El agua, la Feria y la Suprema Corte
Si bien esta columneja se ha orientado a ser monográfica la semana en los últimos días se han presentado temas de gran relevancia para nuestra ciudad, nuestro estado y el país que no resisto la tentación de hincarles el diente, si bien someramente a cada uno. El lector me disculpará, espero.
EL AGUA.- En un curioso mensaje el Presidente Municipal dio a conocer la creación de un órgano descentralizado que tomará la estafeta de la concesionaria para la administración y suministro del agua potable en la ciudad de Aguascalientes. Digo curioso porque el hecho se calificó como histórico, lo que en sí mismo no dice nada, fue histórico que se concesionara, es histórico que pase a un organismo decentralizado y es histórico que se diga que regresó a los aguascalentenses, aunque no sea cierto. Quedará pendiente la constitucionalidad del acto si es que no se impugna. El texto del artículo cuarto constitucional y de las normas de derecho convencional que regulan el derecho al agua, precisan que es un derecho humano, responsabilidad del estado, en el que habrán de participar los tres niveles de gobierno. Quedaría por resolver por la autoridad jurisdiccional constitucional si la participación de un organismo descentralizado cumple los extremos de derechos fundamentales. El agua debe ser asequible y accesible y de acuerdo con los criterios de la ONU al menos cincuenta litros diarios por persona sería el mínimo que sin costo habría de percibir cada habitante. El cambio de concesionaria a otra administradora que no es directamente la autoridad no es un triunfo todavía, es un cambio. El modelo de León, Guanajuato, es un buen modelo, pero no será el de Aguascalientes. Para bien de Aguascalientes, ojalá funcione como se requiere. Las empresas descentralizadas no han sido precisamente ejemplo de una buena administración.
LA FERIA.- La muerte de un mozalbete a manos de un asesino en acto, que como muchos en potencia concurren al área ferial, no fue sino la culminación de una crónica anunciada. Hace años que muchos venimos advirtiendo que la Feria es una bomba de tiempo por muchos conceptos. Uno, la creciente violencia, la presencia de pandillas, las repetidas “batallas campales”, la insuficiente preparación policíaca, la limitada logística y la psicología de las muchedumbres que en un momento se convierten en monstruos de mil cabezas. El asesinato fue eventual y quizás pudo acontecer en cualquier lugar, pero la riña entre mujeres de la que dieron cuenta los medios electrónicos puso de relevancia la ineptitud, ineficacia e incuria de la policía. En las narices de los policías, pegadas a una patrulla, un grupo de mujeres se enfrentaban en lucha super libre sin límite de tiempo, mientras otras aprovechaban para robarse el botín que el descuido de las rijosas ponía a su disposición y los policías volteaban a verse, titubeaban en intervenir y finlamente no lo hacían, esperando el desenlace para, en un golpe de suerte poder detener a alguna persona para justificar su presencia. La inacción de la Policía es preocupante, tanto o más que las aglomeraciones y la violencia incontrolada. Otros años grupos antimotines se encontraban en lugares estratégicos del área ferial, su apariencia y equipo de por sí eran intimidantes, su reacción ante los grupos de pandilleros era en buena parte disuasiva y su intervención violenta. Ante una acción violenta el uso de la fuerza está indicado y regulado. Nada impide que en el área de un festejo, determinado por un bando la policía pueda revisar como acción preventiva que no se porten armas o transporte drogas o bebidas alcohólicas. En mi concepto los derechos fundamentales no se afectan por esas revisiones para ingresar o permanecer dentro del área de la Feria. Nada impide que ante el comportamiento violento de una pandilla la policía antimotines combata violentamentes los excesos, el uso de la fuerza está regulado y permitido en esos casos. Tapar el pozo, (castigar a los responsables) no remedia los males que pudieron ser evitados. La prevención debe ser del tamaño del riesgo y, lamentablemente la experiencia nos está demostrando que los planes y las medidas de prevención se quedaron cortas.
LA SUPREMA CORTE.- Antier hicieron cincuenta y dos años que en el aula Ius Semper Loquitur, la principal de la Facultad de Derecho de la UNAM sustenté mi examen profesional y recibí el titulo de licenciado en derecho. No siempre me he sentido orgullos de serlo. En no pocas ocasiones, ante la conducta de las autoridades o de la misma universidad, había experimentado vergüenza ajena. Ayer, sin embargo volteé a ver con orgullo mi título y experimenté la satisfacción de que el máximo órgano jurídico del estado mexicano se haya sostenido frente a las presiones del orate autócrata que, para mal, presidente el gobierno de ésto que pretende ser república y que, en buena parte, gracias a la mayoría de los ministros de la Suprema Corte, puede mantenerse en camino de serlo. Ayer por una mayoría de ocho votos contra tres, los necesarios para declarar la inconstitucionalidad, la Corte resolvió que la resolución legal, aprobada por la mayoría Morena en el Congreso, de que la Guardia Nacional, pasará al control jurídico, operativo y administrativo del Ejército, resultaba inconstitucional. Es digno de admiración y reconocimiento, no es fácil soportar las presiones, los ataques, las calumnias, las bajezas de la quema de imágenes alusivas, las acusaciones de corrupción, las andanadas de la jauría a sueldo del presidente y de los políticos abyectos que no dudan ni un ápice en ponerse de alfombra para el presidente, con tal de obtener una prebenda o una gratificación. No es necesario particularizar, ocho ministros hicieron su chamba, entre ellos que se suponían proclives pero que a la hora de la decisión repitieron el apotegma platónico: Soy amigo de Platón, pero soy más amigo de la justicia, Aún es tiempo, la criatura de Frankestein en que se ha convertido el presidente podría hacer un examen de conciencia y recordar lo que decía y lo que pretendía ser. Quizás podría intentar pasar a la historia como un presidente mediocre pero bien intencionado pero no como el dictador que se perfila.
DESCANSE EN PAZ.- Don Pablo González Casanova, ilustre sociólogo, dignísimo rector de la UNAM, autor de clásicos como la Democracia en México, demócrata y republicano, falleció antier. Mi título está signado por él. Descanse en paz..
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