CRISIS MUNDIAL Y SUS REPERCUSIONES EN EL SER HUMANO Y EN LA SOCIEDAD
La crisis mundial actual es múltiple y compleja, algunos autores la han llamado “policrisis”, ya que se juntan al mismo tiempo un conjunto de crisis que actúan e interaccionan al mismo tiempo.
Desde mi punto de vista, encuentro 10 problemáticas muy graves que no únicamente se encuentran presentes al mismo tiempo, sino que interactúan unas con otras y se refuerzan mutuamente.
Ellas son: la concentración de la riqueza en un porcentaje muy pequeño de la población y el dominio económico y político de grandes grupos económicos; una crisis de gobernanza Estatal y mundial; la mundialización económica, ya no funciona y genera contradicciones peligrosas; el sistema monetario internacional tiene muchos problemas; la pandemia ha generado trastornos muy importantes en todo el mundo; hay migraciones muy altas; la inteligencia artificial puede provocar niveles de desempleo enormes; hay una deuda privada y gubernamental de dimensionas enormes; el cambio de clima ya llegó y nos está afectando seriamente; las viejas ideologías de derecha y de izquierda ya no son creíbles para la mayoría de la gente; el consumo de drogas ha llegado a niveles no conocidos en la historia, y con él, cárteles muy violentos; la crisis bursátil es al mismo tiempo un componente de la problemática y un resultado de la interacción de todos estos problemas.
Salvo la crisis climática, las demás crisis ya se han presentado de alguna manera en la historia mundial, lo nuevo es que ahora están todas presentes e interactuando entre ellas.
Todos estos problemas afectan con mucha fuerza a los humanos y a nuestras sociedades, a nuestra forma de concebir el mundo, a nuestras esperanzas, No solo la economía, la ecología, y las relaciones de poder se están transformando sino también, la familia, la cultura, los hábitos, la organización social y otros procesos.
Los cambios que se están produciendo de están afectando de una manera no sólo a la vida de las grandes ciudades sino a todo, al trabajo forma y al informal, a las pequeñas comunidades, a las comunidades rurales, a los pueblos indígenas, a la vida familiar, a la vida de las grandes organizaciones y también a las pequeñas, no únicamente a las organizaciones que buscan una ganancia sino también a las que no buscan ganancias. Todos los procesos sociales se están siendo profundamente afectados.
Primero mostraré en un esquema los principales elementos que intervienen en los procesos sociales; me baso sobre todo en los estudios antropológicos (recuerdo que además de economista, soy antropólogo). Luego presentaré la forma en que estos procesos se están viendo seriamente afectados por la multicrisis que vivimos.
Muchos de estos elementos forman las costumbres, “el costumbre”, dicen muchos pueblos indígenas y algunos mestizos mexicanos. Los hábitos o dispositivos habituales se dice en antropología desde un punto de vista académico. La costumbre o hábitos son el resultado y la relación de numerosos elementos antropológicos. De hecho, todas ellas se pueden aglutinar en dos elementos: cultura y sociedad.
Comenzando por la cultura y sus componentes. Ya se han analizado los diferentes elementos que componen el sistema complejo adaptativo cultural, ahora se recalcará sobre algunos de sus componentes.
La cultura.
Seamos o no conscientes, todos estamos integrados a una cultura. Los principales componentes de una cultura son: la cosmovisión; las emociones, ilusiones y utopías; el sistema cognitivo (social e individual), los valores y normas de conducta y las religiones y creencias, y tienen como causa y emergencia, a lo imaginario. La cultura es el concepto que integra: instituciones y hábitos, operadores lógicos y simbólicos, creencias, mitos, leyendas, relatos, los ritos y ceremonias rituales, sentido de la belleza y el arte que observamos. Contiene también otros elementos que no se han considerado aquí explícitamente y que es necesario tomar en cuenta además, la relación compleja adaptativa que hay entre esos elementos. En síntesis, es toda una memoria social compleja y fundamental para configurar al ser humano como individuo y como ser social.
