientales, aunque jamás aprendió ni japonés, ni ninguna de las costumbres de la tierra del sol naciente.
Poseedor de una voz cálida y potente, desde joven incursionó en la música, primero formando un grupo musical con el cual participó por primera vez en el Festival OTI en 1973, que sería la primera de 10 ocasiones en que el cantante pisó este escenario, donde conquistó 3 medallas al mejor intérprete, y logró ganar la Edición Nacional de dicho Festival en 1981, con la canción: “Lo que pasó, pasó”, del compositor Felipe Gil. Otra canción que alcanzó cierto éxito, emanada de este festival, fue: “Dime porqué”, participante del Festival en su edición de 1978, de la cual el cantante es coautor.
[bctt tweet=»El sobrenombre ‘Yoshio’, significa Hombre noble, y le fue puesto en su entorno familiar» username=»crisolhoy»]
Su éxito más recordado es: “Reina de corazones”, pero también cantó una canción llamada “Samurai”, por lo que fue bautizado como ‘El samurái de la canción’, no obstante que este título lo ostentaba Pedro Vargas desde hacía décadas.
La voz de Yoshio tenía una particularidad que pocas voces poseen, y que es más perceptible en algunos instrumentos como el clarinete: al pasar de su registro medio al agudo, su timbre de voz cambiaba haciendo que sonara otra voz, igualmente cálida, pero potente.
El sobrenombre ‘Yoshio’, significa Hombre noble, y le fue puesto en su entorno familiar, porque percibían en el pequeño Gustavo esa característica.
Toda proporción guardada, y sin que sugiera ninguna comparación, Yoshio tenía todo para ser un cantante a la altura de José José, pero alguien se empeñó en frenar su carrera. Aun así, logró grabar 26 discos, y mantenerse vigente, con bajo perfil, hasta su último concierto, dado en forma digital desde su casa, el 26 de abril del presente, donde incluso lamentaba la desaparición de su amigo Óscar Chávez, por la misma causa que algunos días después, el 13 de mayo, provocara su propia defunción: El Coronavirus.
Como dato anecdótico, fue el padre de Yoshio el creador de los cacahuates japoneses, y fue de esta manera:
Yoshigei Nakatani se dedicaba al comercio de cacahuates en sus diferentes tipos, y pensó que sería novedoso hacer en México cacahuates como se elaboraban en Japón, pero se requería materias primas que no se conseguían aquí. Entones, tratando de sustituir elementos, inventó una nueva forma de hacer el cacahuate, usando harina de trigo, salsa de soya y algunas especias. Empezó a comercializar su producto, y la gente comenzó a buscar el cacahuate del japonés, es decir, el tipo de cacahuate que fabricaba el señor japonés, pero en el camino se perdió el “del”, y surgió el cacahuate japonés, que algunos llaman cacahuate chino, al cabo, piensan, todo oriente es lo mismo.
Yoshio participó en los últimos años de un espectáculo que reunía a algunos otros cantantes participantes del Festival OTI, como Gualberto Castro, ya fallecido, Mario Pintor, Imelda Miller, Sergio Esquivel, Ariana y Kristal. Aunque no solamente cantaban las canciones con las que ellos participaron, sino que recordaban éxitos de otros, y entre esas otras canciones nunca faltó “Vive”, de José María Napoleón.