El papel de El federalista: el nacimiento de una nación ( i )

El papel de El federalista: el nacimiento de una nación ( i )

El Federalista (1788): recopilación de artículos de James Madison, Alexander Hamilton y John Jay. El lector podrá encontrar en esta serie de artículos varios relatos que narran distintos momentos de una nación que se construye a sí misma, en una época no por eso menos difícil y peligrosa, la libertad de los individuos continuamente se ve amenazada y la existencia del nuevo estado amenazado por contradicciones internas y amenazas internas que se aferran hacer fracasar a la Unión.

Dos de los tres autores de esta serie de artículos participaron en la creación de la primera Constitución de los Estados Unidos. En El Federalista se reconoce una fuente de interpretación de los diversos sentimientos en el trabajo legislativo y en materia de derecho, la lectura de esta fuente se hace indispensable para comprender el sentido de las principales leyes del pueblo Norteamericano.  

Para Tocqueville: “El Federalista es un libro excelente y admirable con el que deberían familiarizarse los estadistas de todos los países”

En los artículos publicados por nuestros tres autores, se reconoce el mito fundacional de la influencia para el primer Congreso de los Estados Unidos reunido en la Ciudad de New York que se encargó de elaborar la primera Constitución de Norteamérica. Por lo que la lectura actual en retrospectiva permite observar el sentimiento de una nación y la influencia de los medios impresos en el momento de la creación de un estado democrático sustentado en la división de tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), que construyen relaciones hacia las colonias que lucharon por su independencia y ahora son llamadas Estados de la Unión, viendo en su particular forma de democracia la continuación de la revolución de forma pacífica (en varios momentos sus frases Revolucionarias hacen pensar que a los autores de El Federalista poco les faltó para que con esta serie de artículos crearán el PRI de Estados Unidos. ¿O si lo hicieron?).  

Un desvelo inteligente por la energía y la eficacia del gobierno será estigmatizado como síntoma de un temperamento inclinado hacia el poder despótico y hostil a los principios de libertad. … Por una parte se olvidará que los celos son el acompañante acostumbrado del amor y que el noble entusiasmo por la libertad suele contagiarse fácilmente de una actitud de estrecha y nada liberal desconfianza. Por otra parte, se olvidará igualmente que el vigor del gobierno es esencial para asegurar la libertad; que a los ojos de un criterio sano y bien informado, sus intereses son inseparables, y que una ambición peligrosa acecha más a menudo bajo la máscara especiosa del fervor por los derechos del pueblo que bajo la ruda apariencia del celo por la firmeza y la eficacia del gobierno.  (El Federalista:1788)

Cómo estudio jurídico, sociológico y politólogo, se observa la influencia de la Constitución inglesa, las ideas de Montesquieu, Blackstone, Hume, Locke, Abate Mably y muchos otros más contemporáneos del Siglo de las Luces que de forma involuntaria aportaron ideas y procesos de discusión para que los autores del El Federalista orientaran sus discusiones y explorarán sus ideas.  

La historia nos enseña … que casi todos los hombres que han derrocado las libertades de las repúblicas empezaron su carrera cortejando servilmente al pueblo: se iniciaron como demagogos y acabaron en tiranos. (op. cit.)

El Federalista pide voto de confianza al pueblo para adoptar un modelo de gobierno “Federal” “Republicano”, centrando el poder en un gobierno central en oposición a la creación de una confederación de estados independientes. Exalta las bondades de la unión y creación de un estado único para normalizar la vida en el territorio. Luchar contra los sistemas despóticos y la tiranía de las aristocracias.

Como nación hicimos la paz y la guerra; como nación vencimos a nuestros enemigos comunes; como nación celebramos alianzas e hicimos tratados, y entramos en diversos pactos y convenciones con Estados extranjeros. (op. cit.)