Operadores simbólicos significativos y operadores lógicos.
Un signo es una relación entre un significante y un significado en términos del lenguaje, el significante, es una palabra y el significado, lo que se relaciona con esa palabra. Los símbolos son signos que contienen una semejanza metafórica con algo. Por ejemplo, “la Virgen María”, hace referencia inmediata a la madre de Dios (en el cristianismo), y en el catolicismo a la virtud, al milagro y a la concepción de Cristo. Cristo evoca al Dios redentor; Alá, es el nombre de Dios para los mahometanos.
Siguiendo a Turner en su libro “La selva de los símbolos” (Turner, Víctor, La selva de los símbolos. México 1980. Siglo XXI), un símbolo es una cosa que, por consenso, tipifica naturalmente a otra, es decir, que el símbolo representa y recuerda a otro elemento, sea por efecto de analogía con la cosa representada, o por una asociación de hechos llevada a cabo por el pensamiento. Para Turner los símbolos son un factor de acción social y conforman fuerzas en el campo de la comprensión cultural de la vida.
Los símbolos dominantes surgen de ritos o ceremonias rituales y son elementos centrales en la cultura, la religión, las creencias de todo tipo (sagradas, profanas o políticas). En general, yo hablo de simbolismo y me refiero a los tres elementos: signos, símbolos y símbolos dominantes; por eso el simbolismo, entendido de esta manera, se encuentra muy correlacionado a la forma de hablar y de pensar, que son vitales para comprender a una sociedad.
Pero además del lenguaje, formado por operadores simbólicos y el conocimiento de signos y símbolos que permiten expresarlo y comprenderlo; se requiere forzosamente de una lógica para expresar y comprender las ideas. La lógica, se realiza a partir de operadores lógicos, que son formas de articular ideas con palabras para que éstas tengan sentido. Lévi-Strauss mostró con claridad, que en los mitos y en general, en todo tipo de pensamiento, hay detrás sistemas lógicos que el antropólogo debe estudiar y comprender.
Creencias y convicciones.
Vivimos en un mundo complejo y sobre éste, tenemos ideas y creencias. Siguiendo a Ortega y Gasset las creencias somos, las ideas las tenemos. Para mis análisis, las ideas son conceptos, u opiniones sobre alguien o algo. Las creencias es tener la certeza de que esa opinión es válida. Las creencias suelen ser heredadas socialmente y en parte, seleccionadas por el individuo, son parte consubstancial de su ser. Son certezas sobre la moral, la ética, sobre lo que es o representa la sociedad, el mundo de los hombres o el resto de mundo. Las creencias se establecen sobre este mundo o sobre el más allá. Lo mismo se puede decir del sistema de valores y de la moral o ética. La sociedad ofrece al individuo uno o varios sistemas morales o éticos y éste hace suyos un conjunto de valores en una forma que le es específica. Las creencias se tienen y se aceptan por sí mismas, sin que el razonamiento influya mucho, aunque a veces son el producto de un razonamiento que, sin tener todos los requisitos científicos, se aceptan y se tienen por válidas. De las ideas dudamos, de las creencias no. Muchas creencias tienen su origen en ilusiones, deseos y también en la influencia que tienen las representaciones sociales en que está inmerso el individuo. Las creencias son parte importante de la memoria social. Las creencias se encuentran en lo que los neurocientíficos denominan memoria a largo plazo y en la cual, como veremos más adelante, aparecen en relación con los procesos cerebrales que se llevan a cabo en el hipocampo, la corteza prefrontal y la amígdala.
Hay que tomar en cuenta también a las convicciones
Las convicciones implican un razonamiento propio que se auto considera fuerte; ellas implican que se está autoconvencido de algo que se aprecia como verdadero. Las convicciones son producto de un razonamiento propio que conduce a un resultado del cual se está convencido de su veracidad. En una parte de ese razonamiento pueden estar alguna(s) creencia(s). Las convenciones pueden ser individuales o sociales, las creencias suelen ser sociales. Una vez que se tienen una o varias convenciones, éstas suelen ser una parte importante de razonamientos posteriores. Por eso, si nuestras convicciones se caen, una parte más o menos importante de nuestra concepción del mundo y de nosotros mismos, también entra en duda; por eso nos aferramos a ellas.
