Confinamiento o libertad. El caso del nuevo cachorro de león de Aguascalientes.
El antropocentrismo es una teoría filosófica en la cual se concibe al ser humano y sus intereses como el centro de todo, por lo que se produce una supeditación de lo “demás” (seres vivos, medio ambiente, etcétera) a las necesidades y bienestar del ser humano.
Bajo esta visión, la naturaleza nos pertenece, y podemos usar a las demás especies a nuestra conveniencia, incluyendo encerrar a los animales para nuestro entretenimiento. Cosa que lamentablemente sucede en nuestros parques públicos.
Esta visión utilitarista de los animales (los utilitaristas creen que la relación con los animales se basa en la utilidad de los mismos y los eticistas ven a los animales como iguales, con derechos propios, puesto que los animales no son cosas sino seres vivientes), avala entonces el encierro, la posesión, la exhibición y se refleja en nuestra forma de vida, incluyendo las leyes. Es decir que el cautiverio animal se propicia desde leyes obsoletas e injustas para estas especies.
Los malos tratos, la crueldad y el sufrimiento son tres términos que cimentaron el origen de las leyes. Por eso surgió la Declaración Universal de los Derechos de los Animales en 1978, su origen derivó de una reunión sobre derechos de los animales celebrada en Londres, apoyada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) de la cual forma parte México, por lo cual, la misma es de observancia y aplicación obligatoria para todas las autoridades y habitantes del país y de Estado, situación que no concuerda del todo con nuestras actuales leyes, por lo que quedan obsoletas.
En Aguascalientes la actual ley de Bienestar animal en su capítulo III artículo 8avo excluye a salvaguardar a la fauna silvestre en cautiverio ya sea privada o pública, pues deduce que estas especies tienen “trato digno y respetuoso” ya que para brindar los permisos, se les exige un “Plan de manejo” que es el programa de las actividades para el manejo de especies silvestres particulares y sus hábitats, donde se establece metas e indicadores de éxito en función del hábitat y las poblaciones y que debe ser actualizado año con año (artículo 78).
Por otro lado, la Ley General de Vida Silvestre define como trato digno y respetuoso a “Las medidas que esta Ley y su Reglamento, así como Tratados Internacionales, las normas ambientales y las normas oficiales mexicanas establecen para evitar dolor, deterioro físico o sufrimiento, durante su posesión o propiedad, crianza, captura, traslado, exhibición, cuarentena, comercialización, aprovechamiento, adiestramiento o sacrificio.
Básicamente, esto significa que si tú estuvieras protegido solamente por esta ley, podrías legalmente ser: capturado, criado, aislado, trasladado, exhibido, comercializado, sacrificado o encerrado en jaulas con medidas “adecuadas” (pues las regulaciones sobre el espacio en las jaulas se interpretan libremente), que tengan pisos de concreto, sin requisito específico respecto al césped, el follaje u otra vegetación natural. De ahí el comentario de que la ley resulta injusta.
El encierro siempre ha sido un medio de castigo dentro de la especie humana ya que se reconoce a la libertad como el derecho más preciado de la vida, por lo que encerrar a especies no domesticadas, que es el tema de este debate, es un acto de completo abuso y crueldad.
Actualmente existen tres tipos de encierros:
En nuestra entidad las autoridades llaman Refugio de fauna del Parque Rodolfo Landeros Gallegos, al lugar donde existen animales bajo su resguardo, aunque su registro ante la SEMARNAT consiste en una PIMVS (Predios e Instalaciones que Manejan Vida Silvestre) donde su propósito es la reproducción controlada de especies o poblaciones para su aprovechamiento con fines comerciales. Parece entonces que hay una gran confusión con el nombramiento y finalidad de este parque, ya que algunas veces le nombran refugio y otras zoológico como sucede en su página de Facebook.
Los animales que son criados en zoológicos viven en ambientes anti naturales y no pueden aprender habilidades de supervivencia, y algunos como el caso de los felinos salvajes, tienen muy poco o ningún hábitat natural al cual regresar debido a la usurpación humana.
El “santuario” Black Jaguar White Tiger (BJWT), (de donde llegaron los leones bajo resguardo al mencionado parque Rodolfo Landeros, origen del actual cachorro llamado Saturnino), se registró ante la Dirección General de Vida Silvestre como un Predio e Inmueble de Manejo de Vida Silvestre conocido como PIMVS, bajo el nombre de Gran Santuario Mexicano Jaguar Negro Tigre Blanco con el registro DGVS-PIMVS-CR-IN-1745-DF/15. Lo que denota un marco legal demasiado permisivo que no establece claramente la finalidad de los recintos de encierro animal.
A la gente le encanta ver bebés. Un nuevo bebé puede atraer visitantes aumentar los ingresos o la popularidad. Sin embargo, la suerte de los animales a menudo empeora una vez que ya no son “lindos”.
Alrededor de los seis meses de edad, los grandes felinos por lo general se vuelven demasiado peligrosos para manipularlos.
Además en cautiverio, el espacio provisto, las interacciones sociales, la dieta, el clima, y la proximidad de los humanos están muy lejos de las vidas que estas especies han evolucionado
para llevar en la naturaleza y los efectos dañinos en los animales cautivos individuales pueden ser enormes como se puede observar en este video:
La falta de enriquecimiento ambiental y conductual en los recintos es otro motivo de preocupación. Los grandes felinos a menudo pasan mucho tiempo durmiendo en la naturaleza, al igual que los que están en cautiverio, pero sus horas de vigilia están llenas de cazar presas, defender territorios, socializar con familias (en especies naturalmente sociales) o encontrar pareja (su propia elegir). Al quitar esto, literalmente no tienen nada que hacer, lo que atenta contra su salud física y emocional.
Ya sean salvajes o criados en cautiverio, los grandes felinos representan un riesgo significativo para la seguridad pública que nunca debe subestimarse, como sucedió en pasados días con la leona que atacó a una persona, ya que según parece, las licencias se otorgan a casi cualquiera que complete una aplicación y envíe un pago.
Habrá que resaltar qué:
Si existen demostraciones con animales es más que evidente que se generan ganancias (económicas o de alguna otra índole) a costa de ellos, lo cual es explotación.
Si no tienen planes de reintegración de las especies que pueden volver a sus hábitats, es claro que no tienen interés en que los animales salgan de estos espacios.
Si la prioridad no es el sano desarrollo de los animales y el respeto de sus derechos, entonces este espacio no se creó con la finalidad de ayudarles.
Si el lugar tiene la opción de la visita del público en general, significa que es un sitio para el entretenimiento humano.
Si encontramos especies que sólo representan un atractivo visual para que estos lugares tengan más visitas, estos espacios no están ayudando a los animales, sólo les aprisionan.
La protección y el bienestar animal son temas complejos con múltiples dimensiones científicas, éticas, económicas, culturales, sociales, religiosas y políticas, es un asunto que ha suscitado un interés creciente en la sociedad civil, lo que da material para muchos más debates en pro del alfabetismo emocional a favor de la protección animal, tan urgente y necesario en nuestra comunidad.
No a zoológico los animales no son juguetes .
Gracias por tu comentario. Habré que hacer algo para evitarlo. Contáctame en jaulericavida1@outlook.es
Mientras se siga creyendo que los animales son «cosas», los humanos seguiremos abusando de ellos. Los animales tienen derechos y hay que hacer esfuerzos para que se cumplan.