La guerra de las vírgenes
(Una de las mejores policías de México.- Afortunadamente tenemos en Aguascalientes una de las cinco mejores policías de México, de no ser así ¿cómo estaríamos?. Sería bueno analizar los parámetros que se utilizan para evaluarlas. ¿Quién determinó que la policía eufemísticamente llamada “Fuerza Civil” de Nuevo-Nuevo León de Samuel-Mamuel sea la mejor del país?. El bombardeo de las encuestas se ha vuelto una cortina de humo que distorsiona los hechos, trastoca la información y obnubila la mente. Nuestra (una de las mejores policías) se ha enfrentado seguramente con una de las mejores delincuencias, no hay semana que no se de un hecho criminal grave atribuible a la delincuencia organizada.)
Constantino, que hiciera de la Cruz su signo luego de un sueño premonitorio que le anunciaba la victoria mostrándole un Crismón en el cielo justo antes de la batalla del Puente Milvio contra Majencio el 12 de octubre del año 312, adoptó la religión cristiana como oficial. Los cruzados llevaban sus pendones y escudos a las batallas. Los diversos ejércitos han tomado estandartes, banderas, pendones, etc., como símbolos de protección, de unidad, de buena fortuna. En un combate, de los de antes, lo que se protegía primordialmente era el estandarte, porque era la identificación del grupo. No tiene nada de extraño que los conquistadores españoles trajeran sus banderas y estandartes, como tampoco lo tenía que los indios de México portaran también sus símbolos de protección y de guerra.
Seguramente para los mexicanos la decisión del cura Hidalgo (el cura cabrón le llamaba Miguel Allende), de tomar la imagen de la virgen de Guadalupe y enarbolarla como pendón del ejército insurgente alimentó fuertemente el sentido nacionalista mestizo, no lo indígena sino lo mexicano, frente al opresor criollo o peninsular. Se sabe que hubo otra aparición anterior a la de Guadalupe y que, coincidentemente se le apareció a un indio tlaxcalteca que la tradición identifica como Juan Marcos, aunque también a un indio Marcos se le atribuye el haber pintado la imagen más antigua de la virgen de Guadalupe. En Tlaxcala también se conservaba una pintura de la virgen atribuida a Miguel Cabrera, quien por cierto pintó muchas reproducciones y de quien se sabe hizo un dictamen de la pintura original. Se dice que la actual que se encuentra en la basílica es la pintada por Cabrera y conservada en Tlaxcala que sustituyó a la más antigua, que al parecer se encontraba muy deteriorada. No es el caso entrar a las disquisiciones o discusiones sobre los aspectos de creencia, que rebasan la naturaleza anecdótica de esta columneja.
Según la tradición, más bien leyenda, antes de partir al nuevo mundo, Juan Rodríguez de Villafuerte, trajo consigo una imagen de la Virgen de los Remedios, con la creencia de que bajo su amparo lograría salir adelante en las batallas donde participara, con esa devoción llegó junto con la Virgen al continente Americano y se puso al servicio de Hernán Cortés, quien luego de la conquista ordenó colocar la imagen en el Templo Mayor de Tenochtitlan. Por semanas permaneció ahí hasta que se rompió la forzada paz y no se supo más de ella. Fue hasta el 30 de junio de 1520, cuando Cortés y su ejército tuvieron que escapar luego de «La noche triste», que en un pequeño monte, cercano al pueblo de Tlacopan, la virgen de los Remedios se le apareció a Cortés y sus hombres, encuentro que les dio consuelo y esperanza de que lograrían la victoria.
De acuerdo con la tradición católica, no el dogma, la Virgen de Guadalupe se le apareció en cuatro ocasiones al indio Juan Diego en 1531. En uno de estos encuentros, ocurridos, la Virgen le pidió subir al cerro del Tepeyac, recolectar rosas flores y llevárselas al obispo Fray Juan de Zumárraga, como prueba de su existencia. Al estar frente al obispo, Juan Diego extendió la prenda y en ella quedó plasmada la imagen de una virgen morena con rasgos mestizos. Estas apariciones marianas se narran en el Nican Mopohua (Aquí se narra), un relato náhuatl atribuido al noble indígena Antonio Valeriano circa 1556, aunque el culto guadalupano se extendió hasta el siglo XVII.
Cuando Hidalgo con la chusma que reunió salió del pueblo de Dolores pasó por Atotoniloco, tomó la imagen de la virgen de Guadalupe de una sacristía. Lo tomó y arengó a la muchedumbre que lo seguía:¡Viva la América, muera el mal gobierno! ¡Viva Nuestra Madre Santísima de Guadalupe!». Hidalgo comenzó a llamarla «Patrona de la Libertad». La adhesión de este lienzo al naciente movimiento contribuyó a que los desamparados se identificaran. Varios rebeldes comenzaron a usar imágenes y estampas de la llamada «Morenita del Tepeyac» y Miguel Fernández Félix, cambió su nombre por el de «Guadalupe Victoria», en honor a la Guadalupana.
Por otra parte recordando la «aparición» en la Noche Triste, durante la guerra de independencia, el virrey Francisco Javier Venegas otorgó el grado de «General» a la Virgen de los Remedios. Invistió su imagen con los escudos y distintivos correspondientes, y las fuerzas realistas empezaron a llevarla en sus recorridos. Al respecto, Francisco de Florencia escribió en La milagrosa invención de un tesoro escondido: Conforme fue pasando el tiempo la protección de la Generala fue solicitada contra las fuerzas realistas buscando tanto la derrota total de los alzados, como las protección de la ciudad de México.
La Virgen de los Remedios se convirtió en la protectora de los realistas y la de Guadalupe de los insurgentes, A lo largo de la lucha de Independencia, estas dos advocaciones se veían si no como enemigas, sí como adversarias.
Signo de contradicción que desde su origen en 1525 ha marcado nuestra historia como país.
(A nivel nacional.- Ciro Gómez Leyva se ha convertido al paso de los años en el comentarista de noticias con el más alto porcentaje de audiencia, su estilo fresco, un tanto desenfadado, su manera, más o menos claridosa, y sus posturas de mitad de la escalera, ya que muchas veces no se sabe si sube o baja, lo han mantenido en la consideración del público, lo que lo ha convertido no sólo en un factor de opinión, sino también en moneda de cambio para la familia González, propietaria de la cadena de comunicación. La presidencia de la república presionó la inclusión de Epigmeo Ibarra como punta de lanza de la 4T y ahora ha negociado la incorporación del ex-ministro Lelo de Diarrea. Es claro, AMLO va por todo y no dejará espacio para la oposición, salvo la conciencia y el criterio del electorado, aunque…bien adoctrinado.)
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