Las creencias no son iguales a las convicciones, pero su significado implica conjuntos que no son disjuntos, sino que tienen algo en común. Puede haber algo de creencias en una convicción o algo de convicciones en una creencia, pero el concepto de creencia no es igual al de convicción.
Mitos leyendas, relatos y narrativas.
El mito es un relato o narrativa ligado al rito. Todo rito y/o ceremonia, se desarrolla dentro de un relato; el rito tiene reglas, pero en él se representa un relato. Mito y rito forman un sistema complejo. El mito no es un relato cualquiera, cuando está ligado a un rito, es un relato que tiene contenido sagrado. El mito es un relato que conduce a una forma de ver y comprender al mundo y a la sociedad, es un relato (o narrativa) que guía la manera de comportarse. Son relatos centrales que configuran la conciencia colectiva y estructuran la manera de concebir la vida, la sociedad y el poder y establecen la diferencia entre lo bueno y lo malo.
Las leyendas no son míticas, éstas son narrativas sobre hechos naturales o sobrenaturales que contienen hechos reales o históricos en las que se suelen magnificar a alguno(s) personajes junto con fantasías y que se transmiten por tradición de generación en generación
La imaginación da lugar a todo tipo de construcciones míticas y a fábulas de todas las especies. De esta forma se configuran mitos, leyendas y relatos o narrativas de los cuales, los relatos científicos también forman parte y todos ellos en conjunto, posibilitan y capacitan al ser humano para adquirir una cosmovisión y dar sentido y orden al mundo externo por medio de narrativas, inventivas e imaginación.
Hay que subrayar que C.Geertz señala con razón, que el “hombre es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido” (Clifford Geertz: “La Ideología como Sistema Cultural”. p. 20), estas tramas de significación se expresan por medio de todo tipo de relatos científicos, anecdóticos, sociales, míticos, leyendas, historia, filosofía, etcétera.
Las relaciones sociales nos trasmiten narrativas y mucho de lo que hacemos provienen de narrativas que tenemos en la memoria sobre los objetos, personas o relaciones en las que estamos inmersos.
En el libro de Robert J. Shiller “Narratives Economics. How Stories GoViral& Drive Major Economics Events” (Princeton University Press, Princeton & Oxford. 2019), analiza las narrativas y su impacto en la economía. Su tesis principal es que el actuar de las personas en los procesos económicos está fuertemente influido por narrativas; algunas de ellas se expanden en forma viral, aunque pudiesen ser inconsistentes o fantasiosas, pues se desarrollan en un entorno emocional importante. Se configura lo que él denomina un “marketing viral”. Desde mis análisis y siguiendo a otros autores, yo agrego que las narrativas son una parte vital de nuestra forma de pensar, nuestros sentimientos los reflexionamos y los percibimos en formas de narrativas, los objetos los concebimos en forma de narrativas, sobre las personas nos formulamos narrativas y a través de ellas las caracterizamos y nos relacionamos con las mismas; el amor y el odio se expresan en narrativas, nuestra memoria está fundamentalmente configurada por narrativas, nuestro pensamiento y reflexión tienen por base fundamental un conjunto de narrativas. En torno a nuestra biología básica, los impulsos que tenemos los reflexionamos en términos de narrativas, los alimentos los concebimos en forma de narrativas; sobre el sexo nos hacemos muchas narrativas, nuestra identidad la concebimos y se conciben en forma de narrativas, nuestra memoria autobiográfica se configura por un conjunto de narrativas y finalmente, nuestras relaciones sociales las concebimos y la vivimos en forma de narrativas.
En síntesis, nuestra mentalidad tiene como centro un conjunto de narrativas.
Hay narrativas populares y profesionales. Las narrativas profesionales se expanden en comunidades intelectuales y contienen ideas complejas.