Los autores se dan cuenta de la oportunidad comercial de los Estados Unidos como un estado libre, que siempre debiera ser promotor del libre comercio entre las naciones. Ya que por mediación del comercio se ejercería una dinámica que fortalecería los lazos y cadenas productivas entre distintos puntos del planeta, generando intercambio de bienes de consumo y culturales y abatiendo la necesidad de la guerra motivada por la vanidad y la ambición de potencias extranjeras. Veían en el comercio una oportunidad de desarrollo como homogeneizador de la población y redistribuidor de la riqueza basada en los esfuerzos de los individuos y las habilidades, aunque también observan que siempre existirán sujetos que acumulen demasiada riqueza por lo que el estado debería de regular la acumulación e implementar medidas para evitar la creación de una aristocracia económica que ponga en riesgo la igualdad entre los individuos. ¿En los padres fundadores de los Estados Unidos se esconden ideas socialistas combinados con liberales? Pero eso ya sería tema de otro libro (La otra historia de los Estados Unidos de Howard Zinn).

Para evitar la confrontación entre los estados integrantes de la nueva nación establecen mecanismos que permitan integrar nuevos territorios a la Unión en calidad de estado. De esta forma si un territorio o región incluso de los mismos estados ya formalizado se encontraba contrario a los intereses de la otra parte del mismo estado, estos podrían  reclamar su soberanía como estado independiente e integrarse a la Unión como socio pleno de derecho.

Así el planteamiento de El Federalista terminó con disputas por territorios y obligó a los gobernantes y sus elites locales a concentrar sus esfuerzos a buscar homogeneizar su estado en una región por unidades culturales y económicas para conservar el control político del territorio. Como golpe maestro se determina el monopolio de la violencia para el poder Central de la Nación y limitar el poder de violencia de los gobernadores de los estados.

En México una legislación que hablará al respecto terminaría con discusiones como el que sostiene el territorio de la Laguna, La Huasteca, Colotlán, Soconusco o Juárez;. en lugar de hacer estados por concesiones políticas como lo fue la creación de  Aguascalientes, Colima, Baja California Norte y Sur, así como Quintana Roo, ello hubiera fortalecido mejor el control central por medio de los estados y una mejor distribución de los territorios y sus poderes regionales sustentados en la influencia de una región integrada en su economía y relaciones de parentesco. Ello al menos hubiera generado otro tipo de suerte para los territorios centroamericanos y los del norte de México.

El Federalista ve cómo el poder de la violencia debe ser acumulado y concentrado en un sólo nivel de poder al mismo tiempo que no puede ser concentrado de forma exclusiva a un solo órgano como el  “Ejecutivo”, por lo que establece mecanismos de equilibrio entre los tres órganos del poder dotando al Legislativo y Judicial de facultades para vigilar y limitar la acción del poder central en manos del Ejecutivo. La idea era crear un poder Ejecutivo que “manda pero no gobierna”, que el poder del pueblo fluyera hacia sus representantes y se legitimara en el trabajo legislativo de las cámaras de representantes y senadores esfuerzos que simultáneamente fueran curados y supervisados a solicitud de los ciudadanos o cualquier otro poder de la Unión, por una Corte de Justicia que resolviera las disputas e interpretaciones de las leyes y evitará los abusos y controversias entre los otros órganos y niveles.

La distribución ordenada del poder en distintos departamentos; la introducción de frenos y contrapesos legislativos; la institución de tribunales integrados por jueces que conservarán su cargo mientras observen buena conducta; la representación del pueblo en la legislatura por medio de diputados de su elección; todos éstos son descubrimientos modernos o que se han perfeccionado principalmente en los tiempos modernos. (op. cit.)

Al mismo tiempo el poder Ejecutivo es acotado con la creación de poderes fácticos que como un Banco Central y Agencias de seguridad que aunque que emanen del poder Ejecutivo sean independientes en sus acciones y fuera del control del Ejecutivo.

 

Los papeles federalistas
Publicación por capítulos
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Diego de Alba Casillas

Dr. en Ciencias Antropológicas por la UAM-I. Sociólogo de profesión por la UAA. Aprendiz de reportero.

Diego de Alba Casillas

Dr. en Ciencias Antropológicas por la UAM-I. Sociólogo de profesión por la UAA. Aprendiz de reportero.

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