Si no le gustan mis principios, tengo otros
Groucho Marx, uno de cinco hermanos, cómicos estadounidenses, famoso por su ingenio y agudeza solía decir: “Estos son mis principios y si no le gustan, tengo otros”, en la lápida de su tumba mandó grabar un texto: “Aquí yace Groucho Marx, disculpe que no me levante”.
Antier al escuchar el curioso mensaje del “si es/no es” gobernador de Nuevo Léon, no pude menos que recordar a Groucho Marx y el pragmatismo de su declaración de principios. Algo así como “principios para toda ocasión” o principios “polifacéticos”. Todavía en su personaje piporresco de aspirante a ser probable anteproyecto de precandidato a candidato a la presidencia de la república, entre “güeyes, mentadas y otras locuciones populacheras”sostenía que por sus principios buscaría la presidencia de la república para seguir sirviendo a Nuevo León, luego de que la aplicación de las leyes de su estado le obligaban a dejar en manos de un partido de oposición, o en otras palabras le impedían “seguir mamando y dando de topes”, disfrazado, ahora de Ex-a-tec, ex alumno del ITESM con corbata y todo, publicó su mensaje manifestando, que por sus principios regresaba a gobernar su estado, porque no quería faltar a la confianza de sus conciudadanos o algo por el estilo. Eso es lo que me gusta de los principios, lo dúctiles, maleables y fungibles que son en manos de los políticos. La única real duda que me surgió es si el lbreto de esta farsa lo escribió Dante Delgado o Andrés Manuel, presidente de la República, o ambos al alimón.
A nadie que tenga dos dedos de frente se le escapa que la única verdadera razón del imprevisible joven neolonés para regresar al gobierno es el temor. Sus principios y espíritu de sacrificio, alimentados por el Andrés Manuel que no encuentra la forma de ponerle piedritas y piedrotas en el camino a la senadora Xóchitl Gálvez, no llegan a tanto como poner en manos de la oposición el gobierno, expuesto a una auditoría, a un arqueo o simplemente a la imposibilidad de sustraer dinero para su campaña y la campaña de “dije que es Claudia”.
Sería muy divertido, si no fuera tan delicado, que Andrés Manuel saliera a defender la campaña del mozalbete norteño, en teoría su adversario. ¿No sería que el resbaloso Dante Delgado negoció con la presidencia un candidato a modo que restara votos a la candidatura de Xóchitl?
Piensa mal y acertarás.
Es todo por hoy, hasta una próxima, si la hay.