Muchas narrativas, sobre todo las populares, tienden a expandirse en forma viral.
D) Ritos y ceremonias rituales.
Un rito es una ceremonia basada en tradiciones y creencias, en la que se establece una relación con los seres del más allá con el objeto de honrarlos o hacerles una petición para arreglar problemas o disfunciones de este mundo; parte de asimetrías (problemas, disfunciones) para lograr simetrías; es decir, para buscar solucionar las asimetrías, enfermedades y disfunciones y para intentar curar las enfermedades. Siguiendo al antropólogo Rodrigo Díaz Cruz (Rodrigo Díaz Cruz: “Los lugares de lo político, los desplazamientos del símbolo. Poder y simbolismo en la obra de Victor W. Turner”. UAM-I y Gedisa. México 2014, Artículo denominado “La celebración de la contingencia. Sobre la antropología de la perfornance” (www. Jurídicas.unam.mx)) es indispensable distinguir entre ritos que están en relación con seres del más allá, lo sagrado y de ceremonias rituales, que tienen relación con lo profano.
E) El Sentido de estética y arte.
Siguiendo al neurocientífico J. P. Changeux en su libro “Raison et plaisir” (razón y pacer) (Editions Odile Jacob. Paris 1994), en el cual indica que el placer estético viene de la integración de la emoción que genera el objeto estético y de la razón o comprensión del mismo y que, por lo tanto, es la integración de la razón con la emoción, lo que va a generar el placer estético.
El mismo autor arguye que el cerebro es el centro esencial de las representaciones físicas, sociales y culturales; que el ser humano cuenta con un lenguaje y una escritura, realiza una fijación de creencias y de normas morales y adquiere un conjunto de hábitos sociales. Todo ello está inscrito en el cerebro en redes neuronales por medio de las cuales, se establece un sistema de relaciones simbólicas que dan lugar a representaciones sociales; las que pueden ser contradictorias. El ser humano, para actuar en sociedad tiene además, necesidad de imaginar los estados mentales de los otros en términos de conocimientos, intenciones, emociones y sufrimientos, tanto suyos como los del otro. Hay pues una relación entre razón y placer y es de esta relación que surge el arte. Para Changeux, el arte corresponde a una síntesis ritmada de formas y figuras y comprender un cuadro, supone capturar el ritmo de las formas aunque de hecho es más complejo, pues comprende formas, colores, disposición de espacios y movimientos. Para completar este concepto, yo agregaría los ritmos, las formas y las figuras musicales y de danza, cuyos ritmos, formas y figuras son aún diferentes.
F) Organizaciones y jerarquía social.
La vida social tiene varios tipos de relaciones, individuo con individuo, individuo con organización, organización con organización.
El nacimiento implica una relación social, una relación de parentesco. En la historia del mundo se han establecido muchos tipos de parentescos, ya sean patrilineales, matrilineales o que conjugan ambos elementos. El hecho es que, todo parentesco implica una organización. Existen muchos tipos de organizaciones de parentescos, pero hoy predomina la familia. Nacemos en la actualidad en una familia y por medio de ella nos comunicamos con la sociedad y la cultura. Es nuestro inicio como individuos y sociedad. Si nuestra familia tiene una religión, a partir de ésta, nos incorporamos a los rituales y creencias. Luego vamos a la escuela que es otro tipo de organización y en ella aprendemos muchos de los conocimientos sociales.
Los individuos tienen deseos, motivaciones y objetivos a lograr. Una buena parte de éstos no se pueden lograr sino en cooperación con otros individuos y para ello, se fundan organizaciones de todo tipo: familiares, religiosas, de beneficencia, políticas, empresariales, de trabajo, etcétera. Nacemos, nos educamos, nos divertimos y trabajamos en el seno de organizaciones, de múltiples organizaciones.
La vida social y las organizaciones generan reconocimientos y jerarquías. El reconocimiento social supone que a una persona se le valora su trabajo, su desempeño, sus cualidades personales, su jerarquía y que todo eso conduce a un respeto. Naturalmente que también existen las desaprobaciones sociales (reconocimiento negativo).
