EL MURALISMO CONTINÚA SIENDO EL ARTE SOCIAL POR EXCELENCIA
ENTREVISTA CON EL PINTOR OSWALDO BARRA CUNNINGHAM

EL MURALISMO CONTINÚA SIENDO EL ARTE SOCIAL POR EXCELENCIAENTREVISTA CON EL PINTOR OSWALDO BARRA CUNNINGHAM

Hace dos años leí en la página de facebook de mi amigo el ingeniero Víctor Guzmán Díaz la siguiente frase, que me pareció que era un dicho viejo, una de esas liras sabias; afortunadas, llenas de gracia que quizá repitieran nuestros ancestros, y que ahora viene al caso recordar. Y dice: “Noviembre, bendito mes; que empieza con todos Santos y acaba en San Andrés…”

Y en esas estamos…

Termino ahora con la reproducción de la entrevista que le hice al pintor Oswaldo Barra Cunninghan en diciembre de 1989, cuando regresó a Aguascalientes a pintar otros dos murales, y que traigo ahora a colación con motivo del centenario de su nacimiento, que tuvo lugar en febrero pasado. Así que corre y se va…

EL NUEVO MURAL

Hace 10 años vine a Aguascalientes y conocí a un decorador que era amigo del gobernador Landeros y se hizo el contacto. Le entregué el proyecto junto con cuatro pinturas más. Hasta ahora no he sabido nada de aquello.

El tema de este mural es una inter­pretación de los colores naciona­les a partir de aquella idea. He dividido la pared en tres y ahora trabajo con el verde, que para mí es la tierra y lo más apreciado de ella: la vida vegetal. Sin ella el hombre no podría vivir. Por lo tanto, en esta parte quiero colocar todo lo positivo que podemos encon­trar en la agricultura, y desde luego, tratándose de un mural hecho en Aguascalientes, la uva tiene un lugar muy especial. Esta parte tendría el siguiente título: «ama la tierra, que ella te entregará sus frutos, dorados o envueltos en hojas verdes».

En el otro extremo estará el rojo: la industria, que junto con la técnica y la ciencia, que estarán situadas alrededor del blanco, ponen su produc­ción al servicio de la amada tierra.

En el centro será el blanco, que es el blanco del agua, y el águila y la serpiente en una simbiosis que fecunda la tierra.

LA TECNICA DEL MURAL

Lo básico de la pintura al fresco es un aplanado de cal y arena, no de yeso ya que ese sería el peor material para trabajar. Trabaja mucho con la atmósfera, absorbe humedad, se afloja y termina rompién­dose. En este caso hemos reemplazado la arena por polvo de mármol, pensando que algún día, a través de los milenios, se va a convertir en una lápida de mármol. Por eso lleva todos los elementos que contiene este material: la cal y, en vez de arena, partículas de cal misma: arena de cal. Esto lo coloca el albañil; él tapa el dibujo y entonces, a través del calco, lo devolvemos al muro y hay que volver a dibujar. Primero se dibuja el muro, de éste se calca el dibujo y, cómo aquél se tapa, se le devuelve a través de un papel perforado con una almohadi­lla re­llena de carbón. Luego hay que pintar inmediatamente para evitar que el aplanado se seque.

En general los colores los hace la naturaleza, la mayoría son óxidos metálicos. Yo solamente puedo molerlos. Estos son colores compra­dos. Cuando no es fresco sí me gusta mucho el temple al huevo, entonces sí hay que molerlos con la emulsión que uno prepara, pero los pigmentos están en la naturaleza, aunque algunos sí están hechos químicamente.

Cuando hay una motivación, hago un dibujo. A veces el muro mismo sugiere. Vé uno la pared y hay algo que le dice a uno lo que podría hacerse con él. Por ejemplo esta idea que estoy realizando, la pensé para rectángulos regulares y tuve que someterla a los caprichos de las puertas y, claro, esto lo hace cambiar.

Inicialmente este mural no era para el palacio. El gobernador vio unas paredes muy feas y dijo: «sería bueno pintar aquí unos murales». Esto fue en los reclusorios de varones y mujeres.

UN MURAL PARA LA UNIDAD LATINOAMERICANA

Hay un mural que me gustaría realizar, aunque todavía no hay nada concreto. Se trata de una pintura cuyo tema sería el de la unión latino­americana. Yo veo, tal como van las cosas, solamente dos opciones para nuestros problemas: el regreso al campo, en el cual hago hincapié en este mural, y la unión de los países latinoamericanos para tener un mercado más amplio porque, por ejemplo, lo que escasea en México abunda en Chile. La industria de la fundición, de los altos hornos, tienen carencia de carbón que deben importar desde Australia. En Chile, los piques, como se le llama a la boca de las minas, están parados; están trabajando uno o dos porque el mercado es pobre, están dedicados solamente a la industria local.

En un lugar de América Latina abunda algo que en otro escasea, por falta de una buena organización en un sentido comercial. Entonces, este mural es de las dos flores de los confines del continente america­no: la dalia de México, que es la flor nacional, y el copihue en Chile, aunque este proyecto no fue aprobado porque todo parece indicar que actualmente la unidad latinoamericana dejó de ser un ideal a alcanzar… (Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a carlos.cronista.aguascalientes@gmail.com).

Carlos Reyes Sahagún
Carlos Reyes Sahagún

Profesor investigador del departamento de Historia en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Cronista del municipio de Aguascalientes.

Carlos Reyes Sahagún

Profesor investigador del departamento de Historia en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Cronista del municipio de Aguascalientes.

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