LYNCH O EL ENTUSIASMO POPULAR

LYNCH O EL ENTUSIASMO POPULAR

LA PLAZA ESTÁ CALIENTE.- Me han dicho algunas personas que la plaza está caliente. Yo paso todos los días por allí y la siento fresca, agradable, floreando las jacarandas. No se por qué lo dicen, pero ojalá se equivoquen y nuestra plaza siga fresca y florida.

La vocera presidencial en su personaje de candidata a presidenta de la república científica Claudia Sheinbaum ha manifestado repetidamente que no percibe violencia ni inseguridad en el país, sino un gran entusiasmo de la gente por las próximas elecciones.

Dos hechos que aparentemente sólo tienen en común el resultado mortuorio, muestran la situación de descomposición, desorden, anarquía y ausencia de autoridad a que se ha llegado en los últimos días del nefasto sexenio de Andrés Manuel López Obrador. El secuestro seguido de la muerte de la niña Camila en Taxco, Gro., y casi en seguida el anticlimax con el linchamiento de la presunta responsable que falleció víctima de la muchedumbre y de dos de sus hijos y el asesinato a mansalva de la candidata a la presidencia municipal de Celaya del movimiento MORENA, a plena luz del día en medio de un mitin y en donde los asesinos llegaron, dispararon, mataron, huyeron y no los pescaron.

No quisiera estar en los zapatos del presidente aunque son los que el diseñó, mandó a hacer, quiso ahormar y finalmente se puso. Un día sí y otro también los resultados de su ineptitud, prepotencia y autocracia se le ponen frente a frente y lo exhiben, lo increpan, le reclaman, lo denuestan, se burlan de él y, sus reacciones y su expresión recuerdan más la de un boxeador que desesperado voltea aguardando la campanada salvadora o pidiendo a su esquina que tire la toalla. ¿No es su amigo el muy respetuoso Donald Trump, quien ahora lo exhibe y en dos palabras y tres patadas acaba con lo poco que AMLO creyó obtener en la entrevista de 60 Minutos? Se lo dijo claro: pide 10 o 10 mil millones, no le daré ni diez centavos. ¿No es la periodista Reyna a la que pretendió humillar, ningunear, quitarle la palabra y “exhibir” la que ahora se burla en su cara y lo ridiculiza, “¿para que le digo?, se hace el enojado y no cumple nada de lo que promete”.

La deuda externa, según él inexistente ha tenido un incremento de casi el 60%, y si consideramos que el país prácticamente no ha crecido resulta que la carga se ha vuelto tan pesada, que ha obligado a que el gobierno haga previsiones de grandes recortes para 2025, siguiendo las políticas neoliberales que tanto le chocan pero que el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, aplican ortodoxamente. Tras la desgracia de Acapulco que brindó la oportunidad de repensar y sanear el puerto y todavía importantísimo sitio turístico del país, optó, como la hecho en casi todo, atrincherarse en los centros militares o navales, hacer como que hace, y cerrar los ojos a la putrefacción, la corrupción y la delincuencia que se ha enseñoreado del puerto.

Pero son los dos recientes acontecimientos sobre los que quiero hacer algunas reflexiones. Taxco ha sido recurrentemente lugar de comisión de delitos graves atribuibles a delincuencia organizada, su descerebrado alcalde los calificó como pequeños “baches”. La presencia de carteles diversos, la proliferación de consumo y trasiego de droga, hacen de ese bello lugar un polvorín, con un frágil equilibrio. Esta vez se rompió por el lado de una pequeña, jovial, hermosa niñita. La policía estaba cuidando una procesión y la ciudad se quedó con algunas patrullas. Ubicados fortuitamente los presuntos responsables, la policía “detuvo” a uno pero no lo consignó porque esperaba la orden de aprehensión, (explicación del imbécil presidente municipal), identificados otros presuntos responsables, inexplicablemente como en la Crónica de una Muerte Anunciada, el pueblo supo quienes eran, supo donde estaban, fueron por ellos y ni la Policía Estatal, ni la Guardia Civil, ni el Ejército se enteraron y si se enteraron no intervinieron. Los facinerosos gobernador de facto y gobernadora de apariencia, quizás disfrutaban del fin de semana largo. Un hecho de esa naturaleza, en un lugar patrimonio de la humanidad, principal sitio turístico, no puede atribuirse sólo a la ineptitud obvia del mentecato que funge de alcalde. De Acapulco a Taxco un helicóptero llega en minutos. Grupos antimotines o de choque pudieron haber llegado desde la madrugada. El presidente de la república se escondió también. Cuatro días después declaró: “hecho lamentable, especialmente para sus familiares”, admirable clarividencia y conmovedora solidaridad. Un secuestro, un homicidio, un linchamiento, dos asesinatos no le provocaron una declaración. No había mañanera. La mascota que despacha en la Secretaría de Seguridad Nacional, prototipo de la burócrata de la 4T no ha tenido nada que decir. ¿De todo es culpable AMLO? De tener a ese par de trogloditas en el Gobierno de Guerrero, Sí. ¿De tener a esa inepta en Seguridad Nacional? También. ¿De atizar la lumbre del polvorín que es Guerrero?, Por supuesto.

El caso del asesinato de la candidata celayense es también paradigmático. En un estado en que se practicaba el huachicoleo, pero que desde principios del sexenio el presidente por decreto acabó con ello. Seguramente el lector lo recordará. También con la captura del Marro por fuerzas federales se terminó con las nocivas acciones de la delincuencia organizada, así lo dijo el presidente y ¿por qué ponerlo en duda?. Quizás porque también el presidente López Obrador está en el mismo caso del gobernador de Guanajuato, que gobierna pero no manda. Durante los cinco años y pico del gobierno nacional de la 4T Guanajuato ha mantenido los índices mas altos de delincuencia organizada en el país. Es un hecho, el gobierno estatal no ha podido con ella, pero también es un hecho que ni la presencia del ejército, ni la concurrencia de la Guardia Nacional, ni la navegancia de la marina armada, han servido para atajar la delincuencia. Escuchar a la mascotita que el presidente tiene en Seguridad Nacional es patético, pero es más indignante. El asesinato doble dijo (no estaba enterada de que sólo murió la candidata) es culpa del instituto electoral del estado que no la protegió, porque no se nos solicitó la protección.

¿Qué tamaño de imbécil está al frente de esa Secretaría? ¿Es decir que los ciudadanos tenemos que pedir que nos protejan so pena de ser responsables de nuestra muerte si no lo hacemos? El presidente se ha comprometido públicamente en repetidas ocasiones a garantizar la seguridad de todos los candidatos. Van dieciocho casos en que el compromiso presidencial se ha frustrado. ¿Cuántas muertes más serán necesarias para decir son suficientes?

The answer my friend, is blowind in the wind, the answer is blowing in the wind.

jemartinj@aim.com facebook jemartinj X @jemartinj

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

Jesús Eduardo Martín Jáuregui

Abogado, maestro universitario, taurino en retiro, lector compulsivo y escribidor catártico. Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Notario Público 19 en Aguascalientes México, Ex-presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Ags., Integrante del Comité Técnico del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, maestro de Derecho Romano y de Hermenéutica Jurídica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, miembro fundador de la Academia Mexicana de Derecho Notarial, miembro correspondiente del Seminario de Cultura Mexicana.

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