En todas las sociedades, aún en las más igualitarias, hay jerarquías; éstas conducen a relaciones de autoridad (legitimidad y prestigio) y además de poder (capacidad de mando sobre otros). Además, actualmente, hay que tener en cuenta la existencia de un Estado y de acuerdos que dan lugar a organizaciones internacionales que tienen poder.
Las sociedades y organizaciones contienen espacios (campos diría Victor Turner (en los que hay contradicciones, confrontaciones y cooperación) y por eso existen luchas por las recompensas y beneficios (monetarios, sociales, simbólicos, de poder) y por lo tanto, se requieren reglas institucionales y no institucionales, que les den organización. La sociedad debe contener además, sistemas organizativos y auto-organizativos que le otorguen resiliencia y capacidad de superar el conflicto. Toda sociedad tiene conflictos, pero sólo lo sobreviven aquellas sociedades capaces de superarlos.
G) Motivaciones sociales.
Solemos actuar por necesidades y deseos; ambos surgen por impulsos de relaciones complejas individuales y sociales. Por ejemplo, con lo que respecta a la alimentación, todos tenemos necesidad de alimentarnos, los mexicanos gustan de sabores fuertes y altamente contrastados como el chile o el tequila y el mezcal; los franceses gustan de sabores suaves y armónicos que son muy diferentes a los gustos ingleses o alemanes. Todos nos alimentamos, pero nuestro apetito e impulsos están especificados por una relación social y cultural.
Otro ejemplo es el del sexo que tiene condicionantes sociales muy importantes. En muchísimas sociedades y durante milenios, la pareja con quien casarse estaba predeterminada desde el nacimiento; aún en la sociedad actual, hay ciertas reglas (rango social, edad, etcétera) para escoger pareja y la prostitución también se reglamenta. Además, el sexo tiene muchos impulsos sociales, por el cine, la TV, las series, la propaganda, las redes sociales, etcétera. Finalmente, la forma de vestir es predeterminada por el tipo de reunión a la que asistimos, por la jerarquía, la autoridad o el reconocimiento social todo ello impulsado por la propaganda.
Los impulsos se establecen en el interior de un juego complejo entre lo individual y lo social y provienen de redes de relaciones del pensar y de afectos que nos orientan y conducen a valorar y desear objetos, personas y relaciones.
Somos el producto de un cerebro muy complejo con millones de sinapsis y mapeos cerebrales que se van estableciendo a lo largo de nuestra historia por medio de sistemas complejos evolutivos y adaptativos de nuestra memoria social y de nuestra memoria autobiográfica personal.
Deseos, esperanzas.
Los humanos somos complejos y tienen una relación igualmente compleja con la sociedad y la cultura. Tenemos necesidades alimenticias, sociales, sexuales, culturales. Al satisfacer estas necesidades, se suele sentir un placer, este placer queda registrado en nuestra mente la cual, busca volver a sentir ese placer generando así, un deseo.
Los deseos tienen además, muchas fuentes: por ejemplo, la imaginación da lugar a posibles relaciones satisfactorias con otros sujetos y con objetos las cuales, dan lugar a deseos. Nos creamos necesidades por medio de la propaganda, la imitación o la envidia entre otras muchas posibilidades. La distinción frente a los demás o simplemente la búsqueda de respeto, también nos generan muchos deseos. Las referencias simbólicas nos llevan igualmente, a constituir deseos.
El deseo es un querer, un tener que disfrutar. Estudiaremos en este capítulo dos tipos de deseos muy importantes en el funcionamiento y construcción social como lo son los deseos y pasiones, es decir, deseos o impulsos que se suelen salir de control; presentaremos con posterioridad, a dos autores neurocientíficos que han hecho estudios al respecto.
