LOS PIANOS BARROCOS HISTORIA MUSICAL DE MÉXICO

LOS PIANOS BARROCOS HISTORIA MUSICAL DE MÉXICO

La segunda mitad del S. XX fue muy prolífica en buena música para México, desde las grandes orquestas como las de Pablo Beltrán Ruiz o la de Venus Rey, sin olvidar la música romántica del brazo de los tríos como Los Panchos, Los 3 Ases, etc. 

También en la música menos masiva, como la que se podía oír en lugares más íntimos, como la variedad de un restaurante, hoteles, teatros de revista, o en centros nocturnos. Ahí se podía escuchar, por ejemplo, a Los Violines de Villafontana, del Mtro. Roberto Pérez Vázquez, o a muchos pianistas que deleitaban a la concurrencia de esos sitios, ya fuera para tomar un café o una copa. Fue así como nació en 1968, el año olímpico, el dueto de Los Pianos Barrocos, aunque primero fue conocido como América en 2 pianos, nombre que por su poca sonoridad comercial, fue cambiado por el de Los Pianos Barrocos, a sugerencia de Paco de la Barrera, Director musical de Orfeón, discográfica para la que siempre grabaron.

El inicio de la historia no fue en México; parte en dos puntos muy lejanos de nuestro país, y lejanos también uno del otro.

Carlos Camacho Ibáñez nace el 27 de enero de 1932 en Madrid, España, y Rodolfo Vilches, nace en Argentina. El destino quiso reunirlos en México para unir sus talentos.

Carlos Camacho llegó a México todavía muy joven, pero ya había estudiado piano y armonía en Madrid, tomando luego clases en nuestro país de composición e instrumentación con el Mtro. Rodolfo Halffter, así que con la suficiente preparación académica, Carlos Camacho fue siempre el autor de todos los arreglos que interpretaron Los Pianos Barrocos, en su primera etapa, tanto en grabaciones discográficas, como en sus presentaciones en vivo, y aún el compositor de algunos de los temas. En las 2 etapas sucesivas, los arreglos fueron compartidos por los otros pianistas.

Fue tal el éxito de Los Pianos Barrocos desde su debut, que tan sólo en los primeros tres años se presentaron en más de 100 programas de televisión, incluyendo el suyo propio: “El show de los Pianos Barrocos”. Igualmente fueron presentados en la televisión argentina, en TVE de España, y en Montreal, Canadá, entre otros países, ya que muy pronto fueron conocidos y reconocidos en gran parte del mundo, puesto que la música es el idioma universal.

Hasta 1986 Los Pianos Barrocos habían grabado más de 60 discos LP, batiendo record de ventas y popularidad su versión de “Tema de amor”, canción que llevó a las alturas a Raphael. También grabaron un disco conmemorativo de la primera visita de SS Juan Pablo II a nuestro país.

En ese año de 1986 Los Pianos Barrocos pararon su actividad artística debido a una grave enfermedad de Rodolfo Vilches, misma que le venció al año siguiente, pero antes del retiro, tuvieron la oportunidad de presentarse con éxito en el Teatro de Bellas Artes, en México.

Entre sus numerosos premios destacan: 

Dos DISCOS DE ORO (México) 

Un DISCO DE ORO (USA) 

Premio “Heraldo de México” 

Premio “POP” 

Premio “Ciencias de la Comunicación” 

Premio “Mejores Artistas de la Década” (D.D.F.) 

Premio “Pípila de Oro” 

Premio “Ciudad de México” 

Dos premios “Águila Azteca” 

Pero la historia había de continuar. En varias ocasiones Los Pianos Barrocos hicieron gira por España, y por ello no le eran desconocidos al pianista argentino Jorge Leyt, avecindado en Madrid. Luego de la muerte de Rodolfo Vilches, Carlos Camacho se fue a España donde una amiga común presentó a ambos maestros, y luego de 3 años de intensa preparación, vuelve a los escenarios el dueto de Los Pianos Barrocos, ahora conformado por Carlos Camacho y Jorge Leyt, con absoluto éxito, que se prolonga por 3 años, hasta que en 1993 Carlos Camacho decide regresar a México. El maestro Jorge Leyt tenía ya una trayectoria y un reconocimiento en España, que conserva hasta hoy día, por lo que de nueva cuenta entra en reposo el concepto de Pianos Barrocos.

En México ya le esperaba José Antonio Camacho para continuar la historia musical emprendida por su padre y Rodolfo Vilches hacía 25 años. En efecto, en 1993 vuelve a escucharse en los escenarios mexicanos el dueto Los Pianos Barrocos; Ahora padre e hijo dialogando en amena charla a dos pianos, en vivo y en la grabación de 10 discos en esta etapa, que incluye el especial Música para tu Boda.

Esta tercera etapa de Los Pianos Barrocos, y la última, termina en 2003 cuando Carlos Camacho muere en la Ciudad de México, dando fin a una historia fecunda de 35 años.

Pero Carlos Camacho era mucho más que un pianista. Como músico se desempeñó en diversas actividades al margen de Los Barrocos: en 1967, compartió su creatividad musical con la poesía de Miguel Aguayo, S.J., para componer la Misa de Juventud ‘Hossana, asombrando a la sociedad católica de entonces por el uso de batería, guitarra y bajo eléctricos, unidos al piano, órgano e instrumentos de cuerda, logrando una pieza ‘moderna’ pero de gran espiritualidad.

Si usted es aficionado a las películas de Gaspar Henaine, Capulina, notará en sus bandas sonoras la mano de Carlos Camacho, ya que él fue el director musical y arreglista de todas estas películas.

Es tiempo de dar lugar en nuestros recuerdos a la que fue una parte importante de la historia romántica de la música en nuestro país.

Agradezco las invaluables aportaciones de Karla Camacho y del Mtro. Jorge Leyt, sin las cuales este artículo no fuese posible.

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

Jesús Consuelo Tamayo

Estudió la carrera de música en el Conservatorio Las Rosas, en Morelia. Ejerce la docencia desde 1980 Dirigió el Coro de Cámara Aguascalientes desde 1982, hasta su disolución, el año 2003. Fue Coordinador de la Escuela Profesional Vespertina, del Centro de Estudios musicales Manuel M. Ponce de 1988 a 1990. Ha compuesto piezas musicales, y realizado innumerables arreglos corales e instrumentales. Ha escrito los siguientes libros: Reflejos, poesía (2000); Poesía Concertante, (2001); Guillotinas, poesía (2002); A lápiz, poesía (2004); Renuevos de sombra, poesía (inédito); Detective por error y otro cuentos (2005); Más cuentos (inédito); Bernardo a través del espejo, teatro (2006); Tarde de toros, poesía (2013).

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