Desde un punto de vista neurológico, tenemos en el cerebro, ya lo presentamos en el Capítulo V y en este capítulo VII lo ahondaremos un poco más, y lo mencionaremos lo que se denomina circuito de recompensa, que constituye en los procesos cerebrales lo que se siente y encausa la satisfacción. Los deseos tienen también relación con los recuerdos, lo que recuerdo como satisfactorio, lo deseo hoy, y por eso tienen que ver también con la corteza prefrontal y el hipocampo.
La vida no transcurre sin problemas, los cotidianos, los inusuales y los inesperados, nos conducen a enfrentarlos, generando sentimientos y emociones que se mezclan con nuestros conocimientos y, ante la dificultad de enfrentarlos solemos generar esperanzas. El deseo de una vida mejor lleva a tener muchas esperanzas, sobre todo cuando se está enfermo o sin trabajo, hay la esperanza de sanar o de conseguir algo bueno; el deseo de mejora económica y social, acarrea la esperanza de ascenso. Una vida sin esperanzas es terrible. La esperanza hace soportable las malas condiciones y el sufrimiento.
Los deseos y esperanzas abren el camino a las ilusiones. Hay una interacción compleja entre deseos, esperanzas e ilusiones.
Todos estos elementos culturales interactúan entre sí; no hay razón sin lenguaje, signos y símbolos que se relacionan entre sí, por medio de operadores lógicos, que dan lugar a mitos que se integran a ritos y a creencias sagradas y profanas. Las creencias generan signos y símbolos y dan lugar a formas de pensar que integran operadores lógicos (que también se han denominado bloques de construcción lógicos). Al integrarse todas estas relaciones que interactúan entre sí en un conjunto de procesos sociales, se transfieren a instituciones y hábitos además de configurarse una relación de ritmos, formas y figuras que integran razón y placer en el sentido de la belleza y del arte. Todo ello implica una interacción muy fuerte entre mente, cuerpo y sociedad.
I) Instituciones y hábitos.
Se puede concebir el concepto de institución como un conjunto de reglas interiorizadas de comportamiento y del pensar, muchas de esas reglas suelen provenir de usos y costumbres sociales. Muchas de nuestras relaciones sociales se realizan por medio de instituciones y hábitos.
De estas reglas, algunas están tan interiorizadas que se configuran como hábitos y que implican, como se verá más adelante, al pensamiento rápido. Todas las sociedades tienen instituciones y hábitos o dispositivos habituales, éstos son muy importantes, pues permiten e impulsan las relaciones sociales, comerciales y políticas ya que, por medio de ellas, se pueden anticipar las reacciones de los otros o prever, no solamente su comportamiento, sino una parte de sus formas de pensar y concebir el mundo. El estudio antropológico que busca comprender cómo somos los hombres de determinada sociedad o cultura debe estudiar forzosamente, instituciones y hábitos. Como veremos más adelante, ambos se encuentran ligados a lo que Kahneman denominó el pensamiento rápido y el neurocientífico. Ives Agid lo estudió como formas neuronales del subconsciente.
Como lo muestra el esquema, estos 10 elementos que son muy importantes para conocer cómo es el ser humano, se interrelacionan unos en forma compleja. Por ejemplo, las creencias tienen mucho que ver con los operadores lógicos y simbólicos que se usan, y naturalmente, con los mitos y narrativas que se comunican; todos ellos repercuten en las motivaciones sociales que impulsan a la acción al ser humano y naturalmente influyen en las instituciones, hábitos y costumbres, además, no hay organización y jerarquía social que no se encuentre profundamente influida por todos estos elementos. A la vez, las organizaciones influyen en las creencias en las instituciones, en las motivaciones etcétera. Es un sistema complejo de interacción de todos los elementos con todos.
Toda esta interacción compleja tiene repercusiones y es afectada por las formas de pensar
De acuerdo con A. Damasio el pensamiento opera por estrategias. Así, siguiendo a este autor, nosotros formulamos la hipótesis de que, cuando las estrategias se revelan exitosas, se refuerzan los circuitos neuronales (que generan sinapsis reforzadas) por medio de las cuales éstas operan y además se configuran marcadores somáticos que, según ese autor, son factores que permiten la relación mente cuerpo y que por ende tienen que relación con la formación de hábitos de las personas. Los hábitos tienden a operar de manera automática pero cuando el medio social cambia, estos hábitos ya no son adecuados y las estrategias en ellos contenidos, tienden al fracaso. Sin embargo, como los hábitos se basan en circuitos sinápticos reforzados y en fuertes marcadores somáticos, la readecuación de los circuitos neuronales y de los marcadores somáticos en una nueva configuración social, no es de fácil adoptación y de hecho, resulta imposible realizar para muchos individuos lo cual, puede conducir a desadaptaciones importantes.
Ya lo hemos señalado, el hombre es totalmente individuo y totalmente social; el cerebro es muy complejo y no hay dos cerebros iguales, pero el desarrollo del cerebro y la mentalidad sólo se logran en un proceso social. Cada relación cerebro, mente, cuerpo, tiene una relación muy importante con el sistema complejo de los 11 procesos mentales y culturales que se acaban de describir. El cerebro es tan complejo que no hay dos cerebros iguales y desde el nacimiento cada quién cuenta con redes neuronales y con sinapsis reforzadas específicas y es a través de ellas se relaciona con el mundo social y cultural de su entorno.
El entorno es fundamental ya que, por ejemplo, la cultura, las creencias, mitos leyendas, motivaciones sociales son distintas si se nace en México o en Colombia, o en algún país europeo o en Asia. Así, lo social es determinante. Pero cada individuo por tener redes neuronales y sinápticas específicas, se relaciona con lo social y cultural en forma específica. Cada quién tiene su memoria autobiográfica propia, generándose así lo individual. Hay una relación muy fuerte y recursiva entre lo culturalmente aprendido y el yo individual.
Pasemos ahora a describir lo que consideramos son los procesos mentales fundamentales.
Actualmente todos estos procesos humanos están siendo profundamente transformados por la policrisis que vivimos. Los cambios son muy fuertes e inéditos en la historia mundial.
RELACIÓN CRISIS MUNDIAL Y PROCESOS SOCIALES HUMANOS.
Todos estos procesos van a ser afectados con profundidad por la crisis compleja y sistémica que se vive.
Presento a continuación algunas reflexiones al respecto.
1.- La cosmovisión contenida en la cultura y que abarca un conjunto de instrumentos para concebir e interpretar al mundo social y el ecosistema ya no podrá ser la misma. La crisis múltiple y compleja que se vive, tiene muy poca relación con las diversas culturas hoy existentes; éstas se forjaron fundamentalmente, en un mundo en donde el crecimiento era lo fundamental; la naturaleza, se suponía, estaba a disposición del hombre y se creía que innovación, trabajo, política y organizaciones debían ser para producir más y más. Esto ya no es aplicable hoy día y si se tiene esta cultura el mundo va hacia su destrucción.
Ante un mundo que cambia rápidamente, la cosmovisión actual no solamente se enfrentará a problemas fuertes de interpretación del mundo en cambios rápidos sino que además, surgirán nuevas interpretaciones que tarde o temprano, se integrarán o tenderán a ser dominantes. A través de las cosmovisiones nuevas, todos los procesos culturales tendrán que modificarse.
2.- Muchas creencias se mantendrán, pero surgirán otras nuevas que, además se inclinarán a entremezclarse con las creencias anteriores y por lo tanto, a modificar todo el sistema de creencias. Las creencias religiosas podrán mantenerse, pero los conceptos de qué es el bien y qué es el mal, tendrán que modificarse.
3.- Con la cosmovisión y las creencias se tienden a modificar también, las instituciones y los hábitos. Ya no es posible la cultura del individualismo en la que lo mejor para la sociedad era que cada quién actuase en su propio provecho. Nuevos conceptos de cooperación y solidaridad tendrán que desarrollarse.
4.- Es indispensable subrayar que, durante milenios, las creencias y costumbres ritos y prácticamente todo lo que hemos visto como objeto de estudio de los antropólogos, requerían para su construcción de largo tiempo y tendían a ser duraderos. A partir de la revolución industrial del siglo XVIII, todos estos procesos se aceleraron y los cambios sociales, culturales y políticos se aceleraron. Uno es estos fuertes impulsos al cambio fue la tecnología. La segunda guerra mundial condujo a activar aún más los cambios, pero la crisis sistémica actual los está acelerando mucho más.
Entre las crisis sistémicas se mencionó la crisis cultural e ideológica, lo cual implica que no solamente se viene una crisis económica, social, política y ambiental, sino que la cultura y la ideología actuales ya estén en problemas por lo cual, los fuertes procesos de transformación que se viven acelerarán esta crisis cultural e ideológica existente.
5.- La pandemia que por fortuna ya es endemia, tuvo como consecuencias y problemas económicos fuertes; a esto se agregó la invasión de Ucrania por Putin y estos dos hechos tendieron a aumentar las turbulencias que ya existían. Junto a ello está la crisis climática. Todos estos hechos, implican complicaciones económicas que están repercutiendo en todo el planeta y en todos los niveles sociales. Los problemas económicos, sociales y de violencia, en las zonas pobres del planeta, están generando migraciones muy altas y problemáticas, no sólo para los países a donde llegan, sino para los países de donde provienen. Por otra parte, el estancamiento, la concentración de la riqueza, y otros problemas, están minando la esperanza, de muchos jóvenes y adultos. La esperanza es un impulso muy fuerte hacia la acción y sin ésta, viene la desesperanza que, en muchas ocasiones, genera depresión y tendencias a la drogadicción y la criminalidad. Las migraciones, muchas de ellas provenientes de zonas pobres urbanas y de regiones campesinas, pueden ser una salida económica, pero causan trastornos serios a su vida social y comunitaria.
6.- En procesos de crisis económica, que cierran oportunidades a los jóvenes pobres y además, dada la enorme concentración de riqueza, provocan en casi todo el mundo, que esos jóvenes sean para los cárteles de la droga, un vasto campo social que les permite desarrollarse. De esta manera, se afectan deseos y esperanzas, creencias, organizaciones de todo tipo, formas de pensar, y evidentemente las motivaciones sociales, así como los procesos de identidad individual y social. Agréguese que varios grupos de narcotraficantes celebran ceremonias rituales.
7.- Ante la crisis generalizada, las ceremonias teatrales políticas se suelen transformar y cobrar importancia; la crisis ideológica resta importancia a los programas de gobierno y abre las puertas a nuevas narrativas y leyendas que son parte de la lucha política por el poder y su legitimación. Un caso claro es el del expresidente de los EUA: Donald Trump.
8.- Las instituciones hábitos y costumbres, ya no pueden ser las mismas el mundo cambia y ellas deben modificarse. Las anteriores instituciones, hábitos y costumbres ya no permiten una reproducción individual y social adecuadas.
9.- Muchos de los viejos símbolos pierden fuerza hoy día.
10.- Los procesos organizacionales tendrán que modificarse y las organizaciones que no lo hagan, tenderán a la desaparición.
11.- El mundo actual está profundamente interconectado; lo que sucede en un país o región tarde o temprano repercute en todo el mundo. Las comunidades campesinas indígenas más o menos aisladas, ya no existen. Las repercusiones de esta crisis, es diferente en la sociedad formal que en la informal, ella afecta en forma distinta a la ciudad que al campo; pero en todos los sitios se vivirán fuertes trastornos a todos los niveles sociales, culturales y regionales. Todas las sociedades, aún las que anteriormente se les consideraba más apartadas, están sufriendo turbulencias importantes. Las gigantescas migraciones actuales son una manifestación del hecho. Todas las sociedades, las estudiadas por los antropólogos y los sociólogos, se están viendo profundamente afectadas.
El análisis aquí expuesto requiere de más estudios y profundizaciones para poder comprenderlo y enfrentarlo.